Para el secretario de gobierno municipal de Posadas, Pablo Hassan, sería un inconveniente tratar de lograr que menores de 16 años compartan un espacio físico con aquellos que tienen este derecho a consumir alcohol.
Explicó que hay una normativa en la que se establece específicamente que un menor no puede participar de espacios físicos públicos con aquellos que tienen autorización por la ley para consumir alcohol.
Dijo que “el primer debate que se va a tener que propiciar es cómo obtener un espacio físico adecuado para los jóvenes, que ya está previsto en la ordenanza 1914. Había uno o dos locales en Posadas que tenían la habilitación exclusiva para el ingreso de menores, donde hay ciertas particularidades edilicias y funcionales que tienen que ver por ejemplo con la extensión de la prohibición de tener carteles de publicidad que promociones el consumo de alcohol, de tabaco, de conductas adictivas. Hay una clara diferenciación entre la situación de un mayor y la situación de los menores de 16 a 18 años. Esto seguramente va a requerir un debate de mediano y largo plazo que tenga que ver con el acompañamiento y la contención, la maduración de las ideas en torno a cómo puede avanzar el menor que tiene el ánimo y las ganas de tener un esparcimiento, compartir con sus jóvenes amigos en la misma condición etárea un espacio de esparcimiento.
Hassan consideró importante destacar para el análisis que en estos días el presidente de APES manifestaba que él conoce que los jóvenes que ingresan a los locales lo hacen de una manera ilegal. Ese reconocimiento me parece un punto claro que debe estar planteado en el debate. Digo esto porque por ahí se ha formado equivocadamente un concepto social de que existe permisividad para el ingreso de menores. Me parece que este reconocimiento que hace el presidente de Apes clarifica y desmitifica ese concepto que tiene el común de la gente. Además señala tres situaciones, por un lado ingresan menores que utilizan los vínculos o conocimientos de sus padres con los dueños de los locales bailables, es decir a través del uso de la influencia de un mayor; y por otro lado están aquellos que tratan de influenciar sobre los controladores, sobre los agentes de seguridad dispuestos por los propietarios de los locales bailables; y por último aquellos que falsifican el carnet identificatorio adulterando la fecha de nacimiento. Este reconocimiento me parece absolutamente esclarecedor sobre lo que sucede realmente en Posadas”.
También señaló que está convencido que el número de menores de 18 que ingresan a los boliches está alrededor entre 200 y 400, para una ciudad que tiene un esparcimiento nocturno de aproximadamente diez mil jóvenes por noche, indudablemente es una insignificancia”.
Al relativizar esa cifra agregó que se trata de jóvenes que utilizan mecanismos no legítimos para sortear los controles, creo yo que se han apresurado tal vez aquellos que han tratado de plantear la problemática porque la demanda me parece que no es tal. Este proyecto arrancó como una necesidad de miles de jóvenes y ahora se va reduciendo a un grupo de jóvenes que tienen una situación económica cómoda, chicos de clase acomodada y él plantea que permitir esta igualdad significa que ya no existan los privilegiados y que el acceso sea para todos. Entonces ahí uno empieza a vislumbrar el porqué de la protección, la tutela del Estado y el control de los padres porque es un planteo bastante ingenuo en este sentido, porque la igualdad de aquellos que no cometen la ilegalidad con aquellos que la cometen, no es lógica ni razonable”.
Comentá la nota