Los números de la Epec hacen equilibro entre la fuerte caída de ingresos derivada de la pandemia y los gastos crecientes, en especial de los materiales e insumos.

En ese contexto, las tarifas están congeladas desde diciembre del año pasado (el último aumento se produjo en enero de 2020), lo que está generando una fuerte presión hacia la contabilidad de la empresa.

Un tema clave en este delicado balance es la relación con Cammesa, la administradora del sistema eléctrico nacional que es la encargada de venderle la energía a las distribuidoras provinciales, Epec incluida.

De acuerdo con los últimos datos proporcionados por una alta fuente de la empresa provincial, actualmente la deuda con Cammesa es equivalente a dos meses y medio de  compra de energía, intereses incluidos.

Se trata concretamente de 5.872 millones de pesos, entre los que hay que contar algo más de 1.500 millones de intereses por mora.

La compra promedio de energía mensual asciende a 2.300.

Otras distribuidoras

La información oficial difiere levemente con los datos que publicó Cammesa en su último informe de cobranzas, donde consigna que Epec adeuda por energía provista y no abonada 6.758 millones de pesos.

El cálculo, publicado por Econo Journal, medio especializado en las novedades del mercado eléctrico nacional, es hasta el mes de octubre, vencida el 8 de diciembre.

La deuda de Epec es una de las más elevadas, pero está lejos de los grandes pasivos que tiene Cammesa con otras distribuidoras, como Edesur, que acumula casi 21.000 millones de pesos impagos.

La segunda mayor deudora de Cammesa es Edenor, con un pasivo de más de 18.000 millones de pesos.

La EPE de Santa Fe, en tanto, tiene un rojo acumulado de 15.356 millones.

La deuda de Epec con la compañía que administra la energía mayorista es parte del paquete de negociaciones que debe encarar la firma cordobesa con las autoridades nacionales en materia energética, de cara al proceso de descongelamiento que debería comenzar a materializarse el año que viene.

POR PABLO PETOVEL