El peso de las bancas.- Al conocerse anoche los resultados generales de las presidenciales, se lanzaron las especulaciones acerca de cómo sería la Argentina que viene. “No sabes cuánto valen nuestros votos”, le lanzó José Alperovich a Beatriz Mirkin, ambos electos senadores nacionales. Ambos no despegaron su mirada de los televisores y de la tablet en la que iban siguiendo el escrutinio. Un cambio de signo político en el país puede significarle un rol más protagónico a los integrantes de la Cámara Alta del Congreso.

CARAS NUEVAS.- El elenco de simpatizantes que solían acercarse en todas las elecciones al Salón Blanco ya no es el mismo. Viejos peronistas, mezclados con militantes de “La Cámpora” y de referentes de la zona este de la provincia invadieron el primer piso de la sede del Poder Ejecutivo. Muchas caras nuevas, como también las que se asomaron por el despacho privado de la gobernación. Gran parte de los miembros del flamante gabinete de Juan Manzur saboreó el poder.

Búnker massista.- Anoche, en el bunker de uno de los sectores massistas de la provincia, los ánimos estaban alicaídos. Llegó la medianoche y el candidato a diputado nacional Esteban Dumit (se había especulado con que podía ganar una banca para el Congreso) no había aparecido por la sede ubicada en el microcentro de la capital. Una veintena de militantes seguía las alternativas del escrutinio de los comicios desde un televisor a todo volumen. Mientras, el referente del espacio y candidato a senador nacional, Gerónimo Vargas Aignasse hablaba y enviaba mensajes por su celular. “Hubo un sector del Frente Renovador que trabajó por la candidatura de Silvia Elías de Pérez y eso nos perjudicó”, se quejó el legislador provincial. Se refirió así al espacio que encabeza el ex legislador Víctor “Vitín” Arias, que está incluido dentro del canista Cambiemos. 

Coreografías al ritmo de la batucada.- Pasadas las 22, las puertas del antedespacho de la Gobernación se abrieron y las expectativas colmaron el salón Blanco de la Casa de Gobierno. Todos esperaban que el saliente gobernador y senador electo, José Alperovich, saliera y brindara un discurso. En su lugar, sus nietas mayores irrumpieron en la sala. Sobre la tarima, comenzaron a bailar y a hacer piruetas al ritmo de una batucada de organizaciones justicialistas. Las niñas, durante más de una hora, invitaron a dirigentes a bailar. Con los dedos en V, mostraban los votos con la foto de su abuelo. 

La marcha tapó al “mellizo”.- Luego de que Juan Manzur y José Alperovich brindaran sus discursos en el Salón Blanco, le cedieron la palabra al diputado electo José “Mellizo” Orellana. En el momento en el que quiso comenzar a hablar, estalló a todo volumen la marcha peronista. Orellana blanqueó los ojos y la música se detuvo de inmediato. Después, el ex legislador fue el único que se quedó en el lugar. Se fue rodeado de militantes que lo vivaban.