El concejal Diego Ranieli defendió la necesidad de tomar deuda para hacer asfaltos. Aseguró que la recaudación municipal aumenta por inflación, igual que los intereses del préstamo.
El gobierno municipal salió ayer a defender la necesidad de tomar deuda para financiar la construcción de asfaltos, luego que un sector del peronismo alertara sobre los altos costos que tendría el empréstito solicitado.
El concejal oficialista Diego Ranieli, que hace algunas semanas fue secretario de Gobierno, aseguró que la toma de deuda es la única herramienta veloz para solucionar la falta de infraestructura, que, según señaló, es “urgente”.
A la vez, desestimó los peligros del encarecimiento de la deuda, que se actualizará por inflación al ritmo de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), ya que argumentó que los recursos municipales, apoyados principalmente en las tasas, también siguen el ritmo del índice de precios.
Para Ranieli, el “principal argumento (para solicitar un crédito) es la urgencia que hay respecto al atraso de la infraestructura. Es imprescindible llegar a la gente con obras”, dijo.
El crédito que generó más debate es uno que tendría un máximo de 600 millones de pesos, que prestará el Banco Nación a un plazo de 15 años, con una tasa de 8% por encima del valor de la UVA. El destino principal será la construcción de asfaltos que, según anticiparon desde el gobierno, tendrán cordón cuneta e incluirán la obra hidráulica.
“Nos gustaría discutir el crecimiento de otros aspectos, pero hay necesidades básicas que nos hacen que no podamos pensar en otras cosas, como polideportivos o piletas climatizadas”, señaló el oficialista.
En ese sentido, defendió la toma de un crédito que “permite hacer las obras hoy, sin comprometer la administración”.
Costo
La autorización para la toma de la deuda fue analizada en el Concejo Deliberante, que le dio el visto bueno inicial, aunque aún deberá ser convalidada por la asamblea de Mayores Contribuyentes, que se convocaría durante febrero.
En la sesión del martes, la iniciativa fue cuestionada por un sector del peronismo, encabezado por el interbloque integra el Frente Pilarense y Unidad Ciudadana. El resto de la oposición -incluido el Frente Renovador- también manifestó sus dudas, pero decidió acompañar el proyecto.
“Es inviable que por un servicio se tome un préstamo con el que desfinanciaran al Municipio”, señaló el concejal Federico Achával. Y agregó que “con el endeudamiento, cada pilarenses se convierte automáticamente en deudor de 8.000 pesos mensuales”.
Ranieli minimizó los riesgos. Dijo que el crédito “está atado a la inflación, igual que la recaudación del municipio”.
“La oposición está preocupada porque van a pagar las gestiones futuras. Pero la plata es del vecino, nosotros solo la administramos, más allá de quién gobierne”, dijo.
A la vez, aseguró que actualmente “el servicio de deuda no llega al 3% del presupuesto y con estos créditos se llega al 8%”, en tanto que aseguró que el pacto fiscal firmado con la Provincia “limita al 10% del presupuesto lo destinado el pago de deuda”.
“El reclamo permanente de los vecinos es la falta de obras. Y aunque estamos trabajando en las herramientas para aumentar la base contributiva, no se puede hacer todo lo que falta en poco tiempo” con recaudación propia, dijo Ranieli. Y sostuvo que “la gente no puede esperar más”.
“Además, cuando ven obras, los vecinos empiezan a ver que el dinero que pagan vuelve”, sostuvo.
El dato
Durante el mes de febrero se realizarían nuevas sesiones extraordinarias. Vale recordar que el periodo ordinario recién comienza el 1 de abril.
600
millones de pesos es lo que le pide el gobierno municipal al Banco Nación. Faltan aprobaciones locales y del Ministerio de Economía.
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