Pagani, de Arcor, reclamó bajar la presión tributaria
La apertura de la Argentina a los mercados mundiales generó entusiasmo entre los empresarios del exterior y respaldo de los locales que estuvieron presentes en la segunda jornada del “Davosito” que se realizó en el CCK porteño, aunque hubo pedidos para que el intercambio sea “de ida y vuelta” para “no caer en los errores que se vivieron en los ‘90”. El Gobierno buscó dar señales internas y dijo que todos los acuerdos serán consensuados con fabricantes y trabajadores.
Las señales de apertura fueron enviadas a dueños, CEO y ejecutivos de las multinacionales que colmaron la sala plenaria del Foro de Inversión y Negocios que organiza el Gobierno y que hoy tendrá su última jornada. Sin embargo, la administración nacional también buscó diferenciarse de las políticas “tecnócratas” con las que se emparenta a la gestión Macri, y a través de su secretario de Comercio, Miguel Braun, aclaró que el objetivo es la generación de empleo argentino.
Braun prometió avanzar en acuerdo con otros mercados
sólo en concordancia con empresarios y trabajadores
Uno de los integrantes del panel “Trade and openness” fue el presidente y CEO del Grupo Arcor, Luis Alejandro Pagani, quien destacó el trabajo conjunto entre el sector privado local con el Gobierno nacional para “volver a insertar en el mundo para las inversiones que la argentina dejó de lado en todos estos últimos años”.
El dueño de una de las multinacionales argentinas se lamentó por “los problemas logísticos y tributarios” que “se dieron en los últimos seis años”, y dijo que las fábricas argentinas sufren “la mayor dificultad puertas afuera de la planta por los costos logísticos. “En la infraestructura, el Estado ha tomado nota. Entre el privado y el Estado se van a poner en ejecución en los próximos 4 o 5 años”, se esperanzó el líder empresario.
Pagani también se lamentó “que en estos últimos 10 años se ha duplicado la carga tributaria, y eso hace perder competitividad”, y afirmó que el Gobierno deberá estudiar medidas parancelarias, “que como argentinos tenemos que saber detectar”.
El dueño de Arcor, una de las más poderosas empresas alimenticias del mundo, dejó claro el feeling entre un sector del empresariado con el Gobierno de Mauricio Macri. Así, confesó que el cambio en la administración generó “mucho optimismo” en el sector privado, y criticó la gestión kirchnerista: “Venimos de 14 años de un encierro.
Lo que se discute hoy es el grado de apertura de la economía. Tiene que haber inteligencia porque en los ‘90 tuvimos una mala experiencia”. Pagani dejó claro que “cuando se abre un país como Argentina se abre al mundo, tiene que haber un ida y vuelta”, y le reclamó a Braun celeridad en las negociaciones para un acuerdo entre el Mercosur con la Unión Europea. “No quisiera esperar otros 20 años”, enfatizó.
Pagani: En estos últimos 10 años se ha duplicado la
carga tributaria, y eso hace perder competitivida
Braun tomó la posta y destacó “la importancia de que la Argentina vuelva a ser un jugador atractivo en el mundo”, con el objetivo de “generar empleo para los argentinos”. “Necesitamos un fuerte flujo de inversión para reactivar la economía”, enfatizó.
El funcionario anticipó que el Gobierno avanza con la firma de “nuevos acuerdos comerciales con países centrales del mundo”, y destacó las negociaciones con la UE. “Estamos trabajando con Japón en un acuerdo bilateral de inversiones. Podemos ser un hub para toda la región, con la medidas como la facilitación de comercio con Chile, Colombia y mejorando el comercio dentro del Mercosur”, enfatizó.
El titular de Comercio dijo que “esta inserción a través de acuerdos comerciales va a permitir aumentar la inversión”, pero aclaró que “el proceso de integración tiene que ser consensuado con el empresario argentino y con el trabajador”. “No es un cambio tecnocrático sino estratégico con la gente adentro” , afirmó.
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