Víctor Hugo Cayo Vega, de 42 años, era un empresario textil boliviano que residía en la ciudad de Chacabuco y pretendía disfrutar del fin de semana largo junto a sus seres queridos. Había salido a navegar desde Vuelta de Obligado junto a su esposa, sus tres hijos menores de edad, un sobrino y dos amigos mayores.
Víctor Hugo Cayo Vega, de 42 años, era un empresario textil boliviano que residía en la ciudad de Chacabuco y pretendía disfrutar del fin de semana largo junto a sus seres queridos. Había salido a navegar desde Vuelta de Obligado junto a su esposa, sus tres hijos menores de edad, un sobrino y dos amigos mayores.
Una de las versiones indica que Cayo Vega se hundió en el arroyo denominado “El Correntoso”, ya en jurisdicción de Ramallo, a la altura del km. 305 de la margen derecha del río Paraná, cuando quiso cruzar nadando con una red de pesca atada a la cintura. Una de las hipótesis indica que el peso de las plomadas hizo que se sumergiera contra su voluntad. En medio de la desesperación un amigo se arrojó al agua para ver si lo podía rescatar y a pesar de los intentos y hasta de poder tocarlo en dos oportunidades Vega desapareció de la superficie. Otra de las hipótesis es que el hombre se arrojó a las aguas para refrescarse y nunca más salió.
Rápidamente se alertó de lo sucedido al servicio de emergencias 106 y dos embarcaciones pertenecientes a Prefectura Ramallo y San Pedro trabajaron en el lugar buscando el cuerpo del desafortunado vecino.
Cayo Vega vestía una remera color celeste, un short negro, era de contextura robusta, tez morena, cabello negro, de 1,65 metro de estatura y unos 90 kilos de peso aproximadamente.
Finalmente, pasado el mediodía del sábado, el cuerpo de la víctima fue encontrado en inmediaciones del lugar donde se había producido su desaparición.
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