Después de un año atravesado por la pandemia, el escenario posterior plantea dos desafíos principales: llegar con la vacuna para evitar un escenario similar al de 2020; y reactivar la economía. Para ello, el gobierno apuesta a la generación de obras públicas y si además estas dan soluciones habitacionales, bienvenido sea.

Por ello el Frente de Todos eligió a Ferraresi, histórico barón del conurbano y leal a Cristina Fernández, como el encargado del armado en una de las zonas más castigadas por el Covid-19. Su trayectoria pero sobre todo su llegada a las máximas autoridades del kirchnerismo, al que se sumó en sus inicios en el 2003 y del que no se despegó jamás, lo hacen el candidato ideal para medir fuerzas en las urnas.

Durante los últimos 11 años frente al Municipio de Avellaneda, el ingeniero Ferraresi hizo de la obra pública y la política social un caballo invencible para su gestión como Intendente. Al asumir como ministro del gabinete de Alberto Fernández, en reemplazo de María Eugenia Bielsa, una de las funcionarias que «no funcionaban», Ferraresi recibió ni más ni menos que $126.000 millones de presupuesto para la construcción de 30 mil viviendas.

No es casual que su primera reunión como ministro haya sido con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, con el objetivo de repasar los planes en torno a los programas que apuntan a soluciones habitacionales y viviendas en la provincia de Buenos Aires. La cuestión habitacional es de urgencia para el gobierno bonaerense que continúa pagando los costos del avance represivo sobre las familias de la toma de Guernica.

Además, cada vez son más los intendentes peronistas del Conurbano que cuestionan al gobernador por sus políticas, ahora, por ejemplo, dejándolo prácticamente en peligro de no contar con presupuesto para el 2021, al cuestionarle el reparto de obras. Las diferencias de Kicillof con los barones del Conurbano, sin embargo, vienen de antes: los intendentes nunca le perdonaron que no los haya tenido en cuenta para el armado del gabinete bonaerense.

Ferraresi deberá hacer equilibrio entre las demandas y las diferencias, sin descuidar además el tema Seguridad, clave para los intendentes para mantener contento al sector más conservador de sus votantes. Los intendentes recibieron, de acuerdo a la cantidad de habitantes de sus distritos, dinero que la Nación giró a Provincia, con este fin. Fueron en total unos 7.5 millones de pesos.

Esto se suma a los anuncios realizados previamente por la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, respecto a la creación de una fuerza policial especial, vinculada a la Policía Federal Argentina (PFA), para contribuir a la lucha contra la inseguridad en todo el país y, particularmente, en el conurbano bonaerense.

Con línea directa con la vicepresidenta Cristina Fernández, la tarea asignada a Ferraresi parece, al menos, realizable.