Lo hizo con Omar Mantovani. “Su internación no tuvo que ver con la dieta”, dijo a PERFIL el médico.
El tema del peso significó siempre un karma para Lilita. “Yo pesé cincuenta kilos toda mi vida y era maravillosa. Era lindísima, era flaquísima y me moría de hambre. Estaba histérica. Hasta que un día me embaracé de Victoria, a los 35 o 36 años, y me dije: ‘Voy a comer’. Y descubrí que parte de mi felicidad en la vida era comer lo que quiero”, contaba Elisa Carrió en 2001 en una entrevista. En los últimos veinte años, producto de su agitada vida política, la dirigente fue teniendo varios cambios en su físico, llegando a pesar más de cien kilos o bajando 45 de un tirón.
Sin embargo, ahora Elisa Carrió volvió a reducir su talla. Bajó casi veinte kilos de la mano del médico nutricionista Omar Mantovani, reconocido por haber atendido como pacientes a varios famosos, entre ellos a Diego Maradona. Dentro del arco político, el médico también atendió a Gabriela Michetti (una sola vez), al ministro de Seguridad Alejandro Granados, al precandidato a vicegobernador por el FpV Fernando Espinoza y al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
“Carrió bajó 18 kilos en sesenta días”, puntualiza a PERFIL Mantovani. “Hizo una dieta hipocalórica, es decir, baja en calorías. No hay ningún secreto más que alimentarse bien. Le quité dulces y harinas. Eso fue todo. Es una gran paciente”, agrega el doctor. Según el nutricionista, la dieta no incluyó ejercicio físico, aunque –se sabe– la líder política mantiene por su cuenta varias caminatas matutinas por semana. Si bien Mantovani no lo confirmó, ella habría agregado un suplemento que ayuda a descomponer grasas, proteínas y carbohidratos.
Recargada. Esta semana, Lilita fue noticia luego de haber sido internada en el Instituto Argentino del Diagnóstico en Barrio Norte, debido a fuertes dolencias y una indisposición, que la obligaron a ir a la guardia de la clínica. En un momento se llegó a pensar que la internación tenía que ver con esta dieta, pero esta versión fue desmentida por su médico. “Su internación no tuvo que ver con la dieta; fue justamente por una no dieta. Con todo el tema de la campaña estuvo dos días sin comer. Le bajó el potasio, hubo que rehidratarla. Yo fui a verla y se recuperó enseguida”, agrega Mantovani sobre la candidata presidencial.
“Mandé a pedir mortadela y pistacho, yo estaba preparada para renacer o morir”, contó jocosa sobre su internación, el jueves pasado, luego de que le dieran el alta y ante más de 600 personas. Fue en un almuerzo organizado en el Palacio San Miguel, donde lanzó su candidatura a presidente y celebró el Día de la Independencia. Si bien desplegó su habitual perfil histriónico, se la vio emocionalmente afectada, hablando sentada (algo que no suele hacer) y bastante sensibilizada en comparación con otras ocasiones. “No me toquen, porque no puedo recibir mucha energía”, pidió sobre el final con el micrófono, cuando sus admiradores se le acercaban para pedirle fotos.
Entre bambalinas, Lilita se relajó y se sintió a gusto con su nueva figura, sin dejar de mostrar el costado coqueto que tiene desde siempre. “Me hacen campaña en contra y ponen fotos viejas. Pero ahora no pueden, porque estoy divina”, expresó.
Dietas. En diciembre de 2003, por recomendación de un amigo Lilita llegó a un health resort cordobés, adonde celebrities como Andrea Frigerio, Soledad Silveyra, Beatriz Salomón y también políticos concurrieron alguna vez. Allí Carrió adelgazó 45 kilos, disminuyendo siete talles de vestuario a partir de un esquema personalizado apoyado en tres pilares: actividad física, ingesta de calidad y reducción del nivel de estrés, con un trabajo físico de tres horas diarias a base de caminatas y mucha tarea en la piscina.
El médico de Lilita
Omar Mantovani es médico nutricionista especializado en obesidad. Además de haber atender a personalidades como Diego Maradona, es un reconocido coleccionista de arte. En su casa, ubicada en el centro de Pilar, posee una colección importante, fundamentalmente pinturas de artistas plásticos argentinos y porcelanas europeas de Francia y Austria. “Yo nací entre estas obras de arte. El 90% lo heredé de mi familia, y el otro 10% lo compré yo”, contaba el propio médico a PERFIL en mayo de 2010, cuando fue entrevistado luego de recuperar 77 obras que le habían robado seis meses antes.
El robo fue organizado por un grupo comando entró a su casa de Pilar y en dos camionetas se llevó 82 obras valuadas entonces en cuatro millones de dólares. El botín incluía cuadros de Soldi, Berni, Butler y Spilimbergo, y fue hallado en un galpón de la localidad de Moreno.
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