A 16 años del accidente, la Justicia dispuso que el accidente del avión de Austral ocurrido en octubre de 1997 y que provocó la muerte de 74 personas, sea llevado a proceso.
El juez federal Sebastián Ramos dispuso la clausura de la instrucción de la causa y la elevación a juicio de la causa en la que están acusadas 26 personas, entre ellos los directivos de la empresa y de la Fuerza Aérea.
Se trata del accidente del vuelo AU2553 que cubría el trayecto Posadas-Buenos Aires, ocurrido cuando el avión cayó en las cercanías de la ciudad de Fray Bentos el 10 de octubre de 1997. La aeronave se estrelló y ocasionó la muerte de la totalidad de sus tripulantes y pasajeros.
Serán sometidos a juicio Manuel Morán, Mario Sruber, Walter Hayas, Mario Cardoni, Francisco Mayorga, Gabriel Mario Pérez Junqueira, Francisco Monzón, Ángel Sanchis Herrero, Javier Losa de la Cruz, Jorge Fernández, Ricardo Embón, Andrés Arribillaga, Juan Manuel Baigorria, Carlos González, Justo Díaz, Danilo Wenk, Hugo Alberto Adib, y Carlos Carmenini.
También irán al banquillo, según el fallo del juez Norberto Sotelo Ossa, Eduardo Sánchez Ara, Guillermo Destefanis, José Garrido, Juan Antonio Fortuny, Enrique Ventura de Anchorena, Pablo Chini y Norberto Hubo Nieves.
Años atrás, la Justicia dispuso el procesamiento de las personas que integraban el directorio de la empresa Austral en el momento de la tragedia, de funcionarios de las áreas técnicas, de instructores de vuelo, y también de responsables militares de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad (DNA), la Comisión Asesora de Licencias de Funciones Aeronáuticas Civiles (Calfac) y el Comando de Regiones Aéreas.
Con distintos grados de participación, el entonces juez, actual camarista Jorge Ballestero había aplicado a todos la figura penal de estrago doloso seguido de muerte.
Las investigaciones concluyeron que el avión se había topado en vuelo con una tormenta y que al cruzarla, los pilotos experimentaron una pérdida de velocidad que sólo se verificó en los instrumentos. En realidad, lo que había sucedido es que las bajas temperaturas, habían provocado una falla en los llamados tubos pitot, colocados en el exterior del fuselaje, responsables de registrar la presión atmosférica y de traducirla en una medición de la velocidad relativa en el instrumental.
Los pilotos tomaron una decisión errónea, la de aumentar la potencia de los motores y, en una última y desesperada acción, desplegar los slats, que son las partes móviles del ala que proveen sustentabilidad. El resultado fue que una de las alas se deshizo y el avión cayó en picada durante más de 20 segundos, a más de 1000 km/h.
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