De acuerdo a las declaraciones de Daniel Di Stéfano, titular del Eprac, se realizaron controles en los extremos de la red de distribución y en puntos aleatorios de la misma, donde se constató que “el agua que se está consumiendo que se ajusta a los parámetros que establece Eprac”.

Los controles de calidad, llevados adelante por personal especializado del Eprac, tuvieron como objetivo llevar tranquilidad a la sociedad en función de las denuncias realizadas por Barreto.

“Buscamos llevar tranquilidad a la población de que hay un Estado presente que controla el agua que se está consumiendo”, señaló Di Stéfano.

“Hemos recorrido todo, revisamos documentación, antecedentes, hablamos con los trabajadores y también dialogamos con los vecinos. Vinimos a controlar que esté todo en orden”, sostuvo en diálogo con un canal local.

Para finalizar, sostuvo que “el agua está óptima para el consumo”.

Antecedentes

El ingeniero Barreto, jefe de Control de Calidad y Producción de Aguas de la planta de tratamiento ubicada en el kilómetro 9, presentó una nota el 2 de noviembre al Consejo de Administración de la Ceel, que en los últimos días de octubre se había vertido agua a las redes de distribución que no cumplían con las normas sanitarias dispuestas por la OMS y el Eprac, ya que contenía ocho veces más turbidez que la permitida.

En la misma nota, Barreto solicitaba sanciones para once empleados involucrados en el hecho.