Los elogios de Macri a Milei, el empujón a Larreta y la nueva etapa de Massa

Los elogios de Macri a Milei, el empujón a Larreta y la nueva etapa de Massa

El ex presidente destacó como un valor positivo la incertidumbre y la incógnita que representa el candidato libertario. Más críticas a los radicales y al jefe de Gobierno. El ministro-candidato, entre las urgencias por la falta de nafta, el acto en Tucumán y el camino al balotaje

Por Facundo Chaves

“Mauricio está recorriendo todos los canales, está haciendo campaña como no he visto que haga (sic) para Patricia”. La frase mordaz fue del gobernador y titular de la UCR, Gerardo Morales. Mauricio es Macri y Patricia, Bullrich. Es una declaración que confirma que la fractura expuesta de Juntos por el Cambio después de la derrota y el pacto con Javier Milei no sólo no cede, sino que se acentúa un poco más cada día.

Los entreveros en el ámbito opositor quedaron a la vista anoche en el prime time de la televisión, tanto en canales de aire como en una señal de noticias, donde abordaron las peleas entre los líderes de la JxC y La Libertad Avanza, mientras persisten la falta de combustible y otras desventuras que atraviesan la economía y la vida cotidiana en general.

De hecho, el ministro y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, estuvo en Tucumán para participar del traspaso de mando entre el gobernador saliente, Juan Manzur, y su sucesor Osvaldo Jaldo. En esa visita se habló sobre la nueva etapa que se viene para la campaña oficialista de cara al balotaje, pero también de los trastornos por la falta de nafta que prometen normalizar a partir de mañana.

Macri habló con el programa de Jorge Lanata, por eltrece, y también con LN+, canal donde previamente entrevistaron a Milei. En esos reportajes abordaron la reconfiguración que provocó el “pacto de Acassuso”, que sellaron el candidato de La Libertad Avanza y el ex presidente la medianoche del martes. Ese acuerdo de cara al balotaje provocó la virtual implosión de Juntos por el Cambio.

Si la semana pasada las peleas internas de la oposición dominaron la escena, lo que ocurrió la noche del domingo anticipan más días de desgaste y controversias. A 20 días de la segunda vuelta, Macri redobló sus críticas contra tres dirigentes radicales que rechazaron su acuerdo con Milei: el gobernador Morales, el senador Martín Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti. A eso le sumó una ofensiva contra el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que también rechazó el acuerdo que hizo en secreto con el libertario y que anunciaron la derrotada candidata Patricia Bullrich y su compañero de fórmula, el mendocino Luis Petri.

Los elogios de Macri

“Tenemos que decidir si Massa continúa o no continúa, y con él no hay incertidumbres. Con Milei tenemos todas las incertidumbres, porque no lo conocemos, nunca gobernó, pero lo que yo puedo decir es que siempre que lo vi y las ocho o nueve veces que le hablé nunca me mintió; Massa me mintió siempre”, explicó Macri.

El ex presidente destacó que el líder libertario “percibe que va a tener que dar más tranquilidades y certezas. Incógnitas que pueden ser todas positivas. Del otro lado representa lo más horroroso que hemos vivido del kirchnerismo en el pasado y el desastroso presente bajo su conducción. No hay alternativa, porque esta alternativa no es viable, porque es más de lo mismo. Destrucción, mayor pobreza, cuando salgan los números de diciembre preparémonos”.

“Confiemos. Hemos tomado una decisión de cambio. Javier Milei tiene buenas intenciones. Está por verse cómo se organiza, que su temple se calme. El problema no es él, el problema es Sergio Massa y lo que nos ha gobernado hasta acá. A eso tenemos que decirle que no. En lo otro vamos a colaborar todos. Estoy seguro que él va a entender, como decía Patricia, que el ejemplo empieza por casa”, indicó.

“Hay que probar, con todas las incertidumbres. Él dijo que estaba abierto a escuchar, a recibir colaboración. (Le dimos) un apoyo de nuestra parte unilateral, para que haya un cambio y se recupere la esperanza”, amplió.

Pero no sólo Macri planteó esta singular forma de elogiar la incertidumbre que presenta Milei como presidente. También redobló sus críticas contra los radicales, pero trató de contener a un sector de votantes de la UCR que estarían dispuestos a votar a La Libertad Avanza, a pesar de las descalificaciones a Alfonsín.

