El gobernador Weretilneck ratificó que no apuntalará a ninguno de los candidatos, aunque dejó que sus ministros lo hagan. La Liga de Intendentes no se pronunció públicamente.
La Liga de Intendentes silenció su postura, originada inicialmente en formalizar un pedido al mandatario para que respalde la candidatura justicialista de María Eugenia Martini. Además, deambula en el ambiente si existió realmente un mandato de la presidenta Cristina Fernández.
La inquietud oficial por Bariloche sólo se explica en la inseguridad del futuro electoral. Las encuestas –dicen– garantizan el triunfo de Martini. "Pero, si tal certeza fuera real para qué tanta presión para involucrar al gobernador", afirmó un allegado al mandatario.
Esa ausencia no pasa desapercibida. El viernes, en el lanzamiento de Martini, el intendente Martín Soria recordó que los justicialistas están "hechos para transformar o ser proscriptos", "no para declararnos prescindentes". Nadie dudó que esa referencia estaba dirigida a Weretilneck. Ayer, después de un acto en Viedma, el mandatario silenció su evidente malestar.
"No voy a opinar. Las cuestiones internas del FpV –como hice el año pasado con el senador Pichetto– no voy a debatirlas por los medios".
"¿Paillalef rompió la prescindencia?", lo consultó "Río Negro, aludiendo que el titular de Desarrollo Social sí asistió al acto de Bariloche. "El ministro me consultó si podía participar y lo autoricé. La decisión (abstención) es mía y Paillalef es justicialista, entonces no puedo impedir su participación, como a cualquier otro ministro". Ayer, Paillalef ya estaba en la capital, acompañando al gobernador.
Igual de vago surge el mensaje nacional. ¿La presidenta realmente le reclamó a Weretilneck que apoye a la intendenta, como trascendió?. No parece. Y si lo hizo, la petición no fue directa. El gobernador lo niega. Existió sí ese pedido el lunes por parte de Miguel Pichetto. "Te equivocás", fue la reflexión del senador cuando Weretilneck insistió en su autoexclusión. Al otro día, el mandatario habría recibido un llamado de felicitación de la presidenta. Antes de cortar, le advirtió: "Alberto, no hay que descuidar Bariloche". Fue el único mensaje y aquel lo reduce al relato lineal. También sorprendió la deserción de La Cámpora del acto del viernes.
La imposición municipal se diluyó. No existió documento de la Liga, tampoco el requerimiento a Weretilneck que respalde a Martini. Los intendentes hablaron en dos direcciones. Algunos, como Enzo Tamburrini (Sierra Grande) y Ricardo García (El Bolsón), pretendían un fuerte reposicionamiento, como lo insinuó Javier Iud (SAO). Otros, como Luis Albrieu (Regina), insistían en medidas apariciones. Mario Del Carpio (Jacobacci) ironizó: "Hay que resolver si somos gobierno o si somos oposición".
La conclusión de su presidente, Martín Soria acotó el poder de maniobra y reivindicó su histórica posición: "La Liga sólo vale cuando se es oposición y no si se es oficialismo".
Ayer, en diálogo con "Río Negro", Soria narró que la Liga "se juntó para apoyar a Maru y se volverá a reunir sólo por temas comunes. Nunca será para destruir al gobierno y así lo resolvió la mayoría", explicó.
Iud compartió que sirvió para respaldar a Martini y "mejorar en octubre" lo logrado el pasado domingo, resaltando que "volveremos a juntarnos para acordar estrategias conjuntas en la relación de los municipios con la provincia y la Nación".
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