Bordet (PJ) y Benedetti (Cambiemos) son los principales candidatos. El intendente de Cambiemos acusado de narco busca su reelección. Acusaciones cruzadas de todo tipo.
La campaña de las Elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias -PASO- de Entre Ríos, que se celebran el domingo, terminaron con mucha más temperatura que la esperada. Si bien había una suerte de armisticio al principio, con postulantes que no elevaban el tono y que apostaban más a la idea de llevar propuestas que cruzar al oponente, todo eso pareció ser dejado de lado en las últimas horas previas a la veda. Acusaciones, carpetazos judiciales, locales pintados y una caravana a los tiros fueron el epílogo de una previa donde cada uno se siente ganador.
El escenario comenzó a caldearse algunos días, cuando Gustavo Bordet, gobernador y postulante a la reelección por el justicialismo, brindó una entrevista a un medio nacional y habló de los recortes del gobierno de Cambiemos que afectan a Entre Ríos. El precandidato por el Frente Justicialista Creer Entre Ríos -coalición de 11 espacios donde confluyeron las diversas expresiones del peronismo y otros aliados- fue entonces cruzado por el diputado radical Sergio Kneeteman, uno de los alfiles políticos de Atilio Benedetti, precandidato a la Gobernación de Cambiemos.
El legislador retrucó algunas expresiones del mandatario, y desde la Casa Gris la respuesta no se hizo esperar: un comunicado de las Juventudes Sindicales, espacio que respalda a Bordet, le bajó el precio a los radicales en Cambiemos -los llamaron “actores de reparto”-, le endilgaron al macrismo que Argentina se hunda “en la pobreza, el desempleo y la peor crisis económica desde 2001” y cerró asegurando que “la lista en Entre Ríos se las armó Rogelio Frigerio pegando dos gritos y cada vez que tocan algo vinculado a la gestión lo rompen”.
Días atrás el que se mostró enojado fue Bordet. En una actividad de campaña en Concepción del Uruguay, el gobernador habló de Mauricio Macri, que en ese momento estaba visitando una obra en Gualeguay. En efecto, como ya se detalló en El Destape, dicho proyecto -el acceso a Puerto Ruiz- es una iniciativa ejecutada con un crédito que solventa la Provincia, a través de un crédito de 175 millones de pesos. “Dan vergüenza” lanzó el dirigente peronista. Y agregó: “Recorren una obra que no la pagan y encima, cuando venía un presidente o una presidenta a esta provincia venía para anunciar obras, para anunciar programas sociales. Hoy fíjense el contraste, vienen a recorrer obras ajenas”.
En ese contexto surgió la palabra de Luis Erro, exintendente de Gualeguay, quien había sido condenado -aunque sin sentencia firme- por una causa llamativa, acusado de colgarse de la energía para darle luz a un acto del PJ. Se lo había inhabilitado para ejercer cargos, y por eso fue apuntado por Cambiemos. Sin embargo no salió bien: a pocos días de las PASO el Superior Tribunal de Justicia -STJ- absolvió al expresidente municipal, que de ese modo puede ser precandidato a senador departamental el domingo. La Justicia tardó 10 años en resolver el tema.
Los últimos dos días antes de la veda fueron los más intensos. El miércoles el local de Emanuel Gainza, joven dirigente del PRO paranaense y uno de los precandidatos a la intendencia por Cambiemos,amaneció con un enorme “traidor” en su fachada. Lejos de entrar en polémica el actual concejal tachó las lecturas políticas y habló de la “intolerancia que se busca dejar de lado”.
Un par de horas más tarde Miguel Cullen y Rubén Paglioto, abogados defensores de Sergio Varisco -intendente y precandidato al cargo por Cambiemos en Paraná- llamaron a una conferencia de prensa. Allí expusieron los elementos que tienen para sospechar que Marcelo D´alessio, el falso abogado que hoy está preso por formar parte de una presunta “asociación ilícita paraestatal dedicada al espionaje político, ideológico y económico”, acorde a lo apuntado por el juez Alejo Ramos Padilla, habría estado espiando al presidente municipal.
La hipótesis se enmarca dentro de la causa por narcotráfico en la cual se ve envuelto Varisco, acusado de financiar la banda de Daniel “Tavi” Celis, un jefe narco del oeste de Paraná preso por robo y próximamente enjuiciado por compra y venta de estupefacientes. Por esa causa el dirigente radical -aunque oficialmente desafiliado por la UCR a raíz del escándalo- tuvo que ir a declarar varias veces a la Justicia Federal.
En ese contexto, el jueves por la tarde, una enorme caravana que acompañaba a Varisco en su cierre de campaña, fue -supuestamente- baleada y apedreada en la zona del barrio Pronunciamiento. El hecho desató un cruce feroz con el justicialismo. Desde Cambiemos aseguraron que se trató de un atentado perpetrado por punteros del peronismo, aunque oficialmente la Policía indicó que fue un cruce casual de vecinos de la zona. “Fuimos agredidos pero respondemos con política” se limitó a señalar el precandidato. Asimismo dos abogados del riñón varisquista, Francisco Avero y Walter Rolandelli -este último primer concejal de la nómina del intendente- hicieron una denuncia en la Justicia.
Desde la vereda de enfrente, la respuesta no se hizo esperar. Pocos minutos después de lo sucedido, Adán Bahl, vicegobernador y el precandidato más fuerte en la capital por el Frente Justicialista Creer Entre Ríos, cerró su campaña en el Club San Agustín. Lejos de bajarle el tono a las acusaciones, y apuntando bien fuerte, exclamó: “Este es el miedo que están sufriendo los vecinos, eso hace la droga, así se vive al palo, como ellos mismo dicen – en alusión al jingle de campaña de Varisco–; nos echan la culpa a nosotros, deben hacerse cargo de este desastre y dejar que la ciudad pueda elegir y vivir en paz”.
El viernes por la mañana, con la veda consumada, dirigentes del varisquismo -entre ellos la concejal Claudia Acevedo, actual pareja del intendente- se encargaron de distribuir un video donde se lo acusa a Bahl de formar parte de la causa de los contratos truchos, un escándalo judicial que investiga una administración que habría fraguado alrededor de dos mil millones de pesos entre 2008 y 2018, otorgando contratos apócrifos a prestanombres que no trabajaban en la Legislatura. Por el hecho hay un expediente que hoy no tiene imputado a ningún alto dirigente del gobierno.
Así fue como se cerró una campaña que fue levantando temperatura y que se caldeó sobre el final. Eso sí: propuestas, poco y nada.
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