La líder de la Coalición Cívica pretende bajar su perfil en línea con la decisión de la coalición para dar por terminada la crisis desatada por sus dichos aunque asistirá a una charla el próximo miércoles en el Instituto Hannah Arendt
Después provocar con su operativo “limpieza” una de las semanas más convulsionadas para Juntos por el Cambio, Elisa Carrió se refugió en su casa de Exaltación de la Cruz. Durante el fin de semana estuvo en contacto con sus leales y habló por teléfono, ayer por la noche, con Gerardo Morales. El gobernador de Jujuy y presidente de la UCR había sido una de las víctimas de sus dardos.
La conversación se generó después de que se filtrara un chat entre el jefe radical y la líder de la Coalición Cívica en el cual Morales le dijo: “Sos la Cristina Kirchner de Juntos por el Cambio”. Sin embargo, ese mensaje, difundido por Infobae, había sido enviado durante la madrugada del martes de la semana pasada. Minutos después de que la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, encabezara una respuesta a través de Twitter a lo que calificó como un “espectáculo degradante”: los dichos de Carrió.
Aquel lunes y martes, en dos entrevistas televisivas, la líder de la Coalición Cívica se había despachado contra varios integrantes de la coalición opositora. Apuntó, entre otros, contra Emilio Monzó, Gerardo Milman, Facundo Manes, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio y Margarita Stolbizer por sus vínculos con Sergio Massa. Sugirió acuerdos entre sectores de la oposición y el “Neo PJ” que, según ella, lidera el ministro de Economía. Morales fue otro de los apuntados por Carrió. La exdiputada y el gobernador tuvieron un primer diálogo durante la semana y repitieron este domingo por la noche.
Según pudo reconstruir LA NACION, Carrió no tuvo contacto con el expresidente Mauricio Macri ni tampoco con Horacio Rodríguez Larreta. Según dijo la líder de la CC, ambos estaban alertados sobre las críticas que disparó en el inicio de la semana pasada. No volvió a hablar con el expresidente después de la entrevista del martes a la noche y el creador de Pro fue uno de los pocos que no salió a contestar. “Mauricio no puede sumarse porque comparte algunos conceptos pero no le gusta que le ordenen el Pro desde afuera”, analizaron desde la tropa macrista. Algunos sospechan incluso que la ofensiva de Carrió estuvo avalada por Macri. “Macri no mandó a Carrió a decir nada”, rechazó el diputado Hernán Lombardi, en diálogo con LN+, descartando esas versiones.
Rodríguez Larreta sí le contestó -en tono moderado- a Carrió a través de Twitter, pero la líder de la CC lo expuso y dijo en CNN Radio: “Él se enoja para afuera pero no para adentro. Anoche [por el martes] me habló después del programa. No sé, pero a mí me llamó y acordamos un montón de cosas y no me dijo nada”.
En contra de aquellos que analizaron la embestida de Carrió como una jugada para “retomar centralidad”, sus leales –que mantuvieron contactos durante el fin de semana– dijeron que “no disfruta” la exposición mediática en la que quedó envuelta tras su catarata de críticas y que se encuentra “muy cansada”.
Desde la cúpula de Juntos por el Cambio buscan activar la fase del “control de daños” y “dar el tema por terminado” para no continuar con “un show mediático”, pero todavía deben lidiar con varios heridos. Rogelio Frigerio, uno de los que más dardos de Carrió recibió, prepara una demanda judicial por las acusaciones de la dirigente, con quien no habla desde que terminó la administración macrista, en 2019. A esa lista también se suman los diputados Gerardo Milman y Cristian Ritondo, quien ya tiene la demanda preparada pero, según fuentes de Pro, esperará el visto bueno de Macri, María Eugenia Vidal y Bullrich para avanzar.
En medio de la frágil tregua, este lunes circuló en los chats de Juntos por el Cambio un recorte de la entrevista con LN+ de la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado. El video muestra el momento en que la jueza recuerda que fue recusada de la investigación contra los fiscales Julio Novo y Claudio Scapolan por dos abogados “con aceitados contactos políticos”. Y agregó: “Uno de ellos fue jefe de gabinete de Ritondo y el otro fue asesor de Monzó”. Los fiscales Novo y Scapolan, investigados por maniobras ilícitas, fueron apuntados por Carrió por sus vínculos con Massa.
A ese clima y tras la advertencia de Carrió para evitar un avance del “panperonismo” en la coalición opositora, también se sumó la foto de Martín Lousteau, líder de Evolución Radical, y el diputado diputado Emiliano Yacobitti, con el gobernador de Córdoba, Juan Shciaretti, quien también había recibido días atrás a Facundo Manes.
Mientras tuitea desde su casa, quienes frecuentan a Carrió plantean que intentará bajar su perfil mediático. Su próxima aparición de todos modos será este miércoles, en una charla en el Instituto Hannah Arendt, el think tank de su partido, con el médico José Abadi. La semana pasada, en el mismo ciclo, la líder de la CC compartió una charla con el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, a quien promueve como sucesor de Rodríguez Larreta.
Para la próxima foto de familia de Juntos por el Cambio habrá que esperar hasta el 24, cuando volverá a reunirse de manera presencial la mesa nacional de la coalición opositora.
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