Lucía Sánchez Lucero. El calendario electoral marca momentos decisivos: en 10 días los partidos políticos deberán tener definidas las alianzas y adhesiones y en 20, las listas de precandidatos para competir en las Primarias llevarán nombres y apellidos.

Particularmente en el plano local, las decisiones macro están tomadas, ya que las fuerzas con mayores posibilidades de triunfo ya han oficializado sus candidatos a la intendencia. No obstante, el carácter ejecutivo de los comicios hace que en el trajín político se pierda un hecho fundamental como la renovación de la mitad del Cuerpo Deliberativo. La conformación del Concejo no sólo enmarcará el contexto en el que gobernará el próximo intendente por el lapso de dos años –hasta que se renueve la otra mitad- sino que también ofrecerá algunos indicios a futuro, al menos para las filas oficialistas.  

Las listas siempre hablan: hablan de los pactos, las alianzas, el pago de favores, la devolución de los mismos, los vínculos, el presente y lo que está por venir. Hablan por sus presencias y, sobre todo, por sus ausencias. En 20 días, algunas incógnitas serán develadas y el escenario político marplatense comenzará a tomar forma.    

EL QUE GANA PIERDE

Cuando el 20 de junio Acción Marplatense dé a conocer su lista de precandidatos a concejales, se sabrá algo más que los elegidos para la contienda. Lo que se podrá inferir será también la proyección del intendente Gustavo Pulti para los años venideros y por dónde continuará el camino del actual partido de Gobierno. 

Si hay algo para reconocer en la estrategia electoral del pultismo, es que se ha aprendido del camino recorrido y de los errores del pasado. En 2013, el oficialismo se encontró con un problema: con Marcelo Artime fuera de competencia y Ariel Ciano con dos años más de mandato por delante en el Concejo Deliberante, AM se quedó sin candidatos fuertes para encarar las elecciones de medio término.

La improvisación le costó la victoria y el jefe comunal no está dispuesto a que esto vuelva a suceder. Con las aguas calmas y los números a favor, Pulti no está concentrado sólo en 2015, sino que su visión se extiende hasta 2017 y 2019. Lo que está en juego aquí es, ni más ni menos, que el sucesor de Pulti, en caso de que sea reelegido.

Un análisis posible es que para los oficialistas, el precandidato a primer concejal será el gran perdedor porque esta situación –cuatro años de mandato como concejal- lo inhibe para presentarse en los comicios legislativos de 2017. Pulti no quiere repetir lo que le sucedió en 2013 y necesita de una figura fuerte para ganar en dos años y posicionarlo así a la intendencia en 2019. Un hombre de su riñón, un candidato propio y puro de Acción Marplatense, porque el jefe comunal, de conseguirlo, se plantará en el tercer mandato y dejará crecer a sus cuadros para la continuación.      

Los nombres en danza para encabezar la lista en esta oportunidad son los de Santiago Bonifatti, presidente del Emvial, y Ciano, titular del Concejo Deliberante. Fuentes oficialistas confiaron a este medio que entre ellos está la apuesta de AM para la renovación de los próximos años, por lo que quien se quede afuera de la lista en esta ocasión podría ser, paradójicamente, el gran elegido del intendente.  

FRUSTRACIÓN

El Frente para la Victoria local no atraviesa su mejor etapa y las diferencias se acrecientan al acercarse los momentos definitorios. La última jornada en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante evidenció esta situación y el nerviosismo electoral. El kirchnerismo pone 3 de sus 5 bancas en juego, pero con Pulti decidido a jugar en la interna las posibilidades de retenerlas comienzan a desvanecerse. 

Si bien se ha especulado con la conformación de una lista mixta entre ambas vertientes, lo cierto es que AM intentará ir con una nómina más “pura” –según la propia definición del oficialismo- y esto dejaría afuera a sus actuales aliados en el Deliberativo.

A Verónica Beresiarte, Pablo Retamoza y Fernando Maraude, se les vence este año el mandato y de acomodarse en la lista que llevará a Carlos Cheppi como candidato a intendente, no estarían en condiciones de renovar sus bancas. Aunque se barajó la posibilidad de que el embajador en Venezuela desista de su candidatura, Pulti insistirá para que la competencia siga en pie: le conviene tener un contrincante en la interna y ganar con comodidad para sellar su re reelección en octubre.  

PEDIDOS ESTRAFALARIOS

El comentario de la semana que pasó en los pasillos del Deliberativo tuvo como protagonista a Carlos Arroyo y sus supuestos aires de divismo. Se sabe que, producto de su crecimiento en los últimos años, el presidente de la Agrupación Atlántica es buscado por el macrismo y el Frente Renovador en este año electoral. La primera opción ya se habría enfriado, pero el massismo aún tiene las puertas abiertas y lo que trascendió en los últimos días fueron las condiciones de Arroyo para aceptar el ofrecimiento.

Según distintas fuentes, el concejal le habría pedido a Sergio Massa un lugar en la lista de diputados nacionales para su hijo Guillermo y otro en Provincia, para alguien de sus filas. Incluso hubo quién aseguró que Arroyo exigió el primer lugar entre los precandidatos a diputados nacionales para llevar la insignia del massismo en la ciudad.   

Ante este estrafalario pedido, especialmente para un candidato que está 10 puntos abajo del actual jefe comunal en las encuestas, el acuerdo podría terminar en la nada y Arroyo volvería a presentarse a elecciones sin una estructura nacional que lo respalde. Caso contrario, quien estaría en graves problemas en su aspiración de mantener la banca sería el concejal Hernán Alcolea. En el bloque del Frente Renovador, es el único que debe renovar su mandato, pero Arroyo no es su mayor simpatizante. 

Cabe recordar que Alcolea llegó al Concejo de la mano del mismísimo Arroyo en 2011, pero 9 meses después la alianza se rompió. Alcolea constituyó un monobloque y en 2014 se sumó al Frente Renovador.   

UN LUGAR EN DIPUTADOS

La Unión Cívica Radical tiene pocas definiciones en cuanto a su lista de precandidatos a concejales. La figura natural para secundar a Vilma Baragiola en los comicios es el concejal Maximiliano Abad, que pone su banca en juego junto a Mario Rodríguez. Sin embargo, Abad busca salir de la esfera local y en esto tiene su razón de ser las recurrentes ausencias del edil en el Concejo Deliberante. 

Cada vez que puede, el hombre de Franja Morada acude al encuentro de Ernesto Sanz para conseguir un lugar preferencial en el listado de candidatos a diputados. El concejal intenta, a fuerza de presencia y acompañamiento en campaña, dar el salto y elevar así su status, pero fuentes del radicalismo comentaron a este medio que Abad está “muy lejos” de conseguirlo. Más allá de esta situación particular, y aún sin ganar la elección, la UCR quedará bien parada en el ámbito legislativo. De sus 6 bancas, sólo 2 pondrá en riesgo y con Baragiola ubicada en un segundo lugar en las encuestas, no hará más que engrosar su bloque para constituirse como una bancada de peso para los próximos años.