Enfrentado con La Cámpora, Jorge Ferraresi pegó el portazo en el Instituto Patria

Enfrentado con La Cámpora, Jorge Ferraresi pegó el portazo en el Instituto Patria

Renunció a la vicepresidencia del think tank cristinista. Lo reemplaza el intendente Zurro. Acuerdo de "mutuo respeto" con CFK y "todo podrido" con Kirchner.

Por Macarena Ramírez

El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, dio el portazo y se fue del Instituto Patria. Después de ocho años de ocupar la vicepresidencia del espacio conducido por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, dejó el cargo y asumió en su lugar el intendente de Pehuajó, el ultrakichnerista Pablo Zurro. La raíz del alejamiento está en el enfrentamiento a cielo abierto que mantiene con Máximo Kirchner y La Cámpora y su búsqueda por consolidar el alineamiento con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof.

 

La salida de Ferraresi del think tank cristinista se concretó hace semanas. Según reconoció off the record Letra P una fuente, la idea era que "no trascendiera” para “evitar que las internas del peronismo quedaran en el centro de la escena”. Un dirigente de trato cotidiano con el alcalde de la Tercera sección electoral reconoció a este medio que el alejamiento tiene su origen en las tensiones con el presidente del PJ bonaerense. “Con Máximo Kirchner está todo podrido”, dijo y agregó que con la ex presidenta hay “un acuerdo de respeto mutuo”, pero la relación “está cortada”.

Hasta la salida de Ferraresi, Zurro tenía el cargo de primer vocal titular. El reemplazo correrá hasta tanto se realice una asamblea para elegir autoridades. “Es un orgullo estar en el cargo, porque es un lugar que construyó Cristina, que lo hicimos con muchísimo trabajo durante la época de Macri, del que soy parte, soy defensor y valoro mucho”, dijo a Letra P el jefe comunal de Pehuajó.

El intendente del distrito del interior esquivó la pregunta sobre los motivos de la salida de Ferraresi. “Tendrá que comunicar él los motivos por los que tomó esa determinación”, dijo y concedió que es “una persona muy presente, un amigo, un compañero de la política”. “Con él, con Mario Secco y varios intendentes ya hicimos una resistencia en la época de Macri y Vidal y la seguiremos haciendo”, indicó.

De Alberto a Cristina y a Kicillof

Letra P ya había contado la parábola de Ferraresi, quien mucho tiempo atrás cambiaba el neoalbertismo -fue el primero, en 2021, en postular al expresidente Alberto Fernández para la reelección- por el regreso a los brazos del cristinismo; fue, incluso, uno de los más fervientes impulsores de la candidatura presidencial de CFK en la previa al cierre de listas de 2023.

Sin embargo, los movimientos del mandamás de Avellaneda no quedaron ahí. Durante la campaña, Ferraresi se ubicó bajo la figura del gobernador de Buenos Aires y se instaló como cabeza, juntos a los intendentes de Ensenada, Secco, y de La Matanza, Fernando Espinoza, de la denominada Mesa de Ensenada, que traccionó la candidatura de Kicillof y hoy funciona como la articuladora de la política bonaerense con un kicillofismo en construcción.

Pero mientras fue creciendo su acercamiento al gobernador hasta convertirse en parte de su mesa chica, su alejamiento del presidente del PJ bonaerense y conductor de La Cámpora, Kirchner, se fue acentuando. Ferraresi dio varias señales en ese sentido. Al asumir su cuarto mandato en diciembre pasado, cuestionó a quienes “siguieron debilitado al gobierno con la mirada desde afuera cuando, en realidad, estábamos adentro”. Y destacó que Kicillof “resistió el embate de algunos que pretendían que no sea nuestro candidato a gobernador”. La referencia fue a la estrategia planteada por Kirchner, quien junto a un grupo de dirigentes pretendía que el mandatario fuera el candidato a presidente del peronismo.

Enero en llamas

En enero, el de Avellaneda fue de los dirigentes más activos del arco panperonista. Comenzó un raid de reuniones y movimientos que no pasaron desapercibidos y que comenzaron a surgir versiones sobre la búsqueda de pelear por la presidencia del PJ, una silla que hoy tiene Kirchner.

Días antes, en el epílogo de 2023, Ferraresi rompió el bloque de concejales del oficialismo en Lanús, distrito gobernado por el camporista Julián Álvarez. La concejala de su espacio político Belén Berrueco, segunda en la lista local, formó un monobloque. Poco después, recibió al ex jefe comunal de ese distrito, Néstor Grindetti.

No fue el único gesto. En las ruedas de encuentros que lideró en su despacho municipal recibió al ex intendente de Hurlingham Juan Zabaleta, derrotado en su distrito tras una feroz interna con otro dirigente de La Cámpora, Damián Selci. Días antes había publicado una nota en la que era muy crítico de La Cámpora y su conductor.

Finalmente, Ferraresi apuntó también hacia Quilmes, donde gobierna Mayra Mendoza. Convocó a una reunión a Gabriel Berrozpe, un dirigente de poca monta pero que pretendió en la última elección competir en internas con la intendenta. Hizo lo mismo con el concejal Ariel Burtoli, quien recientemente había sido desplazado de la presidencia de bloque del distrito vecino.

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