El sector que apoya a Mestre impugnó el nombre que propuso su rival para el frente "Córdoba Cambia", que impulsa a Mario Negri. El impacto en la política nacional.
La interna cordobesa de Cambiemos sigue al rojo vivo: ayer, desde Jujuy, el presidente Mauricio Macriadmitió que la ruptura del frente con los radicales “es algo que no quería”; por su parte el intendente cordobés Ramón Javier Mestre impugnó que la alianza que lleva a Mario Negri como candidato a gobernador se llame Córdoba Cambia; y el legislador Juan Pablo Quinteros –el principal dirigente del Frente Cívico, después de Luis Juez- renunció al partido y a su banca.
“Lo que pasó en Córdoba, por suerte no pasó en el resto del país, es que dos dirigentes importantes que tiene Cambiemos en Córdoba no se pusieron de acuerdo, sobre cómo dirimir sus candidaturas en una interna y han llevado las cosas a un punto en el cual vamos a tener dos candidatos que representan el mismo espacio”; aseguró el Presidente ayer a la mañana mientras recorría las obras en el aeropuerto de San Salvador de Jujuy.
Macri agregó: “Es algo que no queríamos, es algo que no sucedió en las demás provincias donde estamos enfrentando la elección con una buena propuesta, y creo que el gobernador (Gerardo Morales) va a mediar sobre el tema”.
Morales, que por su condición de gobernador integra la Mesa Nacional de Cambiemos, detalló: “Sobre el tema Córdoba lamentamos que no haya habido acuerdo como sí hubo en otras provincias. Desde la Mesa Nacional de Cambiemos hicimos todo lo que pudimos hacer, sugerir, pedir, que puedan lograr un acuerdo, y si eso no era posible, liberar a la acción de los partidos políticos integrantes de Cambiemos. Esa situación es única respecto del resto de las provincias”.
Mientras Macri y Morales trataban de explicar lo inexplicable, en Córdoba, Ramón Javier Mestre fue a la Justicia Electoral y solicitó que “no se apruebe la denominación Córdoba Cambia, logotipo y demás atributos para la identificación de la Alianza suscripta por los partidos políticos Propuesta Republicana (PRO) y Frente Cívico de Córdoba, así como a toda otra que incluya el sustantivo “Cambio”, el verbo “Cambiar” y cualquiera de sus desinencias, conjugaciones o uso que evoque la extinta alianza provincial Cambiemos, incluida la barra multicolor que subraya la denominación Córdoba Cambia”, según el escrito presentado por los apoderados de la UCR, Facundo Cortés Olmedo y Diego Frossasco.
“La gente no está metida en la política, no sigue el día a día de la interna de Cambiemos. Lo que nosotros decimos es que había tres partidos que conformaban Cambiemos: el PRO, el Frente Cívico y la UCR. Al no estar dos de esos partidos porque se fueron de la coalición solicitándolo a la Justicia Electoral, la alianza automáticamente dejó de existir. Y si en el cuarto oscuro aparece una boleta con el nombre similar a Cambiemos, con los colores similares, la tipografía similar, llama a confusión. Y queremos que se evite esa confusión al votante, al ciudadano común”, detalló a El Destape, Facundo Cortés Olmedo, uno de los apoderados de Mestre.
Ayer a la tarde, la jueza Marta Vidal le respondió al pedido del radicalismo que resolverá recién el lunes a las 10 de la mañana sobre la cuestión.
Tras la ruptura entre Mestre y Negri; el intendente cordobés participará en las elecciones generales del 12 de mayo con la histórica Lista 3 de la Unión Cívica Radical; mientras que Negri va con el frente Córdoba Cambia junto a Héctor “La Coneja” Baldassi de candidato a vicegobernador y Luis Juez a la Intendencia capitalina. El 12 de mayo, también competirá el gobernador Juan Schiaretti, quién va por su reelección con el flamante sello Hacemos por Córdoba –incorporó al socialismo y el GEN de Margarita Stolbizer-; Frente Córdoba Ciudadana y dos listas trotskistas: el FIT por un lado y el MST-Nueva Izquierda por el otro.
