A la presentación del documento denominado "El trabajo y la industria frente a los problemas actuales y el futuro de la economía nacional", asistieron además de representantes gremiales y empresariales, los ministros de Planificación, Julio De Vido; de Industria, Débora Giorgi; y de Trabajo, Carlos Tomada, acompañados por secretarios de las respetivas carteras.

Los firmantes del documento por el sector industrial fueron por la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), Gerardo Venutolo; por la Cámara de la Industria del Juguete; Matías Furios; por la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss; Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro; Fundación Protejer, Marco Meloni; y el titular de la Unión Industrial bonaerense (UIPBA), Osvaldo Rial.

En tanto, los representantes gremiales firmantes que llegaron hasta el Hotel Panamericano del microcentro porteño fueron el titular de la CGT y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló; de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez; del Sindicato de Mecánicos (SMATA), Ricardo Pignanelli; y de la Asociación Obrera Textil (AOT), Jorge Lobais.

En la presentación del documento -que quedará abierto a nuevas adhesiones-, Martínez resaltó "la vocación del sector empresarial y sindical en defender un modelo y sus políticas de Estado de reconstrucción del tejido productivo, el desarrollo del mercado interno, a partir de una visión estratégica a largo plazo en el que la industria juega papel preponderante".

Al explicar las razones del documento, el titular de la UOCRA afirmó que "vuelven a surgir voces de la especulación y el engaño de llevar a un país de factoría propia", y exclamó: "esa situación no la vamos a aceptar porque los trabajadores del sector industrial estamos de pie y vamos a defender este modelo".

Por su parte, Lascurain dijo que los sectores industriales "valoran muchísimo el acompañamiento de las políticas de Estado", y se manifestó convencido de que "este es un proceso que puede tener algunas dificultades pero que es necesario apoyar y defender porque es el que permitió sobrevivir a la crisis de 2001 y hacer un país en el que se queden todos".

En particular, destacó la adopción de la política de "administración del comercio, que significa administrar los puestos de trabajo".

"Ir a las negociaciones internacionales y no regalar puestos de trabajo por determinadas condiciones favorables para algunos sectores primarios, es una decisión que se tomó en este proceso", enfatizó el dirigente industrial.

El documento planteó como análisis de situación que "la economía argentina está operando en condiciones de alta ocupación de la capacidad productiva y de mano de obra, el consumo interno creciendo y motorizando a la misma, el desendeudamiento permitió recuperar soberanía económica para la toma de decisiones y los mercados internacionales son razonablemente favorables para las exportaciones argentinas".

Tras repasar las causas y consecuencias de la crisis de 2001, las entidades del trabajo y de la industria expresaron su "total contribución y voluntad para resolver las situaciones que puedan presentarse" y afirmaron la "plena confianza en el potencial del país y su capacidad de desplegar el desarrollo sustentable con inclusión social".

Sobre la marcha de la economía y los movimientos especulativos registrados durante el último tiempo, la dirigencia advirtió que "los escenarios económicos donde pueden generarse incertidumbre acerca de disponibilidad de divisas, expectativas de movimiento de precios o de fuga de capitales, es la meta buscada y deseada por aquellos cuya actividad no es la producción o la industria".

Tras resaltar el proceso continuo de integración de las cadenas productivas, el documento aseveró que "hoy es el momento histórico para continuar apoyando a la industria, la actividad primaria y el empleo, que tantas veces fueron postergados en la Argentina por la inestabilidad institucional, el sometimiento a la especulación financiera y la cultura rentística".

Finalmente el documento consideró que "medidas que mejoran la competitividad del tipo de cambio para impulsar la generación de divisas, la actividad económica, reducir expectativas de precios, evitar la fuga de capitales, incentivar la inversión, aumentar la producción, el empleo, los salarios reales y niveles crecientes de productividad son las herramientas necesarias para resolver los problemas que puedan presentarse hoy".