Esta mañana, en la Sala de Situación, el intendente Horacio Quiroga dio detalles de la implementación del proceso de separación de residuos en origen que comenzará a regir de forma obligatoria para todos los vecinos a partir del 4 de enero, primer día hábil de 2016.
El municipio definió que los lunes, miércoles y viernes se recolectarán los residuos húmedos, mientras que los martes, jueves y sábados se realizará la recolección de los residuos secos que ingresarán a la planta separadora que se construye en el Complejo Ambiental. “Queremos hacer de Neuquén la ciudad más limpia de toda la Patagonia y para eso tenemos que saber qué hacer con la basura”, sostuvo Quiroga.
“Esto es un avance muy importante que existe en pocos municipios del país -destacó- pero no debemos olvidar que se trata de un desafío colectivo donde todos los vecinos debemos comprometernos y tomar conciencia”. Además, auguró que el futuro en materia de disposición final en la ciudad “es muy bueno, porque no hay muchas municipalidades que puedan tener un horizonte de una década o más de no tener problemas con la basura”.
El mandatario indicó que estos avances permiten mejoras en medioambiente, en espacio y rendimiento de las cavas donde se hace la disposición final, en tiempo de operación de la planta, y en calidad del residuo orgánico para producir el biogas y el compos. “Tenemos lugares donde los residuos orgánicos van generando biogas que es una buena forma de reciclar y utilizar la basura, y que permite proveer de energía a toda la planta”.
Por último, Quiroga apostó por la solidaridad social y subrayó que “tiene que existir en nuestra conciencia que para no fracasar, esto tenemos que hacerlo todos juntos, seis días a la semana” y aseguró que “el que no cumpla con esto, se convierte en un conspirador porque la Municipalidad hace estas inversiones atendiendo esta necesidad ambiental”.
Sobre el correcto aprovechamiento de la basura, dijo que es “algo sencillo pero que requiere de un trabajo constante y articulando con todos los sectores” y en tal sentido recordó la creación de la planta de separación que significó “un trabajo conjunto con la Universidad que organizó y agrupó a las personas que viven del cirujeo, una actividad que en algunas casos se extiende por dos o tres generaciones en la familia y que se hace en condiciones de salubridad peligrosas”.
Agregó que “ahora hay un panorama distinto y más seguro porque los niños no podrán ingresar pero tendrán juegos para divertirse mientras esperan que sus padres hagan esa tarea y, por otro lado, los adultos que van a realizar ese trabajo se pueden bañar allí y se los proverá de indumentaria adecuada”.
Por último, repasó las distintas etapas del proceso y recordó que en la primera gestión al frente del municipio, se hizo el enterramiento sanitario “que era una innovación por las condiciones geológicas de las bardas” y explicó que “el problema fundamental que trae la descomposición de la basura y la contaminación es que todos esos jugos que producen los residuos orgánicos, filtra a la napa y con el desplazamiento de estas, se contamina el suelo. Entonces, hicimos las cavas, que es donde se tira la basura, con membrana de impermeabilización, con lo que empezamos a resolver el problema de la basura en el basurero pero luego era necesario empezar a transitar el proceso de la separación en origen para el aprovechamiento de estos residuos sólidos clasificados previamente”.
Por su parte, el subsecretario de Servicios Públicos Concesionados, Alejandro Hurtado, indicó que el objetivo de esta experiencia inicial es disminuir la cantidad de residuos que se incorporan diariamente al relleno sanitario, y poner en valor sus cualidades. Además, dijo que “se pretende organizar la recuperación de los materiales, y mejorar la calidad y dignidad de los segregadores que en la actualidad trabajan en el lugar, separando los residuos para generar sus ingresos”.
En uno, depositar el material seco, es decir, papeles, cartones, latas de aluminio, metal, envases plásticos y de vidrio, ropa y telas, todos limpios y sin humedad, que son los que tienen valor de recuperación y de mercado y que sirven de insumos para otros procesos. En otro, de menor tamaño, dejar el material húmedo, es decir, restos de comidas y orgánicos, papeles y cartones sucios, y todos los residuos contaminados, con mucha suciedad o mojados.
“Los residuos separados pueden colocarse en cualquier tipo de bolsa plástica. La frecuencia de la recolección se mantiene en los 6 días de la semana y no se dejará de recolectar ninguna bolsa, independientemente de la actitud del vecino”, indicó Hurtado. “Este período de prueba permitirá el acostumbramiento de las familias y podremos medir el compromiso de la comunidad en colaborar con el cuidado del medio ambiente; es la gran oportunidad del vecino de sentirse parte de esta etapa”.
Respecto a la recolección, se pedirá a los vecinos que tengan la amabilidad de colocar en sus cestos los días lunes, miércoles y viernes los residuos húmedos no reciclables y los días martes, jueves y sábados los residuos secos reciclables.
A su vez, la subsecretaria de Medio Ambiente, Silvia Gutiérrez, subrayó que “entre los beneficios más relevantes de esta implementación están el ahorro en materia prima, y la protección del medio ambiente y de nuestros recursos naturales”.
“En un principio no hay previstas sanciones, pero apuntamos a la buena predisposición y conciencia de los vecinos para que se consolide esta práctica diaria y lo que haremos en primer término es monitorear el funcionamiento del sistema analizando qué se recolecta, tomando muestreos y haciendo recorridas para poder trabajar de la mejor manera”, indicó.
“Estas acciones responden a un pedido de la sociedad y estamos contentos porque vemos una buena permeabilidad a este tipo de medidas, por lo que confiamos en que poco a poco lograremos que todos adopten esta costumbre”, concluyó la funcionaria.
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