Las manzanas premium alcanzan los 1.000 pesos por kilo, pero desde el sector afirman que este año puede haber sobreoferta, y que las fincas no tienen rentabilidad.
Por: Lucas Villamil.
La semana pasada empezaron a llegar al mercado las primeras manzanas de la nueva cosecha de la variedad Gala, que según explica el ingeniero agrónomo Miguel Sabbadini, gerente técnico de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), en los primeros días suelen tener buen precio porque copian el que tienen las manzanas de la variedad Red Delicious de la campaña anterior que quedaron conservadas en cámaras de frío. El precio promedio para esa fruta oscilaba hasta hace pocos días entre los 300 y 400 pesos por kilo, aunque en algunos casos de productos premium podía llegar a 700 o hasta 1.000 pesos el kilo. ¿Qué pasará en las próximas semanas, cuando la nueva cosecha se asiente en el mercado?
Según Sabbadini, de la fruta conservada ya queda poco, alrededor del mes de mayo debería terminar ese remanente de 2022 y quedaría solo la fruta de la actual campaña que es mucho más abundante que la anterior. “El año pasado no hubo tanta manzana y fue de mala calidad, entonces se guardó poco en las cámaras y hoy ya no queda mucho. Este año la cosecha es mucho más importante y la calidad viene muy bien. En diez días empieza a llegar al mercado la Red Delicious nueva, que es la preferida por los argentinos, y eso va a hacer caer el precio de la Gala”, explica Sabbadini.
Según un relevamiento reciente, el 77 de las manzanas argentinas son producidas en la provincia de Río Negro, Neuquén aporta el 15% y el 8% restante es producido por Mendoza. Sabbadini detalla que este año hubo solo dos heladas y que a los productores que pudieron tomar las precauciones debidas no los afectaron seriamente. La sequía tampoco es problema de la fruticultura de pepita porque las manzanas y las peras se producen en zonas muy áridas, siempre bajo riego.
En Argentina se producen ocho variedades de manzanas pero el 60% de la producción total es de la variedad Red Delicious. Poco más de la mitad de la fruta es destinada en fresco al mercado interno, el 34 por ciento se industrializa y el 15 se exporta, pero Sabbadini explica que los valores internacionales no inciden demasiado en el precio interno porque la exportación se centra mayormente en las variedades Gala y Pink Lady, que no son las que busca el mercado local. “La Red Delicious no se la vendemos a nadie en el mundo, el foco es claramente el mercado interno y en los países vecinos; Paraguay, Bolivia, Brasil...”, remarca. Luego aclara que en ese plano desde el sector están realizando campañas para impulsar el consumo, que en las últimas dos décadas cayó de 12 a 7 kilos anuales por persona.
“La manzana es un postre, no es la base de la alimentación. Si en Mendoza cosechan mucho durazno y el precio está bajo, la gente compra duraznos, entonces es difícil actualizar el precio de la manzana al ritmo de la inflación general”, afirma, y agrega que eso hace que la rentabilidad de las fincas sea negativa en muchos casos.
Según un informe elaborado por la Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas (Fenaomra) en la formación de precio final de las manzanas la finca aporta un 30 por ciento, el empaque un 26 por ciento, el flete un 5 por ciento, el mercado mayorista 10 por ciento y la verdulería explica el 28 por ciento.
“Los costos acompañan la inflación y el precio no. El 65 por ciento del costo de la finca es mano de obra, hay un alto costo laboral, no cierran los números”, dice Sabbadini. Luego detalla que desde 2006, la superficie cultivada con manzanas en Río Negro cayó de 26.000 a 17.000 hectáreas. “De 1.700 productores que hay en la federación, 500 están en situación de emergencia productiva. De a poco se concentra la actividad como consecuencia de la depuración”, concluye.
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