Hasta el campanario de la iglesia repicó cuando la soberana nacional llegó para festejar el reinado y su cumpleaños. Una larga caravana recorrió todo Junín hasta el punto de encuentro, donde la esperaban más de 4.000 personas
Junín. Fue un carnaval. Fuegos artificiales, 4.000 personas en la calle, las campanas de la iglesia repicando, globos, cantos, gritos. Rocío Tonini, la Reina Nacional de la Vendimia 2015, llegó a su departamento anoche y fue una fiesta.
“¡Me han hecho llorar mucho! ¡Estoy muy feliz!”, dijo la soberana entre lágrimas.
Rocío logró anticipar su regreso unos días, solo para poder celebrar con su pueblo la obtención de la corona y su cumpleaños. Su retorno oficial, con una fiesta más grande que la de anoche, será el domingo, “después de la misa central y habrá música en la plaza”, contaron ayer.
Rocío ingresó a Junín por Barriales y después pasó por La Colonia. En cada punto donde se detuvo el carro vendimial y en cada calle por donde pasó, la soberana saludó, sonrió y lloró. Su emoción fue una constante.
Fue una caravana lenta y larga que, además del carro vendimial, también contó con una motobomba de los bomberos de La Colonia y la tráfic que transportaba a la corte juninense.
El tramo más lento y tumultuoso fue entre La Colonia y por la avenida Isidoro Busquet, hasta la rotonda de la ciudad cabecera. Allí el trayecto fue casi a paso de hombre, debido a la cantidad de autos que siguieron la marcha pero, especialmente, debido a la gente que se amontonó en las veredas y banquinas para ver pasar a su Reina.
En cada parada, Rocío saludó, recibió cartas y hasta alzó a algunos niños pequeños.
Apenas el carro llegó a la rotonda, frente a la plaza principal estallaron los primeros fuegos artificiales y las campanas de la parroquia comenzaron a repicar como en Día de Pascua de Resurrección. El mismo repiqueteo se escuchó la madrugada del domingo, cuando los locutores anunciaron en el Frank Romero Day que la nueva soberana era juninense. No era para menos: se terminaba una espera de 35 años.
En las tres cuadras, entre la rotonda y la plaza, la marcha se hizo más lenta aún. Las calles estaban completas, de vereda a vereda, de vecinos que querían saludar a su reina. Calcular la cantidad de gente era difícil. Quizás haya habido unas 4.000 personas.
La convocatoria sorprendió, ya que a muchos los desconcertó el rápido regreso de la Reina a su tierra.
Es que Rocío cumplía años ayer y le permitieron regresar a su casa unas horas para celebrar con los suyos. Luego, como Blancanieves, tendrá que regresar a cumplir con sus compromisos protocolares. Recién el domingo será su retorno triunfal a Junín. Ese día se inaugurará una fuente de agua en el corazón de la plaza principal y habrá fiesta.
Ayer, frente a esa plaza, se montó un simple escenario. Frente a él se congregó la mayor cantidad de gente. Sobre él estuvieron los padres de Rocío, en intendente Mario Abed y las ex reinas juninenses, entre otros.
Abajo, cientos de personas con globos verdes y blancos, colores que identifican al departamento. Los cientos esperaban a la Reina para verla, cantarle el feliz cumpleaños y tratar de darle un beso o simplemente saludarla desde lejos.
Arriba, esperaban con una torta de cumpleaños y también la banda local La Merembé, para cantar y festejar.
“¡No saben cuánto los he extrañado!”, dijo la Rocío, apenas pudo subir, después de mucho esfuerzo debido a la multitud.
“Fue una experiencia muy hermosa, disfruté mucho, solo quería representarlos bien”, dijo, y acotó: “Pero también tuve momentos de tristeza, porque los extrañaba mucho, especialmente a mi familia, a mis amigas y a mi gata”, dijo mezclando llanto con sonrisas.
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