A Mendoza se le sumó Neuquén, donde están previstas elecciones para el 16 de abril y el cierre de alianzas, para el primer día de febrero. También empezaron a aparecer conflictos en Río Negro y algunos dirigentes advierten por Salta.
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CARLA PELLIZA
Recién arrancó el año electoral y los conflictos en Juntos por el Cambio no dan respiro. A la feroz interna desatada en Mendoza, cuya problemática llegó a la mesa nacional de la coalición, se le sumó una pelea ya pública por la continuidad (o no) de la alianza en Neuquén y afloraron posibles futuras rupturas que terminarán de confirmarse o descartarse con el cierre de alianzas. Protagonismos, vínculos resultadistas, tuits que vuelan por los aires y muchos condimentos más para enmarcar un 2023 en el que, antes que las urnas, estará la necesidad de supervivencia.
Todo estalló con un tuit del presidente de la Coalición Cívica a nivel nacional, tal vez el espacio más perjudicado con la situación neuquina. Maximiliano Ferraro, que también es diputado del lilismo, se quejó por la “vergonzosa decisión” de algunos sectores de la provincia y advirtió que “debilitar a JxC” o “ir de colectora de un sector aliado al kirchnerismo” va en contra de lo definido por la mesa nacional, el mecanismo que encontró la alianza para dirimir diferencias y plantear estrategias.
Desde su partido, Ferraro hizo un llamamiento al PRO y a la UCR nacionales para que eviten “el debilitamiento de Juntos por el Cambio en Neuquén” y dejó entrever una pelea que funcionó como trasfondo, la negativa a un reglamento con parámetros claros para enfrentar el año electoral. Los dardos fueron teledirigidos al macrismo que, según sostuvo una fuente amarilla, construyó para sumarse al proyecto de Rolando Figueroa, diputado nacional, ex dirigente del Movimiento Provincial Neuquino.
Figueroa rompió con el MPN a fines del año pasado para no tener que disputar una interna con el vicegobernador y candidato oficialista, Marcos Koopmann, por lo que buscó convertirse en una alternativa por fuera. El diputado logró varias adhesiones en estas últimas semanas y ahora apunta a las afiliaciones bajo el slogan “neuquinizate”, con un partido llamado “Comunidad”. La fórmula se completaría con la intendenta de Plottier, Gloria Ruiz, acompañándolo en la aventura.
A ese emergente se le empezaron a acercar distintos espacios, como Avanzar Neuquén, el Frente Grande Neuquino, partidos vecinalistas y el PRO, que consideró el vínculo como "prácticamente un hecho". De todos modos, el tema se rediscutirá el lunes. El trabajo del macrismo, según informó una fuente al tanto de las negociaciones, comenzó hace tiempo y tuvo el objetivo de instalar la candidatura de Figueroa, considerado como la única alternativa posible para ganarle al MPN.
Ese acercamiento no terminó de convencer, según la misma fuente, a Pablo Cervi, también diputado nacional, en este caso por la UCR, que buscará disputar la gobernación provincial este año. No obstante ello, el PRO siguió con su misión de incorporarse al proyecto de Figueroa y trabajó para fortalecerlo con la sumatoria de espacios clave como, por ejemplo, a Nuevo Compromiso Neuquino, del histórico Horacio “Pechi” Quiroga, fallecido intendente de Neuquén.
Esos movimientos, que llevaron varios meses de trabajo, terminaron por estallar luego que se avanzara en un supuesto acuerdo con Juan Peláez, hasta ahora presidente del Comité provincial de la UCR, cargo al que renunció esta semana. Desde el PRO, confiaron en que el miércoles se selló el pacto con el dirigente boina blanca que abandonó su rol partidario luego de señalar que sus compañeros modificaron la lista de concejales cerrada el año pasado y rechazaron alianzas que se habían tejido, sin inconvenientes, con fuerzas vinculadas al kirchnerismo para su propia aventura por la intendencia de la capital. El Destape todavía no tuvo una respuesta del radical pero el macrismo lo convirtió en su nombre para disputar la alcaldía.