La onda expansiva de la explosión de Cambiemos Córdoba amenaza con llegar al Congreso, donde los diputados mestristas, encabezados por Diego Mestre -hermano del intendente- abandonarían la bancada presidida por Negri y se sumarían al bloque de Martín Lousteau. Los diputados disidentes son Brenda Austin, Soledad Carrizo y Olga Rista.
A la interna radical entre Negri y Mestre, se suma la ruptura del legislador Quinteros con Juez: “Hoy en mi rol de persona de la política se me impone una disyuntiva, se me imponen dos caminos, el de la conveniencia o el de las convicciones (…) Yo he decidido abandonar este lugar de comodidad; lo hago convencido, lo hago con convicción”, dijo el número 2 del Frente Cívico en su último discurso en la Legislatura cordobesa.
Y siguió: “Hoy, diferencias insalvables con el espacio por el que yo llegué a esta banca hacen que yo tenga que abandonarla. Es una decisión absolutamente personal, de la que solo pido que sea respetada. La gente esperaba mucho de nosotros, la gente espera mucho de la dirigencia política. Creo qe esto qe ha sucedido en los últimos meses ha decepcionado en gran parte la esperanza que la gente puso en nosotros. Y me hago cargo de lo que estoy diciendo, no fue un fracaso de la política, fue un fracaso de los políticos (…). Siento en lo más interno de mi, que tengo que renunciar a un cargo para no renunciar a mis convicciones. Por eso, señor Presidente, debo decirle que mi tarea como legislador ha concluido”, le dijo Quinteros al presidente de la Legislatura cordobesa Oscar González, se levantó de su banca, abrazó a su ex compañero de militancia y de bancada Daniel Juez –hermano de Luis- y se fue del recinto.
Hace tres semanas, el 23 de febrero, Quinteros había renunciado a ser candidato a concejal por la boleta de Luis Juez, y dos días después advertía: “No se cómo se le va a explicar a la gente que la interna no se va a hacer. Y eso me pone en una situación incómoda, porque el capital que tenemos para enfrentar a Unión por Córdoba es ser coherentes, y me da vergüenza que todo se caiga”.
Y apuntó: “Estas internas son como una tragedia griega: nadie quiere que pase, todos saben que va a pasar y nadie hizo nada para que no pase”, graficó Quinteros anteEl Destape.
Inmediatamente desde las trincheras propias y ajenas salieron a decir que Quinteros abandonaba el Frente Cívico para ser candidato a intendente del Encuentro Vecinal Córdoba del legislador Aurelio García Elorrio.
“Yo en la lista de Juez estaba en el tercer lugar de concejal, tenía la banca asegurada. ¿Me voy a ir de ese espacio para pelear una banca por una fuerza que sólo tiene un legislador? Están mal los que lanzan esas chicanas. Sí le voy a decir que siento un profundo respeto por mi compañero de Legislatura García Elorrio, quien me acompañó a investigar junto a la legisladora Liliana Montero, la conexión Córdoba con el Lava Jato y los sobornos de Odebrecht. Ya en 2011 yo denuncié los posibles negociados de De la Sota con Odebrecht y las contratistas cartelizadas de la obra pública cordobesa. Y el legislador García Elorrio fue un compañero en esa batalla que dimos desde la Legislatura. También reconozco que él, en la más absoluta soledad, se animó a denunciar a decenas de jefes narcos cordobeses. No sé si haremos algún acuerdo político a futuro, lo que sí le digo es que respeto su trabajo como legislador para combatir al narcotráfico y la corrupción”, señaló Quinteros a El Destape.
Con este cuadro de situación, la crisis de Cambiemos puede llegar al extremo de que el 12 de mayo, el peronismo no sólo logre la reelección de Schiaretti, sino que conquiste la Intendencia de la ciudad de Córdoba y arrase en los departamentos con las bancas legislativas. Nada de eso le importa a “Mauricio Macri, el amigo de Schiaretti”, como señaló Ramón Javier Mestre tras la implosión de la alianza.
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