El candidato a gobernador del Frente de Todos cuenta con un grupo integrado por profesionales que son clave en el día a día. Legisladoras, politólogas y economistas son parte del armado político del ex ministro
Por Joaquín Mugica Díaz.
A Axel Kicillof le gusta el cuarteto. En especial el que cantó Rodrigo Bueno hasta el día en que falleció en un trágico accidente. El ídolo cordobés escribió con tinta indeleble un puñado de canciones que quedaron en la historia de la música nacional. El economista se acordó de las letras más conocidas en una tarde noche de septiembre, cuando se encontró cantando arriba del Renault Clio que usó para visitar Mar Chiquita. A su lado, cantando con él, iba Jessica Rey. Su voz. Su sombra desde hace ocho años. Volvían de la visita en el sudeste bonaerense repasando toda la discografía del cuartetero con la complicidad que trae aparejada la confianza y el trabajo diario.
Rey habla los siete días de la semana con Kicillof. Decide qué notas periodísticas se hacen, qué fotos se envían a la prensa o cuáles se suben a las redes sociales. Maneja la relación con una cadena de periodistas que preguntan, reclaman, cuestionan y piden información. Comunicadora social egresada de la Universidad de La Plata, conoció al economista en marzo de 2012, cuando la convocó para hacerse cargo de la comunicación de la Secretaría de Política Económica que lideraba.
Desde aquella experiencia en el Estado hasta esta campaña para ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, el actual candidato del Frente de Todos se rodeó de un grupo de mujeres profesionales que fortalecen y le inyectan contenido a su proyecto político. Economistas, politólogas, periodistas y dirigentes políticas forman parte de su equipo técnico. Mujeres con las que está en contacto cada día. Mujeres que influyen en su plan para gobernar la provincia más grande del país.
Además de Rey, otras seis mujeres ocupan lugares relevantes dentro de la estructura que lidera Kicillof y que, inevitablemente, se agrandará si se concreta su llegada a la gobernación. En el equipo de trabajo diario están Cecilia Nahón, Mara Ruiz Malec, Laura Goldberg, Paula Español, Agustina Vila y Teresa García. Forman parte del núcleo duro. De un equipo de trabajo que el economista conformó en su recorrido por el Ministerio de Economía y la Cámara de Diputados de la Nación.
Mara Ruiz Malec, economista egresada de la UBA, es una de las asesoras económicas del equipo. Forma parte del Instituto de Trabajo y Economía en la Fundación Germán Abdala. Se encarga de analizar las variables financieras diarias, la deuda que tiene la provincia de Buenos Aires y los detalles de la ejecución presupuestaria. Kicillof la ve todos los días en las oficinas de la calle Piedras, en el centro porteño, donde tiene su búnker de campaña.
Malec trabaja en tándem con Laura Goldberg, socióloga y economista también egresada de la UBA. Sigue los temas vinculados a la educación y el trabajo. Desde que el ex ministro se transformó en diputado es la encargada de redactar y presentar los proyectos de ley. Ambas forman parte del equipo de trabajo de Kicillof desde que estaba al frente del ministerio de Hacienda.
El círculo femenino que contribuye con el candidato del peronismo K se extiende hasta Estados Unidos, donde vive Cecilia Nahón, una economista que se recibió en la UBA, que fue embajadora argentina en Estados Unidos durante el período 2013-2015 y que estuvo al frente de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina.
Nahón es la principal referencia de Kicillof en economía y política internacional. Se encarga de analizar las variables macroeconómicas, los números del presupuesto y la situación del endeudamiento bonaerense. También hace un seguimiento de los créditos que la provincia tiene con los organismos internacionales. Está en contacto permanente con el ex ministro y el resto del equipo. Comparten un grupo de WhatsApp que se mantiene activo cada día.
De esa conexión virtual también participa Paula Español. Una economista que fue subsecretaria de Comercio Exterior en el Ministerio de Economía entre 2012 y 2015, y que ocupó el cargo de directora del Centro de Estudios para la Producción (CEP) del Ministerio de Industria.
Español forma parte de grupo de trabajo que lidera Augusto Costa y que se encarga de llevar adelante la relación con las empresas y las pymes. Ese sector dentro del esquema de Kicillof es el que trabaja con las variables de la producción. En este caso, la ex funcionaria del kirchnerismo se enfoca en seguir de cerca los datos sobre exportación, importación, inversiones y generación de empleo.
Paula Español es parte del equipo que lleva adelante los temas vinculados a la producción
Otra de las mujeres que trabaja con el actual candidato del Frente de Todos es Agustina Vila. Politóloga y parte del equipo político, es una de las dirigentes vinculadas al ex ministro que más frecuenta el Instituto Patria. Su trabajo está enfocado en los temas de educación. En esta etapa electoral se hizo cargo de la relación con los apoderados y de presentar los requerimientos de la justicia electoral.
Vila fue jefa de Gabinete de Asesores del ministerio de Economía cuando Kicillof estaba al frente y subsecretaria de Integración Económica Latinoamericana y Mercosur en la Cancillería durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. Actualmente se desempeña como secretaria académica en la Universidad Nacional de José C. Paz.
En ese mismo sector está la senadora provincial Teresa García, quien jugó el rol de madrina cuando el economista llegó a la Cámara de Diputados en el 2015. Junto a Carlos "Cuto" Moreno lo guiaron y ayudaron en su nuevo rol como diputado. En ese momento la actual legisladora era la secretaria parlamentaria del bloque del Frente para la Victoria y se sentaba al lado del ahora candidato a gobernador. En base al trabajo diario construyeron una relación de confianza y cariño.
