La Cámara de Comercio e Industria de Riad fue sede de un encuentro entre la delegación argentina que acompaña a la vicepresidente Gabriela Michetti en su gira por Medio Oriente y una veintena de CEOs de las más importantes empresas saudíes, interesadas en invertir en el país.

Un tema recurrente de los hombres de negocios locales durante el encuentro fue la necesidad de transparencia, reglas de juego claras y un marco jurídico adecuado en la Argentina para apuntar sus inversiones hacía el país. El viceministro de Hacienda y Finanzas de la Argentina, Pedro Lacoste, fue la cabeza del grupo argentino que participó del foro argentino-saudí. Frente a la inquietud de los empresarios, Lacoste explicó que el gobierno trabaja en políticas sostenidas en el tiempo, que permitan plasmar esa seguridad que reclamaron los potenciales inversores.

Lacoste dio cuenta además de la situación que encontró el gobierno de Mauricio Macri cuando asumió el poder. Habló de reservas colapsadas, problemas fiscales y alta inflación. Luego, repasó las medidas que vienen llevando a cabo para reencauzar este panorama. Entre otras cosas, mencionó la política cambiaria y el fin de las restricciones, la pelea por reducir el déficit fiscal, la transparencia de las estadísticas y el impulso de nuevas reglas de juego, en sintonía con lo planteado por los empresarios.

Otro de los miembros de la delegación argentina que tomó la palabra fue Pablo Quirno, representante de la Agencia Nacional de Inversiones, quien, en un fluido inglés, dio cuenta a los hombres de negocios locales de cuáles son los sectores más atractivos para invertir en la Argentina. Mencionó a la minería, el agro, la energía sustentable y el turismo como los más destacados.

En la actualidad, Argentina importa de Arabia Saudita combustibles y sus derivados y productos de la industria química, mientras que los saudíes compran granos y carne avícola argentina.

Por el lado saudita, el foro fue presidido por el vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria local, Hamad Alí Al-Shuwayer. Este habló de incrementar el intercambio entre ambos países -que declinó en los últimos años-, y en las oportunidades que genera para países como la Argentina el plan "2030", que apunta a diversificar la economía saudita, históricamente dependiente del petróleo.

Reclamo a De Vido

El cierre del foro fue dedicado a las consultas de los potenciales inversores hacia la delegación argentina. Además de mostrar su interés, los hombres de negocios sauditas querían saber, entre otras cosas, si la Argentina estaba trabajando para reducir los costos de logística y transporte para hacer más atractiva la plaza. Frente a esta inquietud, Lacoste explicó que el plan de infraestructura argentino apunta a reducir los costos de transporte para incrementar la competitividad. En el medio de estas preguntas, surgió el nombre de Julio De Vido de boca de uno de los empresarios, quien recordó alguna promesa que el ex ministro de Planificación hizo en su paso por Riad en 2011 y parece no fue cumplida.

Entre las empresas que participaron, algunas de las más destacadas fueron Al Fanar Eletric CO, dedicada a la distribución y supervisión de energía y agua, la industria electromecanica, y la ingenieria civil; el Zahid Group, que produce equipos y maquinarias agrícola y de obra pública; y Alsafi, que produce leche y sus derivados, y que abastece al Libano, Jordania, Iraq y Egipto.

Durante el intercambio de inquietudes en el foro, uno de los empresarios hizo mención a su interés en permanecer más tiempo en la Argentina para seguir sus negocios, algo que el visado no le permitía. Ante esto, el embajador argentino en Riad, Jaime Sergio Cerda, explicó que estaban trabajando para modificar los tiempos de permanencia permitidos, sobre todo en el caso de inversores.

Reunión de Lacoste con su par saudí

Antes de la realización del foro, Lacoste mantuvo un encuentro con su par saudí, quien también habló de transparencia. La entrevista entre los viceministros de Economía fue positiva y el funcionario de Riad nuevamente remarcó las intenciones de su país de invertir en la Argentina, tal como el propio rey se lo había manifestado a la vicepresidente Michetti en la jornada anterior.

Cocktail en la embajada, entusiasmo diplomático y fútbol

Por la noche, el embajador Cerda ofreció en su residencia un cocktail de honor a Michetti y su delegación. La casa del embajador está ubicada en una zona en la que hay varias delegaciones diplomáticas, fuertemente custodiadas por militares y policías del reino.

Allí se dieron cita un nutrido grupo de embajadores y diplomáticos, de Inglaterra, Italia, Noruega, Suecia, Libia, Egipto, México, Perú, Colombia y Uruguay, entre otros. La mayoría de estos hicieron comentarios positivos sobre el desarrollo de la misión argentina y hubo una muy buena repercusión del foro llevado a cabo más temprano en la Cámara de Comercio e Industria.

Durante el desarrollo del cocktail, en el que hubo canapés, empanaditas, otros bocados calientes y vino, la vicepresidente mantuvo un aparte con un grupo de mujeres, en el que había parlamentarias locales y sauditas destacadas, como una galerista de arte y una empresaria que reside en Nueva York. Michetti se interesó en sus actividades, que apuntan a una apertura de la sociedad, con mayor participación de la mujer, desde una perspectiva no confrontativa.

La residencia del embajador argentino también acogió a varios argentinos que viven en Arabia Saudita. Algunos de los que estuvieron en el cocktail trabajan en el Al Hilal, uno de los equipos de fútbol más importantes de la Pro League saudita, que recientemente contrató a Ramón Díaz como entrenador.

Lorenzo Frutos, ex enganche del aguerrido San Lorenzo de mediados de los 80, Juan Ignacio Brown, hijo del "Tata", y otros seis argentinos que son parte de los equipos de trabajo de las divisiones inferiores de Al Hilal contaron las peripecias de vivir a 15 mil kilómetros de la Argentina y en una cultura muy diferente. Varios de los concurrentes se preguntaban si el "Pelado" Díaz, que debutó con derrota en el clásico ante el Al Ittihad, iba a sumarse al agasajo. Pero el "ahí viene Ramón" finalmente no se concretó.