Las elecciones provinciales profundizaron la guerra interna del PRO

Las elecciones provinciales profundizaron la guerra interna del PRO

Larreta viajará a Tierra del Fuego, otra provincia partida que encontró al PRO dividido en dos y se tensionará la interna. En Neuquén, los bandos volvieron a tirarse dinamita gruesa y se reavivó el fantasma de una ruptura para migrar hacia los horizontes de Milei. Un nuevo round en la pelea amarilla.

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CARLA PELLIZA

Después de dejar al PRO en terapia intensiva la semana pasada, la interna entre los amarillos no se tomó descanso y saltó hacia la Patagonia argentina. La elección en Neuquén confirmó que no está todo en orden entre los bandos del macrismo, las picantes declaraciones de Elisa Carrió extendieron el malestar hacia todo Juntos por el Cambio y este martes habrá una jornada especial en la que se volverá a profundizar la herida. Se aguarda a Horacio Rodríguez Larreta en otra provincia del Sur para dar su apoyo a un candidato rupturista para luego compartir, aunque no al mismo tiempo, escenario con Patricia Bullrich frente al círculo rojo. Una danza de seducción ante los empresarios luego de haberla hecho frente al campo hace siete días.

 

Se espera que Larreta se muestre en Tierra del Fuego junto a Héctor “Tito” Stefani, el candidato del PRO que se presentará para disputar la gobernación por fuera de Juntos por el Cambio. La situación del distrito no es menos compleja que la que se vivió en Neuquén, Río Negro, Mendoza o Salta. Hubo rupturas y disputas judiciales que llevaron a una división cambiemita que será perjudicial para la alianza opositora.

 

Stefani, su vice Paulino Rossi y el larretismo “le están haciendo el juego a Gustavo Melella”, se analizó desde la orilla de Juntos por el Cambio que permaneció unida. El problema data de hace tiempo, los cuestionamientos al manejo del partido por parte de “Tito” no son novedosos y su presidencia fue tan problemática que hasta tuvo que pedir una intervención para no perder el espacio. Esa silla quedó para el larretismo que, después de mostrarse en contra de tejer la coalición, fue arrebatada de la noche a la mañana por el bullrichismo. Se inició un proceso judicial y todo pasó a la nebulosa.

 

Cambiemos va a ir dividido y Larreta estará con quien optó por irse por afuera. Dentro del PRO empezó a circular una idea, cada vez con más fuerza, frente a la actitud del jefe de Gobierno: la ruptura, en sus manos, de Cambiemos por la delicada situación electoral reflejada en las encuestas. Así como se vio un coqueteo de Patricia Bullrich y Mauricio Macri con Javier Milei, al punto de sospechar un vuelo en bandada de los halcones, se señaló al capitalino como el verdadero promotor de las fisuras.

Se le achacó, en varias oportunidades, el quiebre en Neuquén (que ahora salieron a festejar todos), en Salta, en Tierra del Fuego y en Mendoza. Algunos de ellos fueron atados con alambres para mantener cierto tipo de unidad, pero la pelea fue feroz. Este martes, habrá una reedición de toda esa disputa hacia adentro para ver quién es el que rompe y quién es el fiel.

Las acusaciones fueron cruzadas. La elección de Neuquén desató nuevamente la guerra entre el bullrichismo y el larretismo después de dar por cerrada la discusión por el cambio en la modalidad de votación en la CABA, algo interpretado como un parricidio a Mauricio Macri por parte de Larreta. Se acusó a Bullrich de no haber jugado para la lista PRO que funcionó como colectora de Rolando Figueroa, el triunfador del domingo, sino para la de Juntos por el Cambio liderada por Pablo Cervi.

El bullrichismo buscó despegarse de esas acusaciones pero otras fuentes, tanto desde la UCR como desde el PRO, aseguraron que Patricia apoyó más a la lista de Cambiemos que a la de Figueroa. Pero del triunfo se colgaron todos, aunque sólo hayan sacado el 4% de los votos en una elección que se polarizó entre dos presentaciones del Movimiento Popular Neuquino.

En Tierra del Fuego la situación no será similar. Quedó en claro que Bullrich, Macri y María Eugenia Vidal irán tras la fórmula de Pablo Blanco y Federico Frigerio versus la opción de Stefani apoyada por el larretismo. La división impedirá que Cambiemos obtenga, según encuestas, unos 17 puntos frente a los más de 30 que se espera acumule el tándem de Gustavo Melella y Mónica Urquiza. Los comicios arrancaron perdidos, pero la fragmentación debilitó más a JxC a la hora de repartir cargos provinciales.

