Los jefes comunales apuestan a sus precandidatos presidenciales y provinciales. Hay quienes se reivindican ultra-K y los que prefieren la moderación del sciolismo. En las antípodas, otros apuestan por el cambio.
Mientras los hechos más significativos de la política paradójicamente se juegan por estas horas en distintos tribunales y expedientes judiciales, los intendentes ponen pie en tierra y se preparan para la batalla electoral de 2015, en la que algunos apuestan a la continuidad como forma de mantener el estatus y otros a dar un salto que los catapulte a ellos o a su espacio unos escalones más arriba en la pirámide de poder, tanto provincial como nacional.
Los búnker territoriales se distribuyen por todo el conurbano y el interior provincial, inclusive como en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 9 de agosto próximo se definirán las candidaturas en muchos espacios y categorías, en un mismo partido conviven los locales partidarios de igual bandería política pero de distinto jefe y aspirante territorial.
Lejos de aquellos años en los que los intendentes eran meros administradores de fondos, hoy los jefes comunales apuestan a los municipios como semillero para llegar luego a jugar en la primera división de la política.
Un antecedente. Allá por 1974, un joven de 33 años llegaba a ser intendente de su terruño Lomas de Zamora. Luego depuesto por los militares golpistas de 1976, con el advenimiento de la democracia en 1983, Eduardo Duhalde recuperó la intendencia en las urnas. Peronista desde la cuna, Duhalde se proyectó desde el populoso partido de la tercera sección electoral a la vicepresidencia de la Nación, acompañando en la fórmula de 1989 al riojano Carlos Menem. En 1991, renunció y consiguió dos mandatos consecutivos como gobernador bonaerense. Ya en 1999, perdió en las urnas, a manos de la alianza que encabezaba Fernando de la Rúa, la chance de llegar a la presidencia, algo que conseguiría el 2 de enero de 2002 por elección de la Asamblea Legislativa, luego que el radical dejara la Casa Rosada en helicóptero.
Alternativas
Ya para las elecciones de medio término de 2013, los alcaldes comenzaron a definir sus posiciones y a buscar apoyos hacia abajo y referentes hacia arriba, para ir delineando el rompecabezas electoral.
Uno de los intendentes que apuesta más alto es Sergio Massa. Electo diputado en 2013, trae como carta de presentación más contundente en su aspiración presidencial el haber sido jefe comunal de Tigre a partir de 2007 y reelecto en 2011. Antes fue titular de la ANSES, entre 2001 y 2007, cargo al que llegó de la mano de Duhalde y que continuó bajo el ala de Néstor Kirchner. Esa fidelidad con el kirchnerismo le valió en 2008 ser designado jefe de Gabinete, aunque un año más tarde fue despedido acusado de "traidor" por los K por su papel en las elecciones legislativas de 2009, en las que Kirchner perdió ante Francisco de Narváez.
En 2010, se sumó a un colectivo de intendentes denominado el "Grupo de los 8", lo que sería la semilla de la actual veintena de jefes comunales que respaldan al tigrense. Entre éstos, los de más peso son Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Gabriel Katopodis (San Martín) y Joaquín de la Torre (San Miguel). Incluso, el jefe comunal de Malvinas Argentinas, uno de los que tiene vuelo propio, es de los aspirantes a la gobernación de la provincia de Buenos Aires como precandidato del Frente Renovador.
En esa lista está anotado Darío Giustozzi, exintendente de Almirante Brown y ahora diputado por el FR, quien se lanzó de forma inconsulta apenas consumado el triunfo de Massa en las legislativas de 2013, lo que le valió el rechazo de sus compañeros renovadores. Desde las filas del FR trazaron una cruda realidad para Giustozzi: "Gastó plata en la campaña que no sabe cómo justificar. Ahora que no tiene plata y se suman candidatos fuertes a la interna, no sabe cómo seguir", dijeron fuentes del partido en referencia al reciente desembarco de De Narváez como precandidato a gobernador y la posible llegada de Insaurralde.
Con reuniones quincenales para alinear a la tropa y buscar un trabajo mancomunado y armonioso, los precandidatos a gobernador del FR y los intendentes del espacio apuntan a "sostener" la candidatura de Massa.
Otro de los anotados en la interna del FR es el intendente de San Isidro Gustavo Posse, quien sin embargo estaría dando un portazo para irse al PRO de Mauricio Macri. Algunos desde el FR entienden al otrora radical y radical K porque "en San Isidro los Galmarini lo están mellando desde adentro", dijo un dirigente en referencia a la oposición que la familia política de Massa practica en San Isidro. "No es bueno para el Frente Renovador perder a un intendente", analizó otro miembro del FR.
Por su parte el presidencial de la interna kirchnerista, Daniel Scioli, prefiere sumar voluntades antes que ungir a un sucesor en la gobernación bonaerense. En esa carrera K por la provincia están anotados Diego Bossio, titular de la ANSES; Fernando Espinosa, intendente de La Matanza y presidente del PJ bonaerense; Santiago Montoya, presidente del Grupo Banco Provincia; y Patricio Mussi, intendente de Berazategui.
Desde el sciolismo explicaron que la estrategia es desde la gestión "seguir trabajando junto con los intendentes y profundizar en estos meses antes de las elecciones las tareas que se vienen realizando". En cuanto a los candidatos, afirman que Scioli "va a bancar a todos los que tengan voluntad de conducir la provincia", sin embargo, reconocen que el gobernador "ve en Bossio a un tipo bien formado y preparado para sucederlo". Otro dato no menor, es que dentro del sciolismo reconocen una "muy buena relación con La Cámpora" e incluso hablan de una "sinergia" en el trabajo en la provincia de Buenos Aires.
Autodefinido como "ultra-K", Mussi, hijo del histórico Juan José, agrupa en "Los Oktubres" a otros intendentes que abrevan en su misma filosofía: Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Francisco Echarren (Castelli), Eduardo Bucca (Bolívar), Santiago Maggioti (Navarro) y Hernán Y Zurieta (Punta Indio).
En cuanto al PRO, con la vicejefa del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, recorriendo las profundidades del conurbano pero sin engrosar las encuestas, el macrismo busca opciones. En un primer momento, Jorge Macri, intendente de Vicente López y primo de Mauricio, se anotó como precandidato del PRO, pero casi de inmediato renunció a la aventura para abocarse a buscar la reelección en su distrito. En ese contexto, Mauricio Macri sondeó a Cariglino para sumarlo a la interna en la provincia. En el entorno del intendente de Malvinas Argentinas confiaron que los contactos "existieron", pero aclararon que Cariglino "se mantiene en el Frente Renovador".
Otros intendentes van buscando su camino. El exmandamás de José C. Paz, Mario Ishii, ahora senador provincial con monobloque, se postula otra vez como precandidato a gobernador por el peronismo no kirchnerista, aunque en su entorno algunos lo ven siendo nuevamente candidato a la intendencia.
Mientras que en Escobar, Sandro Guzmán prefirió el bajo perfil para dejar su banca como diputado nacional por el Frente Renovador y volver a su cargo de intendente para cortarle las alas a su otrora jefe de Gabinete, Walter Blanco, quien como jefe comunal interino tenía aspiraciones en 2015. Ahora Guzmán busca poner el territorio en orden, y estaría decidido a postularse para un tercer mandato.
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