“Estas son elecciones pijoteras”, señaló a esta Agencia un analista y consultor de encuestas, al definir las próximas elecciones (las PASO de agosto como las generales de octubre) tanto en referencia a la paridad que existe -en estos momentos- entre Juntos Somos Río Negro y el Frente para la Victoria, como a los escasos votos que podrían obtener.
Hay coincidencia en los distintos sondeos de opinión en el escenario de paridad que se presenta ante las PASO, de JSRN y el FpV con un empate técnico en alrededor del 30 por ciento de los votos.
En cuanto a los restantes participantes, se observa que Cambiemos suma votos del radicalismo y sobre todo en localidades gobernadas por intendentes de la UCR, que permitiría al oficialismo nacional alcanzar alrededor del 18 por ciento de los sufragios, mientras que con dos o tres puntos más abajo, se ubicaría Magdalena Odarda, de la CC-ARI. Para el Frente de Izquierda de los Trabajadores se estima una aceptable elección, con su candidata Norma Dardick, quien cuenta con un caudal fidelizado en la izquierda rionegrina.
Más allá de las expresiones públicas que son siempre optimistas para incidir en el votante con dudas, hay cautela entre las principales fuerzas que compiten en la provincia. Hay ciudades claves por su peso en el padrón, pero también es necesario sumar de todos los pueblos y parajes.
General Roca es el punto neurálgico para el gobierno. En esa ciudad, incluso el circuito Alto Valle Centro, con Allen, donde es muy cuestionada la gestión de Sabina Costa, el FpV obtendría un triunfo muy importante, que en el recuento final cuesta equilibrar.
Alerta para la Casa de Laprida y Belgrano. Roca tiene en el Ejecutivo dos ministros, de Gobierno, Luis Di Giacomo y de Salud, Fabián Zgaib. Además con ese origen llegaron Alejandro Palmieri, presidente del bloque de JSRN y Tania Lastra, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura provincial, además de otros funcionarios.
Con ese poder de fuego el gobierno no puede avanzar en la consideración roquense. Por otra lado, un viejo político conocedor de estas lides, recordó que “en Roca no votan candidatos de Cipolletti”, en referencia a Fabián Gatti.
Hay preocupación en el gobierno, incluso en el propio Weretilneck. Hasta el momento no aparece una importante diferencia a favor en Cipolletti, como se esperaba, pero hay señales optimistas en Bariloche donde JSRN podría alcanzar un triunfo de importancia y suma a El Bolsón y además el FpV no está bien en la ciudad cordillerana.
Viedma presenta muchas dudas. No hay “onda” con los Soria, el gobierno está un poco “abollado” por el tema nuclear y la gestión Foulkes de Cambiemos está muy cuestionada, a pesar de los esfuerzos del gobierno nacional de derivar recursos para “mover la palmera” en el Ejecutivo municipal. Odarda pone sus fichas en la capital provincial.
Luego del veredicto de las urnas en las PASO, quedarán dos meses para acomodar la campaña y salir a la captura de votos. En este punto el gobierno rionegrino recupera la confianza. Piensa en el llamado “voto útil” y se esperanza en que habrá un drenaje de Cambiemos a JSRN con el propósito de evitar un eventual triunfo del FpV.
Del voto del Odarda también se estima que se pueden canalizar voluntades y en este punto no se descartan acercamientos para después de las PASO.
La izquierda seguirá conteniendo el voto genuino y alguno más.
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