“Quiero rescatar mucho que el radicalismo no tomó la posición pro Massa que tomaron estas tres personas con otros que los siguen. El resto del radicalismo, los mendocinos, correntinos, la provincia de Buenos Aires, los cordobeses, que han decidido mantener una neutralidad, pero día a día en sus distritos empiezan a trabajar con la propuesta de cambio, afirmó Macri.

El ex presidente, además de fustigar a los radicales que no están de acuerdo con votar a Milei, embistió contra el jefe de gobierno porteño, que está a 40 días de terminar su gestión y traspasar el mando a su primo Jorge Macri, quien decidió acelerar la conformación de su equipo de ministros y funcionarios. Así como a Morales, Lousteau y Yacobitti los llamó “perdedores”, a Larreta lo responsabilizó por la derrota de todo JxC.

“La propuesta de Horacio, él siendo quien tenía el mayor peso, hizo quedar a Juntos por el Cambio como una propuesta de cambio más tenue y (Milei) nos ganó la delantera del cambio decidido, profundo. Yo siempre decía que no es lo mismo el 23 que el 15. En 2015 había una vocación de cambio institucional, pero no total. Ahora hay una vocación de cambio total, hay que ser más audaces, hay que plantear un cambio radical, rápido, contundente. Y lamentablemente esa propuesta era una cosa de ‘vamos a incorporar peronismo de acá, kirchnerismo de allá’... Se percibió como que no era tanto cambio, y eso creo que nos complicó”. Más que una crítica, un empujón afuera del PRO.

En los reportajes que concedió la noche del domingo, Macri afirmó que hay “varias teorías” sobre por qué la oposición de JxC no llegó al balotaje, y puso en primer lugar porque él no fue candidato y decidió no presentarse. “Porque no fui candidato, o porque algunos dicen que dije tarde que no era candidato. Otros dicen que lo dije muy temprano y la campaña fue demasiado tiempo y dura. Porque no dije que había un solo candidato, cuando no tenía vocación ni autoridad, ni naturaleza (para decidirlo). Con cinco candidatos no podía decir ‘es éste’”, dijo.

Y completó: “Después, porque no logré convencer a Horacio en tiempo y forma a que se bajase. Muchos veíamos desde el radicalismo y el PRO que la propuesta que él planteaba no era lo que la gente veía. Eso nos desdibujó y llevó a que Milei se quedase con la imagen de que él era el verdadero cambio, cuando Patricia tenía una propuesta de cambio muy potente”.

Larreta ya está en pleno proceso de repliegue y colabora en la transición para que el apellido Macri vuelva a la Jefatura de Gobierno porteño. El mandatario electo trabaja a todo vapor en la definición de su equipo, que podría incluir a algunos de los convocados al “pacto de Acassuso”. Hay cuatro posiciones claves: Jefatura de Gabinete, que podría ir para Néstor Grindetti; en Seguridad suenan Cristian Ritondo o la continuidad del actual Gustavo Coria, en Salud podría continuar Fernán Quirós, mientras se define el rol de Diego Santilli. Son meras conjeturas que se superponen a la madre de todas las batallas, que es la Presidencia. El propio Jorge Macri insiste en que todavía no tiene nada definido.

Larreta no es el único “herido” de los primeros “soldados” que acompañaron al ex presidente. Elisa Carrió sigue mascullando bronca, sobre todo por las descalificaciones que también lanzó en su contra. “A Macri lo enoja que Lilita haya cantado piedra libre hace de un año y no haya aceptado ser una carta en su partida de bridge político”, confiaron a Infobae fuentes que conocen ese vínculo. Y recordaron la buena sintonía de Ritondo con Massa cuando era presidente de la Cámara de Diputados.

Larreta no es el único “herido” de los primeros “soldados” que acompañaron al ex presidente. Elisa Carrió sigue mascullando bronca, sobre todo por las descalificaciones que también lanzó en su contra. “A Macri lo enoja que Lilita haya cantado piedra libre hace de un año y no haya aceptado ser una carta en su partida de bridge político”, confiaron a Infobae fuentes que conocen ese vínculo. Y recordaron la buena sintonía de Ritondo con Massa cuando era presidente de la Cámara de Diputados.

