EL CIVISMO dialogó con el diputado provincial del GEN en el Frente Amplio Progresista, Juan Carlos Juárez. Analizó el escenario de las próximas elecciones y la gestión del gobernador Scioli y el intendente Luciani.
- El FAP nacional tomó la decisión de que cada provincia decida en su marco y haga sus propias alianzas o frentes electorales. En el caso de Buenos Aires evaluamos como posibilidad confluir en una lista junto con la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y Proyecto Sur, además de ciertos sectores sociales. Con la Coalición avanzamos bastante. Ellos quieren ser parte de un frente con el FAP y hasta hablamos de una composición de lista. La UCR también manifiesta la necesidad de juntarnos los sectores de centro-izquierda pero hasta ahora nos encontramos con la dificultad de la cuestión interna del radicalismo. No unifican personería y no vienen en conjunto a las reuniones para tomar determinaciones.
Para nosotros dos cuestiones son fundamentales. No negociamos la cabeza de la lista para diputados nacionales, que es Margarita Stolbizer. La otra, la necesidad de un acuerdo de la oposición de aglutinarse, algo que pide parte de la sociedad. Ante eso decimos que el gobierno nacional constituye un tercio del electorado; la centro-derecha con algunas variantes del peronismo otro tercio y la centro-izquierda el tercio restante. A este sector lo queremos reconstituir y hacer un acuerdo. Por eso no nos vamos a juntar para al otro día hacer una interna abierta. En ese camino decidimos lo de Margarita y no a las internas abiertas en Provincia y Nación. Después, en los pueblos en los que pueda haber acuerdos, bienvenido sea. Y donde no, que lo dirima cada distrito. Es complejo pensar en lista única en los 135 municipios de Buenos Aires.
- ¿Ayuda para la actual instancia que no se tenga que acordar un proyecto ejecutivo?
- Claro. Es una instancia legislativa. Debemos estar de acuerdo en derogar las leyes de la Reforma Judicial; avanzar en la sanción de le ley de Fertilidad Asistida, porque está parada en Nación; en una reforma política profunda. Son cuestiones relacionadas con la república, con lo institucional. Ese debe ser el marco.
- ¿Luján es uno de los municipios complejos para sellar ese acuerdo?
- Es un Municipio particular. La UCR en Luján integra un frente con la Unión Vecinal; con ello gobierna, y si bien fuimos impulsores iniciales y en 2007 estuvimos con el vecinalismo, nosotros nos retiramos de esa alianza cuando terminan acordando con Francisco De Narváez. Igual estamos dispuestos al diálogo, aunque no podemos ser parte de una gestión municipal que ya tiene dos años y decidió una forma que en algunos aspectos no coincidimos. Eso no quita la predisposición, más con el socialismo, que integra el Frente Progresista. Con los radicales nos conocemos de toda la vida. Ese es nuestro origen. Es muy difícil el acuerdo. Lo veo extremadamente difícil. Me parece que somos muchos y son pocos lugares, para ser concretos.
- Por su parte, usted que ya dijo que Cristian Bogetti es el candidato del GEN.
- Dentro del Frente Progresista, el GEN propone como concejal a Bogetti. Pero si se ampliara el frente, está la posibilidad de discutir o ir a interna abierta. Por ahora es nuestro primer candidato a concejal porque consideramos que es una persona que hizo una buena elección ante la gran polarización de 2011, continuó trabajando, tiene ganas e ideas. Vendría bien para el Concejo.
- ¿Eso está acordado con el socialismo local?
- Todavía no. Por eso digo que ante lo que sucede con la UCR en Provincia desde el FAP empezamos a definir nuestra propia lista, con el socialismo ofreciendo la candidatura de Dante Caputo. Es un aporte sustancial para la lista.
- En su caso, le resta la mitad del mandato.
- Sí. Por eso sigo trabajando. La semana próxima presentaré un proyecto para limitar las reelecciones indefinidas de los diputados y senadores provinciales, intendentes, concejales y consejeros escolares. Ahí también proponemos bajar a 18 años la edad para ser concejal. También trabajamos en el complejo tema de armar un Código Ambiental para la provincia de Buenos Aires. Hay mucho por delante.