En diciembre de 2015, cuando Kicillof reunió a cerca de 20.000 personas en Parque Centenario después del triunfo de Macri, García entendió que el dirigente que estaba al frente de esa charla "tenía una cabeza nueva para pensar la gestión y la política".
En diálogo con Infobae, aseguró que en ese momento "Axel explicó con claridad el tiempo que se venía" y que pararse ante esa multitud después de la dura derrota del peronismo "fue un acto de valentía" que marcó un rumbo en su decisión de caminar la provincia de Buenos Aires.
García fue diputada nacional durante tres períodos (2005-2009, 2009-2013 y 2013-2017), fue viceministra de Interior de la Nación entre 2003 y 2005, y secretaria de Turismo y Deportes entre 2000 y 2003. En los 90 fue legisladora provincial.
Su trayectoria y su experiencia fueron un respaldo para Kicillof en los últimos años. En esta elección se hizo cargo de coordinar la fiscalización. Bajo su órbita tuvo 5.500 escuelas y 38.000 mesas. Cuidar los votos fue una tarea demandante y extremadamente compleja.
La conducción de CFK
Axel Kicillof y Cristina Kichner hablan todos los días. Economía, política, coyuntura, campaña electoral. Siempre hay un tema sobrevolando la conversación. El ex ministro se encarga de que la ex presidenta valide sus principales acciones electorales. La consulta y le cuenta sus pasos en estos meses de recorridas y actos proselitistas.
Kicillof junto con Cristina Kirchner cuando era ministro de Economía (REUTERS/Enrique Marcarian)
El economista admira el liderazgo de Cristina y respeta su conducción a rajatabla. Tanto que, si la ex jefa de Estado le hubiese dicho que no fuera candidato a gobernador, en ese mismo instante hubiese decidido deponer sus intenciones. En la etapa donde solo reinaba la incertidumbre en el peronismo, Kicillof se dedicó a esperar que Cristina Kirchner marcara el norte hacia donde ir. Ese solo ejemplo basta para entender qué lugar ocupa la ex mandataria en el esquema político del que es parte Kicillof.
El respeto que tiene sobre la conducción de CFK no le impondrá límites para poder construir su propio poder político en la provincia que, de no mediar mayores inconvenientes, comenzará a gobernar el 10 de diciembre. Al menos así lo consideran en la mesa chica de Kicillof. Su desafío será conducir el peronismo bonaerense con la suficiente destreza para poder mantener alineados a los intendentes, los sindicatos y las organizaciones sociales. Pura muñeca.
La fórmula con Magario
Kicillof y Magario empezaron a conocerse el día en que el kirchnerismo y los intendentes, bajo la bendición de Cristina Kirchner, acordaron la fórmula bonaerense. Si bien habían tenido trato en el pasado, no tenían diálogo fluido ni intercambiaban opiniones sobre la realidad de Buenos Aires.
La relación entre ambos fluyó con rapidez cuando se sentaron a darle forma al nuevo proyecto. "Se encontraron con que tenían más puntos en común de lo que parecía", admitió un dirigente de confianza del economista. Él venía de la academia y la gestión en el Poder Ejecutivo, y ella de gestionar el municipio más poblado de la Argentina. A partir de ese momento el contacto entre ambos se hizo cotidiano y la división de tareas se coordinó con tanta velocidad como pragmatismo.
Kicillof trabaja la cercanía con la gente en sus recorridas por el interior y el discurso crítico al gobierno nacional y provincial. Magario está más cerca de la gestión de los intendentes del conurbano y lleva adelante el vínculo con muchos de ellos. En los últimos meses el ex funcionario K acentuó su relación con los jefes comunales por lo que el trabajo en esa área quedó dividido.
El segundo anillo político
Además de su círculo de máxima confianza y trato diario, Kicillof mantiene contacto frecuente con ocho dirigentes que forman parte de un segundo anillo político. Mujeres que ocupan lugares destacados en las fuerzas políticas que integran y que, todas juntas, representan la heterogeneidad que hay el Frente de Todos. Con ese abanico de dirigentes, el ex ministro se asegura tener diálogo con los diferentes sectores de la plataforma peronista.
En esa lista están las diputadas de La Cámpora Luana Volnovich, Mayra Mendoza (candidata a intendenta de Quilmes) y Fernanda Raverta (candidata a intendenta de Mar del Plata); la senadora nacional y candidata a gobernadora de Mendoza, Anabel Fernández Sagasti; las legisladoras Cristina Álvarez Rodríguez (PJ Bonaerense), Victoria Montenegro (Unidad Ciudadana) y Cecilia Moreau (Frente Renovador); y la ex ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis.
Kicillof cree en la paridad de género y en la importancia que implica que las mujeres ocupen lugares destacados dentro de la política. Sin embargo, esa mirada no obstaculiza su concepción sobre el profesionalismo que deben tener quienes lo rodean. No está dispuesto a que haya mujeres en su armado político solo por una cuestión de género. Ese lugar debe estar atado a la capacidad de cada una y a la importancia que tengan sus conocimientos. Una de las mujeres que comparte todos los días con él lo definió en una frase: "Axel está 100% deconstruido. Pero no va a integrar a mujeres solo para cumplir con un cupo. No le gusta la imposición".
A Kicillof solo le falta ser gobernador. Su equipo de trabajo de mayor confianza está armado. Y en su interior hay mujeres preparadas para sostener el proyecto que, si se repiten los resultados de las PASO, significará la vuelta del peronismo a la conducción de la provincia más poblada de la Argentina.
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