A pesar de que Mauricio Macri fustigó con dureza a Larreta, a Carrió y a los dirigentes de la UCR, trató de enviar un mensaje a los radicales que no se identifican con la dirigencia del Comité Nacional y los gobernadores que se expresaron a favor de la neutralidad, mientras estiran el tiempo de las definiciones. Macri elogió a “mendocinos, correntinos, la provincia de Buenos Aires, los cordobeses” y a los que se identifican con el fundador del partido Leandro Nicéforo Alem y al ex presidente Marcelo Torcuato de Alvear. “Ellos eran liberales”, dijo.

Massa, entre la UCR y la nafta

Macri no es el único enfocado en el voto radical. Sergio Massa, que encara desde esta semana una nueva etapa en la campaña (que luego vamos a detallar), viene desde el mismo domingo pasado, después de la victoria en las generales, dando señales al radicalismo. Y ayer, en Tucumán, volvió a hacerlo con un fuerte gesto: como hizo el ex presidente en su campaña de 1983, Massa pronunció el Preámbulo de la Constitución Nacional.

Se trata de una pieza de oratoria mítica para la liturgia del radicalismo, que resume de manera emotiva el proyecto de vida común que la Argentina se dio en su Carta Magna. Massa ratificó su compromiso “para que el 10 de diciembre, a 40 años de la democracia, empiece una nueva etapa con un gobierno de unidad nacional”.

Luego, afirmó: “Quiero rendir homenaje al primer presidente que le puso luz a la democracia argentina después de años de oscuridad, a Raúl Ricardo Alfonsín. Recordar esa convocatoria que decía por qué marchamos y por qué luchamos. Marchamos y luchamos para constituir la unión nacional, para afianzar la justicia, para consolidar la paz interior, para proveer a la defensa común, para promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres que deseen habitar el suelo argentino”.

“Con la misma convicción que hace 40 años, cumpliendo el compromiso de construir esa Patria es que abrazamos desde el peronismo a los hombres y mujeres de bien que creen en el país de los valores democráticos frente a aquellos que llaman a destruir los valores esenciales de nuestra Patria: por la educación pública, por la seguridad en manos del Estado y no a la portación de armas, por un país con salud pública y con venta de órganos, por un país que respete el medio ambiente y por la producción nacional es que venimos a renovar ese mandato de hacer 40 años”. Un mensaje contra Milei, sin nombrarlo.

En simultáneo con el acto que tuvo en Tucumán por la asunción de Osvaldo Jaldo, Massa abordó un problema grave e inoportuno a sólo tres semanas del balotaje: la falta de nafta que trastornó la vida cotidiana de los argentinos y que derivó en un ultimátum: el ministro-candidato les advirtió a las petroleras que si a la medianoche del martes no está normalizado el abastecimiento frenará todas las exportaciones.

“Si el martes el abastecimiento de combustibles no está resuelto, desde el miércoles no van a poder exportar un solo barco más”, afirmó Massa y continuó: “Les guste o no les guste a las petroleras, vamos a hacer crecer el cupo de biocombustibles, porque es clave para el crecimiento y abastecimiento y el cumplimiento de las metas ambientales de la Argentina”.

“En un país donde el otro candidato niega el cambio climático y dice que el Estado no tiene que intervenir en los precios, los argentinos tiene que saber: si el Estado no estuviera, sin regulaciones, el precio del litro de la nafta sería hoy de $680 el litro. Para que quede claro: la discusión del 19 de noviembre es si el litro de nafta se paga a $680 o al valor de hoy. Que se entienda, esa es la diferencia entre dos proyectos de país”.

A la presión que lanzó Massa para resolver un conflicto que ningún candidato puede permitirse en la campaña

Tucumán y la campaña

Después de la jura de Osvaldo Jaldo y de la evocación alfonsinista, bajo un tórrido solazo que regalaba 35 grados a la sombra, Massa fue a almorzar con el gobernador saliente Juan Manzur en su casa de Yerba Buena, el mismo lugar donde el viernes 8 de septiembre cenaron los gobernadores del peronismo para hacer catarsis por la derrota estrepitosa de las PASO. Allí se juramentaron mover el aparato partidario y darla vuelta.