De avanzar ese acuerdo, Peláez quedaría en la vereda de enfrente de Cervi, el candidato radical para la gobernación. “Era evidente que esto iba a pasar”, dijo un armador que estuvo metido en la misión amarilla para ubicarse detrás de Figueroa. Cervi, en tanto, se encargó de replicar los cuestionamientos esgrimidos por la Coalición Cívica, dejando a Juntos por el Cambio partido en dos. El macrismo y un sector de la UCR por un lado, los lilitos y parte del partido centenario por el otro.
Hace tan sólo dos meses, el jefe de la UCR nacional, Gerardo Morales, se mostró junto a Cervi y le dejó un apoyo explícito del Comité Nacional, “porque queremos que el radicalismo sea protagonista en las elecciones” y el diputado se transformó en “un dirigente emergente que va a aportar mucho”, por lo que le dio su banca. El sector amarillo buscará bajarlo de la contienda porque, según sus cálculos, Figueroa sería superior por amplia diferencia.
El apoyo de Morales quedó refrendado en medio del conflicto con una respuesta a la denuncia de Ferraro. El jujeño le dijo a su par de la Coalición Cívica que trabajarán “juntos para fortalecer a JxC en Neuquén y en toda la Argentina”, mostrando su desacuerdo con la renuncia de Peláez al Comité radical provincial.
De hecho, el Comité neuquino publicó una dura respuesta frente a los argumentos de Peláez para alejarse de su conducción. La carta, replicada por la dirigencia, llevó la firma de Oscar Alberto Garrido, Presidente de la Convención y en ella se aseguró que no se modificaron las listas de concejales porque, en el pacto, se estipuló que las ubicaciones de los nombre quedarían a disposición de lo que se acuerde dentro del partido en el marco de las alianzas que se lograran sellar. Finalmente, la gran acusación de ser “colectora de Figueroa”.
Según algunos análisis, las alianzas de Figueroa con sectores de JxC podrían alejarlo de la posición que históricamente gobernó la provincia, de corte peronista, para llevarlo más hacia la centro derecha, aunque algunos todavía no descartaron la incorporación de otro tipo de armados más “progre”. Lo cierto es que se transformó en una opción potente para intentar disputar la hegemonía local.
Esta no será la única disputa o división a enfrentar por Juntos por el Cambio. Ya se advirtió sobre el futuro de la alianza en Salta, por ejemplo, el caso testigo de Mendoza, donde se especuló con una ruptura en manos de Omar de Marchi, que está habilitado a tensionar pero no a romper. Además, diferencias en distintas provincias que, en ocasiones, pudieron saldarse, como en Chubut. En ese distrito, también se planteó una alianza de un sector de la coalición con el oficialismo local, pero finalmente primó la unidad de la oposición plasmada en el rechazo a la implementación de la Ley de Lemas en ese distrito.
En Río Negro también estalló la interna. Allí, JxC lleva el nombre de Cambia Río Negro, integrado por el PRO, la Coalición Cívica-ARI y Valores para Mi País. Este viernes se espera una importante reunión entre el radicalismo y Juntos Somos Río Negro, alianza encabezada por Alberto Weretilneck, que podría derivar en un acuerdo para encarar las elecciones previstas para el 16 de abril. En esa provincia, las alianzas transitorias deberán presentarse hasta el 1 de febrero y el 23 del mismo mes deberían estar las listas. Por eso, el fin de enero será caliente, lleno de definiciones.
Las divisiones se empezaron a dar en un contexto de fuertes cuestionamientos internos. Mario Cimadevilla, histórico dirigente radical, aseguró en El Destape Radio que "hay provincias donde Juntos por el Cambio ya no existe" y puso el ojo en otro distrito en el que podría estallar todo por los aires, como Salta. Para él y un sector, por ahora, minoritario de la UCR, el espacio centenario no tiene ninguna coincidencia con el macrismo y “en estas condiciones, yo no seguiría adentro de JxC".
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