La Presidenta busca reeditar el proyecto de la “transversalidad” que había implementado Néstor Kirchner.
Once años después de que Néstor Kirchner diera en Parque Norte el primer gran paso en la denominada "transversalidad", Cristina eligió ayer el mismo escenario para sellar la incorporación al Frente para la Victoria de una nueva versión de radicales K. Lo hizo con especiales elogios a Raúl Alfonsín e Hipólito Yrigoyen. Aunque, a diferencia de la propuesta impulsada por el ex presidente, que incluyó en el inicio de su mandato a sectores importantes de la UCR y de otras fuerzas, su iniciativa se limitó a la incorporación de un grupo minoritario y de escasa representación dentro del partido centenario: el Radicalismo Popular, que tiene como principal referente al histórico dirigente Leopoldo Moreau, quien le entregó a la jefa de Estado el documento de compromiso firmado al cabo del Congreso Nacional.
En un discurso que atravesó por diversas aristas, la Presidenta buscó dejar una señal electoral. "Lejos de estar en un fin de ciclo, estamos entrando en el comienzo y el corazón de un nuevo ciclo político", desafió- y enseguida volvió a insistir, aunque con un sentido más económico al término. "El verdadero fin de ciclo fue en 2001". Fue el inicio de un derrotero de duros cuestionamientos al peronismo: "En la década de los ‘90 y bajo el signo de nuestro partido se llevaron a cabo las políticas neoliberales más terribles", dijo.
Acostumbrada a actos multitudinarios producto del aparato, la Presidenta se encontró ayer con un marco bastante más discreto, acorde a la magnitud de los sectores radicales que se suman. Así, ante poco más de 400 personas, identificadas principalmente con el Movimiento Nacional Alfonsinista de Moreau y Los Irrompibles, lideradas por Leandro Santoro, ex yerno del ex senador; Cristina buscó tender puentes hacia los correligionarios. Primero, saludó con el típico gesto de Raúl Alfonsín, uniendo las manos sobre un costado; y luego, cuando hizo uso de la palabra tras escuchar a Moreau, aclaró: "No vine como Presidenta, sino como militante". También, agradeció la proyección de un video, en el que se intercalaron imágenes históricas de Alfonsín con discursos de Néstor Kirchner, que la dejaron al borde de las lágrimas.
Junto a Moreau, que suena como candidato del FpV al Parlasur, y el diputado nacional Eduardo Santín, quien desde el año pasado comenzó a acompañar con su voto al oficialismo incluso en proyectos polémicos, la Presidenta volvió a referirse a la necesidad de hacer un repaso por la historia. "No se puede entender el presente, y mucho menos construir el futuro, sino conociste y viviste el pasado", señaló.
Durante su repaso histórico, además, reivindicó a figuras del radicalismo. "Néstor: este tipo me hace acordar a Perón", confesó que le dijo a su ex esposo durante la campaña electoral de 1983. También, ponderó que Hipólito Yrigoyen "mantuvo la tercera posición". Tanto el líder de La Cámpora Andrés "Cuervo" Larroque, como el secretario general de Presidencia y el ministro del Interior Florencio Randazzo asintieron con sus cabezas desde la primera fila. También, claro, el "irrompible" Santoro, flamante subsecretario para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia.
Por otra parte, Cristina no hizo mención explícita al acuerdo entre el radicalismo y el PRO. Pero, en cambio, tiró un dardo hacia Mauricio Macri, cuando aludió a los empresarios que "no se dedicaban a la política y ahora han decidido hacerlo porque la quieren atendida por sus propios dueños". Los identificó inicialmente como "la derecha renovada", aunque no tardó en corregirse y asegurar que prefería "no darle el hándicap de renovada".
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