Con el antecedente de los disturbios y la represión policial de 2009, este jueves será finalmente la Asamblea Universitaria que elegirá al próximo rector de la Universidad de Buenos Aires –la más grande del país, con más de 300 mil alumnos-, para que reemplace al saliente Rubén Hallú en el próximo período (2014-2018). La disputa, tras la sorpresiva baja del actual rector, quedó entre dos ex decanos filo kirchneristas: Alberto Barbieri –flamante ex decano de Ciencias Económicas- y Federico Schuster –ex decano de Ciencias Sociales.

La puja por saber quién conducirá a la máxima entidad académica del país no es menor e incluso interesó a referentes del Gobierno nacional, que se dividen entre el apoyo silencioso a quien parece candidato puesto –Barbieri- y la crítica explícita a la falta de candidatos más amables –como Daniel Filmus, por ejemplo.

Si bien aún se desconoce dónde se realizará la reunión –por el temor a posibles disturbios- se presume que se realizaría en el Congreso Nacional –en alguna de sus dependencias- para garantizar la realización. En una muestra de preocupación, pero también de apoyo tácito, el multifacético jefe de gabinete, Jorge Capitanich, se reunió el martes con Barbieri, para garantizarle la seguridad de la Asamblea. Dijeron, en esa ocasión, que Hallú no se encontraba disponible y que, por eso, asistió el actual vicerrector y candidato a sucederlo –aunque más bien pareció un claro apoyo.

Barbieri, académico de trayectoria en el área de la Administración y decano por ocho años de la Facultad de Ciencias Económicas, también suma el apoyo de Julio De Vido, cuya esposa trabajó con él en diferentes órganos académicos.

Sin embargo, el candidato kirchnerista de pura cepa no sería el administrador, sino Schuster, que fue el abanderado de los decanos oficialistas cuando condujo la Facultad de Ciencias Sociales entre 2002 y 2010. El filósofo y profesor cuenta con el apoyo de un grupo menor de decanos aliados y de las agrupaciones universitarias afines al kircherismo, que desconfían de las políticas de Barbieri.

Desde la Federación Universitaria de Buenos Aires y la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires, que nuclean a estudiantes y profesores de la UBA, se manifestaron en oposición a la asamblea por considerarla "antidemocrática", ya que está conformada por más de 200 docentes –de los que solo puede participar "un grupo minúsculo de los más de 35 mil profesores ad honorem e interinos"-, dos alumnos, dos graduados y los 28 miembros del Consejo Superior (13 decanos, cinco alumnos, cinco docentes y cinco graduados).

Si bien iniciaron este miércoles una vigilia frente al Congreso, advirtieron que permitirán la sesión, pero exigirán "la reforma del Estatuto de la Universidad, para que voten todos y no las camarillas". Así lo expresó el presidente de la FUBA, Julián Asiner, del Partido Obrero.

"Vamos a pedir la palabra junto al sindicato docente para que se levante la sesión y se haga una nueva convocatoria sobre otra base para que voten todos y no una minoría", sostuvo. Tampoco se descarta que algunas fracciones y agrupaciones estudiantiles sí intenten evitar la sesión, por lo que se dispondrá un fuerte operativo de seguridad.