Los dueños de la empresa ratificaron la decisión de cierre de la misma. Se propuso la venta de las maquinas para pagar indemnizaciones. El 19 se define la situación.
En la mañana de ayer 70 trabajadores de la Cerámica San Juan llegaron hasta la Subsecretaria de Trabajo, para una audiencia conciliatoria, en el marco del cierre de la empresa y la desvinculación laboral. Durante la reunión se presentaron tres propuestas con el objetivo de mantener los puestos de trabajo o asegurar los créditos laborales.
La negociación comenzó a las 9.00 y se extendió hasta las 11.00 de la mañana, con una vigilia por parte de los trabajadores que realizaron corte de calle y manifestación en las puertas de la Subsecretaria de Trabajo.
En la audiencia los trabajadores llegaron representado por el Sindicato Ceramista, en al figura de su titular Roberto Pereyra y el abogado Osvaldo Ontiveros, más miembros de la CGT, en tanto desde la empresa compareció uno de los socios, Pablo Cardozo, con su asesor letrado, quienes dejaron de manifiesto la firme decisión de finalizar la explotación de la fábrica.
Roberto Correa Esbry, titular de la cartera laboral, indicó que la empresa ratificó los despidos y la decisión indeclinable de cerrar la empresa. “Sin embargo los empresarios, se mostraron predispuestos a que se brinden opciones para pagar los créditos laborales”, comentó el funcionario.
Las tres opciones que se barajan para poder mantener las fuentes laborales o por lo menos pagar las indemnizaciones, son: “vender el inmueble y maquinaria para destinarlos a pagos de indemnizaciones y deudas salariales, porque en realidad no hay dinero. La otra alternativa es alquilar la empresa a un tercero para asegurar la continuidad laboral de los trabajadores y la tercera alternativa es ceder los derechos de explotación a los trabajadores, donde tendrían que generar ellos una cooperativa de trabajo”, determinó Esbry, siendo la cooperativa la opción que más convence a los trabajadores que buscan continuar desempeñando sus tareas.
Las partes tienen 10 días para analizar las tres propuestas y comunicarlas el próximo 19 de mayo, donde se volverán a reunir con la autoridad laboral con el objetivo de determinar la solución.
Mientras tanto los trabajadores se mantendrán en guardias en las puertas de la fabrica. “Sabemos que estamos en situación de despidos pero la fábrica sigue tomada, nosotros no podemos trabajar si quisiéramos porque hoy no hay materia prima, pero el objetivo es poder formar en estos 10 dias nuestra cooperativa”, dijo Mario Castro, trabajador de la empresa.
La cooperativa en principio estará compuesta por los 70 despedidos, aunque el que no desee continuar trabajando puede solicitar el pago de la indemnización correspondiente. “Se respetará la decisión de cada uno”, indicó Castro.
Los trabajadores tienen en mente presentar el proyecto de cooperativa el próximo 19 de mayo y solicitar ayuda al Gobierno para poder iniciar los trabajos. “En la conformación de la cooperativa le pediremos al Sindicato y a la CGT que nos ayude”, acotó el trabajador.
En cuanto a lo que se les adeuda hasta el día de hoy a los trabajadores, Castro, estimó que se trata de uno 80 mil pesos. “Se no estaba adeudando 30 mil pesos en el mes de enero, pero falta que nos paguen algunas quincenas desde el mes de enero a la fecha, por lo que son alrededor de 80 mil pesos por cabeza”, dijo.
En cuanto a las indemnizaciones, Castro precisó que si bien se deben determinar por la antigüedad de los trabajadores que rondan los 10 y 20 años, en líneas generales se trata de 245 mil pesos. En este sentido Correa Esbry, estimó que para poder pagar a todos los trabajadores los créditos laborales, la empresa necesita alrededor de 4 millones de pesos.
De no haber un acuerdo de las partes el próximo 19 de mayo, la empresa presentaría el procedimiento de quiebra en los juzgados correspondientes.
Sobre las razones por la que la empresa decidió el cierre, Esbry explicó que se debe a “cuestiones económicas, donde los costos de producción no le permiten mantener las fuentes de trabajo y que esto resulta inviable la continuidad laboral de la empresa. Además han determinado que no quieren ellos estar más al frente de la explotación de la planta”.
Por otro lado desde el sector ceramista, Roberto Pereyra indicó que el problema de la empresa es la “falta de competitividad”. “En San Juan se usa más el ladrillón que el ladrillo. En Mendoza, hay una empresa muy tecnificada con la que no podemos competir, porque hacen mucha mercadería con muy poca gente y acá es al revés. Se hace difícil pelear en el mercado a empresas que no se han tecnificado”, explicó.
Al finalizar Peryra indicó que había problemas en la administración ya que según comentó no se pudo gestionar el Repro, debido a la falta de papeles administrativos. “En Ceramica San José si pudimos pedir el Repro, pero acá no porque no estaban todos los papeles que exige la Nación”, sostuvo.
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