Por el Día del Magistrado, la jueza del Superior Tribunal de Justicia Emilia Valle se refirió a la función y las cualidades que se esperan de un juez. Sostiene que la selección es un momento de tanta trascendencia como la incidencia de los magistrados en la vida democrática y por eso respalda un examen de aptitud psicofísica para demostrar que se tiene firmeza y autocrítica.
Valle accedió a su cargo, luego de ganar un concurso de antecedentes y oposición, en noviembre de 2015. Antes fue miembro del Consejo de la Magistratura en dos ocasiones: como suplente de 2010 a 2012, y como titular de 2012 a 2014. En esta última etapa fue vicepresidenta y su función coincidió con el llamado al histórico concurso del que Isabel Grillo resultó jueza del STJ.
Al referirse a la importancia del proceso de selección recordó que el Poder Judicial salvaguarda derechos fundamentales y libertades públicas, actúa con imparcialidad e independencia y asegura a los ciudadanos un acceso sin obstáculos, se pronuncia y fundado en tiempos razonables y vela por que sus fallos se cumplan.
“No habrá seguridad jurídica ni vigencia de los derechos fundamentales ni constitucionales si la sociedad no cuenta con jueces imparciales e idóneos que cumplan y apliquen la Constitución”, reparó.
Firmeza y autocrítica
En el Chaco una de las funciones del Consejo de la Magistratura es seleccionar jueces. Las propuestas deben ser precedidas por concursos públicos de antecedentes y oposición. A través de estos procedimientos se aseguran jueces idóneos.
Valle sostiene que hay una idoneidad técnica y jurídica que no debe ser entendida de manera estrictamente juridicista. Y que si bien el derecho tiene una dimensión cultural, económica y política que no debe soslayarse, la idoneidad se comprueba con la acreditación de cursos de perfeccionamiento y en exámenes orales y escritos.
Los candidatos demuestran sus conocimientos de derecho constitucional, principios generales, conocimiento de una rama específica, la capacidad de argumentación y razonamiento lógico, capacidad de expresión oral y escrita.
Por otra parte, una de las posiciones que ella impulsa es la posibilidad de reformar la reglamentación de los concursos para incorporar un examen de aptitud psicofísica y que sea de carácter confidencial.
“La idoneidad psicofísica está relacionada con la firmeza que debe tener un juez para sostener sus decisiones”, define. Esa condición considera que además debe estar ajena a potenciales presiones y vincularse con la vocación conciliadora de un juez que desee solucionar conflictos, con su capacidad para escuchar y razonar, y sobre todo con la capacidad de autocrítica para rever decisiones y porque de haberse cometido errores, corregirlos.
La ministra del STJ asegura que la persona que se va a desempeñar como juez debe contar con una buena reputación, tener vocación de servicio, ser honesta, estudiosa e imparcial.
Así como existe un código iberoamericano de ética judicial, y Santa Fe y Salta poseen uno también, opina que sería bueno que exista uno en la provincia. “Sería una herramienta que permita mejorar la credibilidad del Poder Judicial”, afirma.
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