Aunque compartían una larga mesa, no se saludaron. El líder del PRO se preocupó de que no hubiera foto juntos.
Cara a cara quedaron Mauricio Macri y Sergio Massa en el momento más esperado del festejo de la Vendimia Solidaria, cuando los gauchos ingresan a la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos. Ninguno atinó a acercarse y por pedido del PRO, los candidatos se sentaron separados en la larga mesa para no tener que saludarse.
La Vendimia Solidaria en la estancia San Isidro del empresario Daniel Vila y su socio José Luis Manzano, dueños de canal América y Grupo Uno, fue siempre un espacio distendido donde peronistas, radicales y, este año macristas, se abrazan, se hacen bromas y chocan sus copas de vinos. Todos menos dos: Macri y Massa que no quisieron compartir protagonismo. Ambos se disputan por estas horas el apoyo para sus candidaturas del radicalismo, incluido el mendocino, favorito en las encuestas para la gobernación.
Visiblemente incómodo, el jefe de Gobierno porteño no se levantó de su silla hasta que partió antes del postre, con su mujer Juliana Awada y su hija Antonia. A su lado estaban el empresario Alejandro Bulgheroni y su esposa, dueños de Panamerican Energy. Y del mismo lado de la mesa y a sólo tres sillas que parecieron un océano, los ubicaron a Sergio Massa y Malena Galmarini. Massa ocupó la mayor parte del almuerzo en una animada charla con el joven empresario Agustín Vila, como si no le importara la indiferencia del líder del PRO. “Yo no tengo problemas de saludar a nadie. Me parece poco serio cuando los políticos se hacen las vedettes o juegan a la foto-oportunidad”, disparó Massa.
En las misma mesa, pero enfrente, se sentaron y saludaron el diputado nacional Martín Insaurralde con la modelo Jésica Cirio, el precandidato a jefe de Gobierno porteño del PRO Horacio Rodríguez Larreta y su esposa, el intendente de Vicente López Jorge Macri y la conductora Pamela David. En una mesa contigua estaban la actriz Flor de la V y su marido.
Degustando los vinos de la bodega Altus de Manzano y un costillar a la llama como plato principal, los invitados le prestaron poca atención a Alejandro Fantino, que fue el conductor del programa especial que se emitió por América. El conductor de Animales Sueltos fue secundado por Luis Novaresio, Luis Majul, Oscar González Oro, Gustavo López, Marcelo Palacios, Rolando Graña y Carolina Losada, entre otros periodistas del multimedio. El evento recaudó 10 millones de pesos con fines solidarios.
“¿Dónde está (Daniel) Scioli?”, preguntaban algunos dirigentes. A último momento, el gobernador bonaerense pegó el faltazo a este festejo para viajar a Río Negro y apoyar a su candidato a la gobernación, el senador Miguel Pichetto.
Uno de los temas políticos más comentado en la estancia fue la incógnita que hay sobre la definición de la Convención de la UCR del próximo sábado.
Macri trató de marcar diferencia con los que piensan que el acuerdo con la UCR puede ser determinante para alcanzar la Presidencia y se apegó al libreto: “Los argentinos nos estamos dando cuenta de que los protagonistas de nuestro futuro somos nosotros mismos y que nadie puede sentirse el dueño de la pelota”. Insistió en que la sociedad demanda un “cambio” y que en su espacio pueden confluir “los que nunca hicieron política pero quieren ser protagonistas, y los que estaban alejados del poder en estos años, especialmente el radicalismo, y algunos del PJ, que nunca se han sentido parte de lo que sucedió en esta última década”. Cuando Clarín lo quiso abordar por el no saludo con Massa, el jefe de Gobierno partió raudo.
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