En todo ese escenario apareció otra figura, la de Javier Milei, que tuvo y tendrá sus primeras experiencias en elecciones generales ejecutivas. Las de Neuquén y Río Negro lo dejaron lejos, con entre ocho y once puntos acumulados. Lo que demostró que los locales no tienen tracción propia sin el libertario en la papeleta. De hecho, en Tierra del Fuego el diputado de La Libertad Avanza mide entre 24 o 25 puntos pero probablemente no logre captar todas esas voluntades el 14 de mayo bajo el nombre de Andrea Almirón de Pauli.

De todos modos, su figura se transformó en algo trascendental tras los dichos de Elisa Carrió que volvió a reavivar la posibilidad de un amorío político entre Macri y el libertario. Algo alimentado por el propio Milei que, en las últimas horas, dijo todavía estar a tiempo de armar una interna con Bullrich. Ella le puso punto final a la discusión al asegurar que forma parte de Juntos por el Cambio.

Pero la desconfianza y la dinamita interna no pareció encontrar final. La gran pregunta es si efectivamente estarán dispuestos a romper la alianza para irse con Milei. Sobre todo teniendo en cuenta la gran herramienta electoral que se conformó y la mala visión que el electorado tiene de los “traidores” que abandonan el barco. A veces, da la impresión de que juegan a ver quién quiebra el espacio para encontrar la excusa perfecta para subirse al bote salvavidas.

Por el momento, la respuesta se mostró sencilla. No habrá ruptura. Estratégicamente, no les conviene y, a futuro, ya tienen un plan. Ella no irá con el diputado y el diputado todo el tiempo la pedirá junto a él. Sabe que parte importante de su recaudación electoral, votos, son cooptados por la ex ministra de Seguridad. Llevarla para su molino sería una buena estrategia para eliminar a una contrincante. Una suerte de mano a mano, a todo o nada. Pero no va a acceder.

Si Patricia Bullrich llegara al balotaje, buscará un acuerdo político con Milei para retener los votos del libertario. Ya lo dijo la semana pasada. Espera que los sufragios del diputado puedan ser derivados hacia su figura. Y, a futuro, la intención de un acuerdo parlamentario que debilite al peronismo en materia legislativa y a los gobernadores peronistas en materia de negociación en el Congreso.

Desde Cambiemos se considera que Milei aportará quórum y, en algunos casos, hasta mayorías especiales para llevar adelante las reformas que la alianza quiere hacer y que el peronismo hoy impide. Como la conformación de las dos Cámaras se transforma con el tiempo, cualquier aprobación de una normativa llevará varios años para ser desarmada por la correlación de fuerzas. Por lo tanto, las reformas serán duraderas. Por eso, el diputado libertario no ataca ni a Macri ni a Bullrich.

Además, según cuentas internas, Milei le robaría muchos más votos al Frente de Todos que a Cambiemos, por lo tanto les convendría tenerlo en el juego para erosionar al oficialismo. Esto es porque, dada la delicada situación económica, los sectores más vulnerables y de clase media baja se encontraron descontentos con los resultados obtenidos hasta el momento y podrían buscar opciones innovadoras.

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Ahora bien, el escenario podría ser completamente diferente si Larreta ganara las PASO y ocupara un lugar en la segunda vuelta. Para los halcones, el jefe de Gobierno está en una situación delicada porque Bullrich podría recaudar, según las cuentas, un número importante, mayoritario, de los afines a Macri, otro número relevante de los desencantados con el ex presidente, un número llamativo pero algo menor de los descontentos con Alberto Fernández y, en balotaje, un número casi total de Milei. Esto podría ser discutible ya que el libertario acumula voluntades antipolítica.

Si bien no se eligió subestimar al alcalde porteño, se le marcaron varias debilidades. Entre ellas, la larguísima campaña presidencial de años, que no tiene “socios” sino “empleados”, el error de haberse enfocado en el discurso del “centro” ante una sociedad cada vez más polarizada y la falta de voceros que inunden los medios de comunicación.

Esta discusión seguirá, entonces, pese al paso del tiempo. Ambos bandos se acusaron de tensionar la cuerda lo máximo posible y la lista de provincias que lo demostraron va en crecimiento. Ya se anotaron Neuquén, Río Negro (donde rompió la UCR), Tierra del Fuego, Salta, Mendoza y la rebeldía en la CABA, no sólo por el sistema de votación sino por la falta de una definición en torno al candidato único que pidió Macri.

La saga continuará este martes en el hotel Llao Llao, de Bariloche, donde se reunirán empresarios de distintos rubros para escuchar las propuestas de los precandidatos presidenciales. Entre ellos estarán Patricia Bullrich, que cerró la jornada de apertura el lunes; Horacio Rodríguez Larreta, que hará lo propio el martes; Javier Milei que será el plato del almuerzo; Gerardo Morales estará en la merienda y María Eugenia Vidal hará de telonera del jefe de Gobierno.

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