Así lo ha informado este martes la compañía, que cuando anunció la adquisición de Amatil en noviembre de 2020 calculaba que su importe final rondaría los 5.200 millones de euros.

La última estimación se ha realizado al tipo de cambio vigente a finales de marzo e incluye la mejora del precio ofrecido a sus accionistas independientes, de 12,75 dólares australianos (8,23 euros) a 13,5 (8,7 euros).

Según los datos enviados hoy por CCEP a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo resultante cuando la embotelladora europea integre a Amatil presentará una facturación conjunta de 13.535 millones de euros.

Estas cifras, de carácter provisional y orientativo, se han elaborado en base a los resultados cosechados por ambas empresas al cierre de 2020, un año en el que su negocio se vio afectado por el descenso del consumo de bebidas y refrescos en la hostelería debido a la pandemia.

Una vez sumados los beneficios de CCEP y Amatil y ajustados los costes de la operación, la cuenta de resultados del grupo el pasado año reflejaría un beneficio neto de 449 millones de euros, de acuerdo con estos mismos cálculos.

CCEP nació en 2016 con la integración de las embotelladoras de España y otros países europeos y está presidida por la directiva catalana Sol Daurella.

La firma ya es hoy la mayor embotelladora de Coca-Cola a nivel mundial, y con esta compra accederá a seis nuevos mercados: Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, Nueva Guinea, Fiji y Samoa.

La compañía europea busca aterrizar en Oceanía y el Sudeste Asiático para diversificar su negocio, aunque no se prevé alcanzar sinergias significativas a nivel productivo debido a la lejanía en términos geográficos.

Además, fuentes de CCEP ya precisaron que la compra de Amatil también le permitirá empezar a gestionar un portafolio más amplio, ya que la empresa australiana tiene experiencia en embotellar marcas de bebidas alcohólicas y con café.

CCEP llegó a un acuerdo con The Coca-Cola Company (NYSE:KO) -la matriz de la icónica enseña estadounidense- para hacerse con el 30,8 % que controla de la embotelladora australiana, y el resto (69,2 %) está en manos de accionistas independientes.

El pasado día 16, la mayoría de los accionistas independientes de Amatil votó a favor de su venta y actualmente la operación está pendiente de recibir el visto bueno de los tribunales de justicia, tras contar ya con la autorización pertinente por parte de los reguladores.