Desde el Gobierno y la Cancillería coincidieron en mantener el silencio, a la espera del informe de la embajada en Caracas; el cristinismo volvió a respaldar a Maduro
El gobierno de Alberto Fernández eligió ayer el deliberado silencio y demoró tomar posición en relación con las elecciones legislativas en Venezuela, denunciadas como fraudulentas por la oposición y con las que el presidente de Nicolás Maduro pretende afianzar su controvertida estadía en el poder.
Durante toda la jornada, ni desde la Casa Rosada ni desde la Cancillería emitieron opinión alguna sobre los comicios, las "elecciones más democráticas de la historia" según aseguraban desde el chavismo, en los que se renovaba la composición de la Asamblea Nacional venezolana, principal eje del poder del presidente interino Juan Guaidó, impedido, como otros líderes opositores, de participar del proceso.
Inicialmente, en la Cancillería descartaron durante el domingo que el Gobierno emitiera su postura oficial y se mantuvieron sin precisar la fecha de la toma de posición oficial de la Argentina, a contramano de otros países que condenaron los comicios de manera explícita. Desde la Cancillería aguardaban el informe final del encargado de negocios, Eduardo Porreti, para emitir una opinión formal sobre el acto electoral, más allá de algún borrador de "tibio apoyo" al proceso electoral que circuló entre los funcionarios, pero que no vio la luz durante el domingo.
"No creo que digamos nada hoy", coincidían muy cerca del Presidente, con la explícita intención de evitar nuevos roces en el seno de la coalición gobernante, en un tema que figura como uno de los más incómodos para la vida interna del Frente de Todos. "Hay que estar muy bien informado para opinar, tomarlo como norma. Muchos dicen cualquier cosa y dañan al Gobierno con tal de figurar", se quejó un funcionario con acceso al despacho presidencial en relación con las críticas opositoras.
A través de las redes sociales, quienes sí se expresaron fueron los referentes del kirchnerismo, que apoyan abiertamente a Maduro y denuncian el "bloqueo" de Estados Unidos al país caribeño y sus intenciones "golpistas" a través de su apoyo a Guaidó.
Desde el Gobierno y la Cancillería coincidieron en mantener el silencio, a la espera del informe de la embajada en Caracas; el cristinismo volvió a respaldar a Maduro Fuente: Archivo
La embajadora en Caracas en tiempos de Hugo Chávez, Alicia Castro, retuiteó una entrevista de la periodista Cynthia García al expresidente de Ecuador Rafael Correa. Allí, el exmandatario (invitado de Maduro a monitorear los comicios) denunciaba el "bloqueo" contra el gobierno chavista y afirmaba que "estas elecciones son exactamente las mismas que el 2015, cuando perdió el gobierno y ganó la oposición, ahí si eran válidas", según ironizó el expresidente ecuatoriano. García formó parte de una delegación de la Internacional Progresista en Venezuela que integraron otros argentinos, como el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, y el exlegislador porteño José Cruz Campagnoli, quienes en una nota para el diario Tiempo Argentino afirmaron ayer que "la cita democrática de este domingo será la número 25 en 21 años de chavismo: la Revolución Bolivariana hizo de las elecciones un culto y un ejercicio permanente de democracia participativa", elogiaron. También viajaron a Caracas el presidente del Parlasur, Oscar Laborde, y segundas líneas de La Cámpora y el Movimiento Evita, entre otros grupos kirchneristas.
Diferencias
Precisamente el apoyo incondicional a Maduro por parte del kirchnerismo duro, cuya líder indiscutible es la vicepresidenta Cristina Kirchner, motivó en este caso el silencio oficial.
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Nadie en la Casa Rosada olvida el conflicto entre el representante argentino en la OEA, Carlos Raimundi, y la Cancillería, luego de que a finales de septiembre el exdirigente del Frepaso cuestionara el informe de la chilena Michelle Bachelet en relación con las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, una postura rechazada por el propio canciller Felipe Solá, quien calificara de "autoritario" el gobierno de Maduro. Este domingo, Raimundi fue otro de los que se mantuvieron sin realizar declaraciones públicas.
"Nuestra convicción sobre la no injerencia en asuntos internos de otros países es la misma. También sigue siendo la misma en cuanto a la denuncia de que hay bloqueos físicos, financieros y a personas. [Pero] Los derechos humanos son un activo de la Argentina. Vamos a seguir defendiendo la vigencia de los DD.HH. en todo el mundo", señaló el canciller, el 13 de octubre pasado, en un seminario organizado por el CARI, con la intención de bajar el tono de la polémica.
"Excelente jornada electoral en Venezuela, es un triunfo democrático que las elecciones transcurran en tranquilidad, a pesar del bloqueo", tuiteó Campagnoli, mientras desde el Gobierno seguían aguardando el informe con datos claves sobre participación y la existencia de irregularidades para dar un veredicto final, que sería de apoyo, pero con algún matiz.
Por: Jaime Rosemberg
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