La Misa de Martes Santo celebrada en la Casa de Gobierno por el arzobispo Fabriciano Sigampa, se apreció la oportunidad de anticipar la más profunda vivencia de las Pascuas que es la reconciliación.
Junto al secretario general de la Gobernación, Julio René Sotelo, que es el secretario general del Partido Justicialista del Chaco, estuvo en el Salón Obligado de la Casa de Gobierno el titular del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical, Víctor Zimmermann. Los pastores Luis Macchi y Daniel Gauna resaltaron la apertura al ecumenismo que caracterizó la pastoral del arzobispo.
También se hicieron presentes el ministro de la Producción, Enrique Orban, la subsecretaria de Coordinación y Gestión Pública, Maris Telma Gamón, los legisladores provinciales Mariel Gersel (PJ) y Luis Verdun (Alianza), el presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV), Oscar Domingo Peppo, el intendente de Fontana, Antonio Rodas, y el vicepresidente de la Fiduciaria del Norte, Juan Chaquires. Los agentes públicos que concurrieron a la celebración colmaron la capacidad del Salón Obligado.
"El está en paz. La gente está en paz", resumió el representante del Poder Ejecutivo provincial, Julio Sotelo, sintetizando la gratitud de la comunidad chaqueña que durante tantos años de trabajo recibió monseñor Fabriciano Sigampa. Si el arzobispo deja esa impronta, consideró el funcionario, es "por su grandeza, bonhomía, sencillez, e inmensa alma para predicar la palabra de Dios, y para ejercerla".
Un mensaje sobre la mujer, los niños y la familia
Este Martes Santo, monseñor Sigampa reiteró el mensaje humanista que caracteriza a sus homilías. Destacando el rol educador de las madres les aconsejó que atiendan a sus hijos, "siempre les contesten bien, y si no saben averigüen, pero nunca los dejen sin respuesta". Y afirmó que "mirando los ojos de los niños, uno puede encontrar la transparencia Dios".
También hizo una reflexión acerca de la crisis del matrimonio, "cuando los dos mantienen su proyecto, ninguno quiere aflojar, y terminan dañando al niño, que vive el divorcio y la lejanía de sus padres". Llamó a educar "la inteligencia, el corazón y la fuerza de voluntad". Y al explicar esta dimensión citó al Himno del Chaco, que concluye diciendo: "Tu vencerás".
Con la lectura del día, referida al diálogo entre Cristo y Judas, Sigampa alertó sobre "la traición que entra en el corazón", y habló de la experiencia del hombre frente a Dios. "Uno es feliz cuando descubre la clave que lo ayuda a interpretarse, y Dios nos habla a través de la belleza de lo creado, uno encuentra a Dios en la naturaleza de la vida", transmitió.
El agradecimiento de la pastoral
El coordinador Pedro García manifestó su agradecimiento al arzobispo de Resistencia por el acompañamiento brindado a la Pastoral de Empleados Públicos, que es única en el país. Valoró que las autoridades del radicalismo hayan aceptado la invitación en la fecha, recordando que la pastoral cristiana nació abierta a la participación de todos.
Y expresó especial gratitud hacia el gobernador de la provincia, Jorge Milton Capitanich, por haberles permitido la realización de las misas en el Salón Obligado de la Casa de Gobierno, además de un reconocimiento al secretario general de la Gobernación, Julio Sotelo, por el permanente apoyo a su accionar.
El Papa Francisco I, recordó el coordinador, "nos desafió a dar testimonio en todos los ámbitos donde nos movemos".
El ecumenismo del arzobispo
Los pastores evangélicos Luis Macchi y Daniel Gauna fueron convocados a la misa de despedida del arzobispo de Resistencia cuando se comunicaron con la Pastoral para expresarle su beneplácito por la consagración de un Papa argentino. Ambos definieron a Sigampa como un hombre de una gran apertura ecuménica, manifestándose "agradecidos por su respeto, cordialidad, amabilidad y generosidad".
"Esa actitud de respeto y fraternidad, que tenemos que seguir abonando, no solamente en lo religioso, sino también desde lo político y gremial", destacó Macchi, quien tuvo oportunidad de conocer a Sigampa a través de la Mesa Interreligiosa, donde comprobó "que es posible trabajar juntos".
Gauna lo calificó como "baluarte eclesiástico", y dijo que serán bien guardadas sus enseñanzas "por las alegrías y también los tirones de oreja". Como presidente de la Confraternidad de Pastores Evangélicos, testimonió que "más allá del sacerdocio, monseñor Sigampa es un hombre que gastó suela acortando distancias para trasmitir un mensaje de paz".
Los pastores evangélicos también manifestaron su beneplácito por la consagración del Papa argentino Francisco I. El primero lo hizo tras recordar que el ex cardenal Jorge Bergoglio se había reunido con la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas, a cuyo presidente asistió facilitándole en la vejez la vivienda en un lugar de retiro, donde siempre lo visitaba e incluso llegó a compartir la comunión con los pastores. El segundo señaló la coincidencia de la fecha de la elección del Papa, 13 de marzo de 2013, con la suma de los números de su edad (76), y tras citar un pasaje de la Biblia sobre la Caída de la Ciudad de Jericó, recordó que Jehová mandó a Josué asediarla un total de 13 vueltas. "Este hombre fue puesto para abrir las puertas que durante años estuvieron cerradas", resaltó.
El humanismo en un gesto
En la despedida, la comunidad católica expresó su alegría por la consagración del Papa argentino, con la entrega a monseñor Fabriciano Sigampa de un retrato de Francisco I. El próximo 3 de mayo el emérito arzobispo transmitirá la posesión de la Arquidiócesis a Ramón Alfredo Dus. Como conclusión de su pastoral en el Chaco, adonde piensa volver después de una estadía en La Rioja, su provincia natal, Sigampa destacó "haber cosechado el cariño de la gente, ese que descubro cada vez que recibo un abrazo, y que me ayuda a sentirme parte del pueblo y no un extraño".
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