Muchos se preguntarán que le ha pasado a Marcelo Elmer que en tan pocos días tomó un protagonismo que hacía años que no tenia, reconozcamos que no ha sido el protagonismo deseado por él, ya que no solo fue robado y golpeado en su casa, sino que además le “hicieron una cama” por una supuesta conexión clandestina al tendido eléctrico por la cual sus impolutos compañeros peronistas hasta pidieron una comisión investigadora para destituirlo, ya que sería una falta grave “robarle” a EDEN.
Como son pocos los vecinos a los que le interesa la política y mucho menos aun cómo funciona la rosca partidaria, trataremos de explicarle porque el Concejal Elmer es hoy el patito feo del peronismo , pero el cisne del oficialismo.
Todo comienza en la mente del hoy jubilado ex intendente Aldo Carossi, quien preside el Partido Justicialista a pesar de haber perdido con su boleta local en la últimas elecciones generales donde hasta Aníbal Fernández ganó en Baradero.
La primera jugada para ganar poder se dio con el proyecto del Busto de Perón en Plaza Mitre, allí Carossi se sentó a negociar con Juan Domingo Morales, los archienemigos políticos parece que pegaron onda, como dicen los pibes, e hicieron las paces con el viejo cuento del Peronismo Unido ante la oligarquía, etc, etc. Las mentes del carossimo saben que tienen que empezar ya a embarrarle la cancha al gobierno de Antonijevic, en el ámbito legislativo porque la rubia se arrimó al PRO y le abrieron la canilla, asfaltó el acceso, logró el dinero para varias obras, otras están por venir y eso que todavía no estamos en campaña.
El espionaje interno, los medios carossistas, el paro de los municipales y la catarata de denuncias de poco peso que vienen haciendo sistemáticamente el bloque de cuatro concejales del bloque que maneja Carossi, se fueron cayendo por carecer de fundamentos y ser la mayoría de las veces reclamos sobre acciones o gestiones mal realizadas por el gobierno del propio Carossi que finalizó hace menos de un año.
Ante esto y como es su costumbre, el ex intendente recalculó y se dio cuenta que necesitaba más votos en el HCD, para lograrlo sacó a relucir su lado peronista, fue por Peteco, se lo metió en el bolsillo prometiéndole la unidad dentro de un Frente Peronista.
De un saque, quien tenía tan solo cuatro concejales, con palabras de elogio y promesas pasó a tener siete, u ocho si tenemos en cuenta que Di Pasqua ha votado la mayoría de las veces en concordancia con la oposición.
El actual cuerpo de concejales está compuesto por 16 ediles, si tenemos en cuenta que con poco Carossi empezó a saborear nuevamente algo de poder, aun le falta un peón para ganar las partidas ya que en caso de empate, el voto del Presidente del Concejo Deliberante vale doble.
En esta instancia aparece Marcelo Elmer, quien por desgracia y coincidentemente, después de no sentarse con el ex intendente que se jubiló un día antes de finalizar su gobierno , sufrió el robo y ahora le piden la cabeza porque supuestamente se colgó de la luz, algo que hace enrojecer a la impoluta tropa.
Elmer expresó en todos los medios que lo entrevistaron, que el robo había sido un mensaje para amedrentarlo pero nadie lo va a obligar a cambiar mis convicciones.
Por el otro lado, al concejal de la Agrupación Carrillo lo tienen entre algodones y lo atienden como a un rey porque saben que de él depende la gobernabilidad en mayoría de la actual gestión.
Sin pensarlo y como pasa en toda rosca política, el patito feo del peronismo, sin querer y cuando nadie se lo esperaba pasó a ser el cisne del oficialismo, ya que garantiza la paridad y mayoría en el HCD, al menos hasta las legislativas del 2017.
Eso por ahora, solo por ahora porque en la lucha por el poder todo es posible y cambia de un momento para otro.
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