Según datos de la Dirección Provincial de Estadística y Censos. El año pasado comenzó con una inflación del 5 por ciento y finalizó con un 4,6 por ciento en los bienes y servicios.
El 2021 fue otro año difícil para el golpeado bolsillo de los puntanos, quienes cerraron el ciclo anual con una inflación del 50,7%. Según se desprende de los informes mensuales publicados por la Dirección Provincial de Estadística y Censos (DPEyC), las mayores subas de precios en los bienes y servicios fueron en el inicio y al cierre del período anterior, es decir, en enero y diciembre, con un 5% y un 4,6%, respectivamente.
El capítulo que más repercutió en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el arranque de 2021 fue Transporte y comunicaciones, con el 7,6%, debido a los reiterados aumentos en el precio de los combustibles, implementados durante enero del año pasado, que durante ese mes alcanzaron una variación promedio de 10,2%.
Otra de las variables que impactó en la inflación inicial del año anterior fueron las subas aplicadas a los vehículos cero kilómetro, accesorios, repuestos y mano de obra para la reparación y el mantenimiento de los automóviles.
En febrero, las subas generales alcanzaron el 3,7% y tuvieron como protagonista a Transporte y comunicaciones, que volvió a liderar los mayores incrementos con un 6,8% general; seguido del capítulo Equipamiento y mantenimiento para el hogar (5,6%), por la remarcación en muebles, artefactos para cocinar o conservar alimentos, como también para el confort ambiental, electrodomésticos grandes y pequeños, batería de cocina, cubiertos, utensilios y vajilla, entre otros artículos hogareños.
Con el retorno de las clases, marzo de 2021 (3,9%) mostró un fuerte aumento en el rubro Educación (9,8%), por el encarecimiento de las matrículas y cuotas de los colegios privados, como también de la "educación no formal". También, el tercer trimestre de 2021 cerró con un incremento en el valor de los libros de texto para estudio.
En abril, la inflación del mes (4%) volvió a estar encabezada por los costos de Equipamiento y mantenimiento para el hogar (5,2%), seguido de Educación y Transporte y comunicaciones (4,9% ambos). También en ese mes tuvo una incidencia importante Atención médica y gastos para la salud (4,3%), por las subas en el precio de los medicamentos, elementos para primeros auxilios, aparatos y accesorios terapéuticos, consultas clínicas y tratamientos odontológicos, sistemas de salud y servicios auxiliares.
Además, Esparcimiento tuvo su pico inflacionario en mayo (3,3%), cuando ese capítulo registró subas promedio del 6,8%, por la incidencia del incremento en el precio de las cuotas de los gimnasios, la hora de juegos en red a través de internet, como también del encarecimiento de las revistas, juguetes y otros servicios.
La primera mitad de 2021 cerró en junio con un aumento del IPC del 3,4%, empujado principalmente por incrementos en Alimentos y bebidas (4,1%). Los productos que más remarcaron su valor en ese rubro fueron los cortes de carnes vacuna y de ave, el pescado fresco, los fiambres embutidos y conservas, los aceites, las margarinas y grasas, como también los lácteos, el azúcar, la miel, el cacao, los aderezos, condimentos y especias. Una tendencia similar sufrieron las comidas para llevar, las gaseosas, aguas y bebidas alcohólicas; mientras que las verduras y frutas sufrieron bajas debido al componente estacional.
Segunda mitad del año
El comienzo del segundo semestre del año, en julio, tuvo la menor inflación del ciclo 2021 (2,5%). Sin embargo, al igual que en marzo, Educación volvió a dispararse durante ese mes en un 10,8%, por incidencia, otra vez, de las cuotas de los colegios privados y los institutos de "educación no formal", como también por los artículos de librería y material de estudio.
En cambio, agosto (2,6%) mostró uno de los pocos casos de deflación generalizada del año. Fue en el capítulo Vivienda y servicios básicos, con una desaceleración de los precios del -2,1%, por la incidencia de la entrada en vigencia del Régimen de Zona Fría, en el que fue incluida la provincia y
que implicó una baja del 30% en el valor de las facturas del gas natural. Eso ocasionó un descenso del 16% en el grupo de combustibles para la vivienda.
Atención médica, la contracara
Sin embargo, la contracara de ese fenómeno durante ese mes fue Atención médica y gastos para la salud, que volvió a registrar un pico de aumentos (7,8%), principalmente debido a la suba de las cuotas de medicina prepaga autorizada por el gobierno nacional.
Septiembre (2,9%) mostró una incidencia mayor del sector de Esparcimiento (6,7%), por el encarecimiento de periódicos, las revistas, los juegos y juguetes, entre otros. Indumentaria fue otro de los capítulos que incidió en el IPC general, con un 4,9%, debido al cambio de temporada primavera-verano y a los incrementos en el valor de la ropa exterior e interior para adultos y niños, como también en el calzado de vestir y deportivo.
Durante octubre se registró una tendencia similar al mes previo, con el protagonismo de Indumentaria y de Educación, con un 4,4% cada uno sobre el nivel general. Ambos capítulos volvieron a presentar la mayor inflación durante noviembre, de un 4,2% el primero y un 4,1% el segundo.
El cierre del año fue con un aumento general de precios del 4,6% en diciembre, un mes en el que los alimentos mostraron la suba más alta de 2021, con un 6%, por el impacto que tuvieron las Fiestas de Fin de Año, ocasión en la que se encarecieron sobre todo los cortes de carne vacuna (12,4%), como también la de ave. Además sufrieron remarcaciones los aceites, productos de panificación, fiambres, embutidos y conservas, lácteos y huevos, frutas, azúcar, miel, dulces y cacao, comidas listas para llevar y para consumir fuera del hogar, desayuno y refrigerio, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, infusiones, especias y aderezos.
En cambio, las verduras mostraron el segundo retroceso del año, con una baja en su precio del 8,5%, debido al componente estacional.
Hacen falta $76 mil para no ser pobre
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el cierre del 2021 una familia tipo necesitaba ingresos de $76.146,13 para no caer en la pobreza. La cifra representa un alza del 40% en la comparación con la medición interanual de diciembre de 2020.
Sin embargo, en comparación con la inflación anual, el registro se ubica once puntos por debajo de la variación que presentó la suba de los valores generales de los bienes y servicios (50,9%). La diferencia —según el Indec— se explica por el impacto del congelamiento de las tarifas de servicios públicos y transporte, y por los acuerdos de precios que mantuvieron sin cambios el costo de consumo de los productos esenciales.
Los más de $76 mil representan el valor que alcanzó la Canasta Básica Total (CBT), que el Indec elabora para establecer los límites de ingresos que permiten determinar la pobreza en el país.
La CBT está compuesta por un conjunto de alimentos y servicios básicos para la subsistencia de una familia compuesta por un matrimonio y dos hijos.
El organismo también calcula la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que en este caso determina la línea de indigencia, ya que solo está formada por alimentos. Al cierre de 2021, la CBA se ubicó en $32.963,69 para una familia tipo, un valor que traducido en términos porcentuales equivale a un incremento del 45,3% frente a diciembre de 2020 (unos seis puntos por debajo de la inflación general).
La última medición que el Indec dio a conocer en relación al índice de pobreza fue la correspondiente al primer semestre de 2021, cuando se ubicó en un índice del 40,6% de la población total del país.
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