Con el compromiso de que en diciembre de 2017 se completarán las obras hidráulicas que se están haciendo en la Región y el pedido de los inundados de que se tomen medidas complementarias, como el tratamiento del agua pluvial en el casco urbano y zona de invernáculos, la creación de reservorios y tareas en la cuenca baja de los arroyos, se realizó ayer la primera reunión de la Comisión Bicameral de legisladores de la Provincia. También participaron funcionarios del Ministerio de Infraestructura y representantes de las asambleas de inundados.
En la reunión, Rodrigo Silvosa, subsecretario de Infraestructura Hidráulica del Ministerio de Infraestructura de la Provincia apuntó que “para diciembre de 2017 estarán terminadas 40 obras, como las que están en proceso en la avenida 31, la derivación de la 143 y se le dará solución a todas las interferencias que frenaron las obras y que tienen que ver con el gas, la electricidad y el agua”.
El objetivo es que ese cuerpo, integrado por cinco senadores y cinco diputados bonaerenses, fiscalice y controle las obras tendientes a evitar los efectos de una inundación como la ocurrida en abril de 2013. El presidente de la Comisión Bicameral es el senador Gabriel Monzó (Cambiemos); la vicepresidenta es la diputada Valeria Amendolara - ayer ausente -; el secretario, el diputado Juan Cocino (FAP). Los vocales son los senadores Juan Pablo Allan(Cambiemos), Pilar Ayllon (Cambiemos), Hernán Albisu (Frente Renovador) y Patricio García (PJ); y los diputados Diego Rovella (Cambiemos), Juan Amondarain (Frente Renovador) y Gustavo Di Marzio (FpV).
A su turno, los miembros de las asambleas de inundados remarcaron la necesidad de saber cuál es el nivel de protección que se tendrá cuando concluyan las obras y, en ese sentido, se aclaró que cuando se complete el plan, ideado para una determinada lluvia, se previó para eventos con recurrencia de 25 años.
REACTIVAN OBRAS
En lo inmediato se encausarán las obras de saneamiento de la cuenca del arroyo El Gato con la construcción de los derivadores de las avenidas 31 y 143 y, según prevé la dirección de Hidráulica, luego se estudiará la realización de una obra en la avenida 32, un colector para la avenida 25 y el proyecto de los reservorios.
“Las obras del casco urbano son complementarias y lo que se haga en las calles 15 y 17 funcionará como aliviadores para permitir el saneamiento de las áreas anegadas”, apuntó Silvosa.
Además se anticipó que en los próximos meses se diseñará un proyecto para la avenida 32 y la factibilidad de hacer 5 reservorios para la cuenca media alta: uno en el arroyo Regimiento, tres en el arroyo Pérez y uno en El Gato. En tanto se deberá verificar que esos lugares no estén ocupados y que luego de creados, se le dé un uso social para que no se transformen en depósitos.
Roberto De Negri, vecino de 14 y 32 y uno de los inundados de 2013 planteó que se realice de inmediato un esquema de salida del agua cuenca abajo porque consideró que aún no está resuelto.
“Tenemos que ver qué pasa del Camino Centenario para abajo porque por más obras que se hagan el agua no va a tener por donde salir y la inundación puede ser peor”, señaló el vecino.
También se habló sobre el problema de las intrusiones en tierras donde deben avanzar las obras, y Silvosa informó que se produjo la ocupación de tres tramos, pero ya se liberó uno y anticipó que para diciembre se espera que toda la traza esté despejada.
Por su parte, el ingeniero Pablo Romanazzi, asesor de la Comisión, recordó el diagnóstico de las zonas inundables que hizo la Universidad Nacional de La Plata y propuso que se trabaje con escenarios de tormenta para prever el impacto según la duración de las mismas.
“¿Qué caudal máximo de conducción tendrá El Gato? Antes de las obras era de 100 metros cúbicos por segundo y con lo que se hace ahora será de unos 400; también hay que preguntarse cuánto caudal sacará el canal de la avenida 32”, sostuvo el ingeniero, que también reparó en las zonas de la Ciudad que son como “ollas” y en la necesidad de buscarle una salida al agua que se acumule en esos lugares.
“La papelera del Camino Centenario es un cuello de botella que de ocurrir una tormenta importante podría comprometer a Tolosa porque con las obras el agua llega más rápido”, agregó el ingeniero luego de pedir que se establezcan prioridades y que se acceda a la memoria técnica de todo lo que se proyecte para contribuir con el conocimiento de los profesionales de la UNLP.
RESERVORIOS E INVERNACULOS
También se planteó que se regule el uso del suelo teniendo en cuenta la impermeabilización que provocan los invernáculos del cordón hortícola.
Juan Ruchi, director de Hidráulica de la Municipalidad se mostró a favor de trabajar en conjunto y coordinar tareas, por ejemplo, en el ámbito de los reservorios. “Se estudia un proyecto para Villa Castells que sufre los problemas de tener zonas muy bajas y también se va a analizar el problema que general los invernáculos”, dijo el funcionario.
La arquitecta Nelly Lombardi, también afectada de la inundación de 2013, propuso que se estudien medidas no estructurales como por ejemplo el recupero del agua de lluvia por parte de los edificios y de los viveros, cuyo impacto comparó con lo que produce el cemento de las ciudades; además pidió un plan de arbolado, agente controlador de la acumulación de agua.
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