En la tarde tucumana de este domingo, entre humita y ensalada de frutas, volvieron a verse con Massa el anfitrión Manzur y su sucesor Jaldo, Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). El formoseño Gildo Insfrán ya había regresado a su provincia.

En ese almuerzo se habló de la situación del peronismo y del nuevo escenario político que dejó el “pacto de Acassuso”, con la reaparición de Macri en la centralidad opositora. Los mandatarios, que cumplieron la promesa que había hecho Manzur en septiembre de sumar 750 mil votos por encima de las PASO, se comprometieron a garantizar una nueva victoria. Y se animaron a prometer ampliar la diferencia. Es que no perciben que la estructura opositora vuelva a jugar como el domingo pasado.

Son encuentros políticos que ocurren mientras irrumpen en el camino dificultades que asustan a los más experimentados. La preocupación por la escasez de combustible atravesó por igual a todos los convocados y estuvo el compromiso de que en dos días habrá una normalización del abastecimiento. Una distracción sorpresiva e imperdonable en tiempos de campaña.

Al terminar el almuerzo, Massa visitó en las afueras de San Miguel Tucumán el ingenio Leales, donde se produce la refinación y envasado de azúcar de caña, y llevan también a cabo el proceso de destilación de alcohol industrial. Antes de regresar a Buenos Aires, participó de la jura de Rossana Chahla, nueva intendenta de la Ciudad Capital y la primera mujer en acceder a ese cargo.

El viaje tiene que ver con mantener el mismo dispositivo que sirvió para las generales, pero ahora con otra lógica: la segunda vuelta no se vota sólo lo que se quiere, sino sobre todo lo que no se quiere. En el norte del país hubo provincias con más del 40 por ciento de los votos, pero también otros, como Salta, donde Milei ganó y corre con ventaja.

Por eso, en el búnker de Unión por la Patria realinean discursos y buscan estrategias para subrayar los defectos ajenos y ensalzar las virtudes propias. Es un nuevo contexto, donde el pacto de Milei con Macri y Bullrich, creen, podría beneficiar a Massa, principalmente por las divisiones que generó en el ámbito opositor ese acuerdo. Por eso preparan propuestas de campaña dirigidas a los radicales, al cordobesismo, los partidos provinciales y el sector del PRO moderado, que encarna Larreta y María Eugenia Vidal.

El objetivo de la campaña es sostener lo que Massa planteó la misma noche del domingo: “La grieta murió y no hay que reavivirla”, dicen en el equipo de Massa. Aquí está el riesgo, porque el acuerdo de Macri, Bullrich y Mieli podría forzar la reaparición del antagonismo de kirchnerismo vs antikirchnerismo.

Por eso insistirán con la idea de la “nueva etapa” que rompe con esa dicotomía. Según trascendió Massa insistirá con la “Argentina inclusiva, un Estado presente, protección para todos aquellos que lo necesitan, pero con control de lo que se gasta. Un Estado eficiente sin privilegios y una justicia eficaz y despolitizada”.

Tres sorpresas y cambios

El proceso electoral ya ofreció dos escenarios inesperados. El 12 de agosto, el día previo a las PASO, no había encuestador ni protagonista de las elecciones que esperara un podio Milei-Bullrich-Massa. Fue un orden sorpresivo que desencuadró los análisis. Tampoco la semana previa al 22 de octubre de las generales nadie preveía que las posiciones iban a cambiar de manera tan dramática: Massa-Milei-Bullrich, y con el candidato oficialista recortándose casi 7 puntos por encima del libertario.

Frente a estas dos sorpresas se abre una incógnita decisiva: ¿Es posible que haya una sorpresa también en el balotaje? En una encuestadora reconocida, la pregunta “¿A quién piensa votar en el balotaje?” fue respondida el 44,2% a favor de Milei, el 43,6% a favor de Massa, No sabe 6,3% y En Blanco 5,9%. La paridad se rompe con los indecisos y los que no saben qué hacer.

Para Diego Reynoso, investigador del Conicet, profesor principal de Ciencia Política en la Universidad de San Andrés (Udesa) y director de la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública, hay un marco general que le sustrae a la segunda vuelta todo suspenso: quedan sólo dos rivales y, estando en condiciones los dos de ganar (y de perder), la duda es qué harán los que aún no se decidieron.