- Usted se opuso a las condiciones de la reparación de la ruta 6.
- Es un tema que denuncié y por el cual realicé pedidos de informe. Recién la semana pasada se constituyó la Comisión Bicameral de seguimiento de las obras de ruta 6 después de casi dos años de sancionada la ley. Pedí los pliegos a Vialidad Provincial hace exactamente seis meses. Jamás me los remitieron. Presencié el acto de apertura de los sobres para la reparación y cuando vinieron ministros y funcionarios les dije que las técnicas actuales no recomiendan que una obra como esa se haga con hormigón. Todas las autopistas importantes en Argentina se hicieron con asfalto flexible. Nadie me da explicaciones.
- Ante eso, ¿qué sensación le queda?
- Creo que la ruta 6 es una obra pública que no ofrece ninguna transparencia. Esa es mi sensación. Por de lo contrario ¿por qué no me envían los pliegos? Los pedí como corresponde hace seis meses. Que participen varias empresas responsables del desastre de la ruta 6, sin ser sancionadas y sin reclamos administrativos o judiciales, genera dudas. Porque durante diez años tienen responsabilidad sobre esa obra. Se invirtieron 400 millones de dólares y ahora 350 millones de dólares más. No ofrecen transparencia.
- ¿Cómo describe a la gestión municipal y su relación con el gobierno provincial?
- Lo que pienso del gobierno provincial se lo pude decir al gobernador Scioli. Es una persona con la que se puede dialogar y discutir. Debo destacarlo. Pero no estoy de acuerdo con su gestión política. Se ha precarizado la educación y los niveles de inseguridad, sin un plan de seguridad, crecieron ostensiblemente. Sólo se toman medidas espasmódicas ante hechos resonantes. Como durante la gestión de Graciela Rosso, siempre trato de que a Luján lleguen recursos. Y lo hago ahora, aunque institucionalmente ninguno de los dos intendentes me hayan solicitado nada. Lo hago como con otros municipios aunque en este caso soy de acá, vivo acá y me interesa Luján y su situación. Como legislador de la oposición y vicepresidente tercero de la Cámara, trato de contribuir. Por eso insisto, entre otros temas, con la declaración de la emergencia hídrica de la cuenca del río Luján. Eso significaría que se acceda desde el gobierno provincial a créditos para trabajos profundos en la región.
- ¿Qué balance realiza de la gestión de Luciani?
- Hay que analizar primero por qué gana, porque tuvo el voto propio y otra porción que votó en contra de Miguel Prince. Eso generó un nivel de expectativas muy alto en la ciudadanía que no está reflejado en los servicios básicos de la comunidad. Es cierto que recibió un Estado Municipal muy endeudado, con un parque automotor destruido. Todo eso es cierto pero hay cosas de todos los días que no requieren de mayor inversión y no tienen respuestas para los vecinos. Me hago tiempo para estar presente en las entidades de Luján y ellos manifiestan estos problemas.
- ¿Cómo ve este trabajo con las entidades en dirigentes de otros partidos que adelantan, de antemano, que su intención es llegar a la Intendencia?
- Eso tiene que ver con una deformación extraordinaria que sufrió el Estado argentino en estos diez años. El kirchnerismo tomó al gobierno como algo partidario y al Estado como algo personal. Eso se deforma y aparecen personas que uno ni conoce trayendo soluciones entre comillas a instituciones o personas y bajan planes que debería organizar el Municipio o en todo caso en conjunto. Eso no depende de que me guste o no el intendente, sino que fue elegido por la gente y por eso es la representación institucional. Hay un abuso del uso del Estado. Es mi visión. Cuando logro una mejora en el presupuesto provincial para el partido de Luján, yo no traigo la plata con un bolso. Se gira a la cuenta del Municipio.
La única herramienta ante esto la tenemos en las elecciones de agosto y octubre. Para lograr una mayoría distinta en las Cámaras y frenarlos. Porque el deterioro institucional de la república es escandaloso, más a partir de la partidización de la elección de jueces.
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