La instalación de Monsanto en la provincia de San Luis ya es un hecho. La empresa tiene arrendados dos campos en la zona del Valle del Conlara, que pertenecen a la firma Cresud “especialista en especulaciones inmobiliarias”.
Gran parte de esas semillas, con las que la empresa planea abastecer a 4 millones de hectáreas mediante su venta, será cultivada en San Luis. Las estancias arrendadas por Monsanto son: Santa Bárbara y La Gramilla.
“Verificamos que están en estos lugares preparando las semillas y haciendo uso de una infraestructura que el Gobierno de San Luis había desarrollado en el lugar y explotando el agua de un acuífero muy importante allí en ese Valle. Inclusive el movimiento del aeropuerto de la zona está vinculado a los viajes de los técnicos y ejecutivos que viven en Estados Unidos”, afirmó Medardo Ávila Vázquez, coordinador de Médicos de Pueblos Fumigados.
Ávila Vázquez señaló que para sus plantaciones Monsanto “no escatima ningún tipo de medidas preventivas; si sospechan que puede venir una plaga la van a empezar a tratar y, de hecho, los compañeros de la zona del Conlara que han trabajado en estas plantaciones contaban que nadie quiere trabajar porque todos han sufrido padecimientos muy graves trabajando, han estado intoxicados”.
“Otra situación que agrava las condiciones ambientales es que estas empresas fumigan por avión. Las fumigaciones aéreas son las que causan mayor impacto en la salud las poblaciones rurales y la dispersión de los venenos es incontrolable”, agregó el médico Pediátra y Neonatólogo.
Vázquez Ávila indicó, además, que estas empresas manejan suman importantes de dinero, lo que les facilita la autorización para realizar sus actividades, más allá que puedan violar las leyes ambientales de la zona de desarrollo. “Tienen un gran poder de convencimiento sobre los funcionarios” remarcó y completó: “Monsanto está denunciada como la empresa más corruptora del planeta”.
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