“Es mucho más previsible: acá gana Massa o gana Milei. Quizá la sorpresa puede llegar a ser la cantidad de votos en blanco. Para eso veremos cómo decanta todo lo que pasó en Juntos por el Cambio en la decisión del voto del electorado”, explicó el analista y resaltó: “Hay mucho electorado que todavía falta definirse. Acá la campaña va a tener un impacto profundo y va a moldear lo que predomine en cómo la gente va a tomar su decisión”.

En ese sentido, Reynoso describió que la incógnita principal que puede definir a los indecisos es de qué modo se va a expresar el nivel de descontento de la ciudadanía: “Puede ser apoyando a Milei, como creíamos que era la forma del descontento, o votando en blanco, porque ninguna de las dos opciones le convence”.

El director de la encuesta de Udesa, un material de consulta en la dirigencia empresarial y política, destacó que el pacto de Macri con Milei era “una jugada que ya estaba calculada; Macri se garantizó tener una segunda chance en las elecciones”, pero subrayó la sorpresa que genera la presencia en esa movida de Patricia Bullrich. “¿Qué necesidad tenía una candidata presidencial de salir de esa manera a respaldar a Javier Milei? Acá empiezan todas las especulaciones de los motivos que la hicieron a ella obedecer o alinearse, cosas que desconozco absolutamente. Cuando uno hace las cuentas no ve ninguna racionalidad clara en ese movimiento, porque tiene todo para perder y casi nada para ganar”, expresó Reynoso.

“Bullrich intentó sistemáticamente diferenciarse de esa alternativa. Primero imitó la agenda para ver si la contenía y recibió muchísimas agresiones por parte de Javier Milei, en exceso. Ninguno de los otros competidores la agredió tanto como la agredió Javier Milei y después terminó pactando porque su jefe político le exigió que lo tenía que hacer”, continuó.

Pero Reynoso, más allá de la explicación de la presencia de Bullrich en el pacto opositor, consideró que Juntos por el Cambio estaba esperando el momento para poder romper con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, o con el sector más a la derecha de la coalición. “No quedaba claro quién lo iba a hacer, si lo iban a hacer primero los moderados o lo iban a hacer los halcones. La decisión de Macri y Bullrich rompe el espacio y ahora quedan dos bloques claramente diferenciados”, dijo.

El politólogo describió que con la ruptura quedó “un espacio más centrista, y en materia de derechos, quizá más progresista; y del otro lado quedó un sector más a la centroderecha en materia económica, aunque ahora abrazando las ideas de Milei más de derecha en economía y muy de derecha en materia de derechos, con posiciones en el límite del pacto democrático que surgió en el 83. Porque apoyar a Milei también es respaldarla a Villarruel”.

“No queda claro es si el espacio centroprogresista se va a sumar a la ampliación de un gobierno de unidad nacional o va a intentar mantenerse como una alternativa de centro. De mantenerse como una alternativa de centro independiente de la otra alternativa, volveríamos con un esquema del 2007: un peronismo de 45% y dos partidos de 21% por otro lado”.

La duda que sobrevuela en el massismo y entre los libertarios apunta a los motivos que definirán el voto entre los indecisos, si predomina lo programático o el voto retrospectivo. “Si se discute la gestión y el desempeño de este gobierno, que es lo común en una democracia, independientemente de la otra alternativa, la gente votará a la otra alternativa. Pero la otra alternativa, la de Milei, no es común, no es el escenario que preveíamos con Juntos por el Cambio, ganando la elección, en primera vuelta. Eso no pasó”.

“La alternativa es Javier Milei con una agenda muy complicada, que tal vez no sea la agenda de preferencia del electorado argentino. El electorado tiene una duda enorme de decir ‘evalúo negativamente al Gobierno, pero no sé si puedo apoyar la agenda de Milei’. Además, se le agrega al tema de la agenda política del cual todos hablamos y hay que ponerlo en la mesa: cuánto equilibrio y estabilidad emocional y psicológica requiere un candidato para hacerse cargo de la Presidencia de la República”.

“¿El debate puede ser una un escenario muy definitorio para esto?”, le preguntó Infobae a Reynoso. “Si en el debate se termina discutiendo la personalidad de Milei y la agenda de ultraderecha, me parece que ahí Massa tiene más chances”, respondió. Si se discute inflación, dólar y la falta de nafta, la cuenta será otra.

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