Buscarán "alambrar" las ciudades para evitar la fuga de votos. Críticas de los intendentes a Axel Kicillof y La Cámpora por la derrota.
Por: Nicolás Poggi.
Lo dicho: los intendentes peronistas del Conurbano no estaban conformes con la campaña del Frente de Todos y ahora sienten que los resultados adversos de las PASO 2021 confirmaron sus temores. Por eso buscarán municipalizar las elecciones legislativas de noviembre para proteger sus distritos de la nueva "ola amarilla".
Es prematuro anticipar movimientos, pero se presume que el tono de la campaña será distinto para el PJ en el territorio bonaerense, que concentra casi el 40% del padrón electoral del país. Los jefes locales se pondrán al frente de las decisiones y buscarán digitar las intervenciones del comando del Frente de Todos.
“Va a ser una confederación de partidos vecinales -anticipó ante A24.com un intendente de la Tercera Sección- donde cada uno hace como que apoya a la Provincia. Y lo mismo con los gobernadores del PJ”.
En las municipalidades avizoran un panorama complejo para el Gobierno porque, según reconocen, “no hay de dónde sacar votos”. El análisis que hacen es el siguiente: el Frente de Todos no puede sacarle puntos ni a Juntos, ni a José Luis Espert ni al Frente de Izquierda. Queda vacante el 3,7% de Florencio Randazzo, que quedó muy averiado después de su magro desempeño el domingo.
En cambio, en el terreno los caciques creen que pueden crecer apalancados en los votos de los sellos que no llegaron al 1,5%, por un lado, y en el crecimiento módico que siempre se registra en los oficialismos locales entre las PASO y las generales.
De los 135 municipios de la provincia, el frente Juntos se quedó con 115, lo que pintó el mapa de Buenos Aires de amarillo. En el Conurbano, el Frente de Todos resistió el avance opositor y, aunque perdió votos en comparación con las elecciones anteriores, mantuvo el control en un buen puñado de ciudades, desde Florencio Varela y Escobar a Pilar y Lomas de Zamora, entre otros.
Para mostrar unidad, que es uno de los principales objetivos en medio de la zozobra de estos días, varios de los alcaldes del Conurbano se reunieron este martes con Alberto Fernández, Sergio Massa, Máximo Kirchner y la candidata Victoria Tolosa Paz en Almirante Brown, otro de los distritos donde el peronismo mantuvo el control. Fuera del Conurbano, el Frente de Todos se impuso solamente en tres ciudades: General Villegas, Pila y Monte Hermoso.
En la reunión con Alberto estuvieron Mayra Mendoza (Quilmes), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Marisa Fassi (Cañuelas), Alejandro Granados (Ezeiza), Andrés Watson (Florencio Varela), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso) y Hernán Yzurieta (Punta Indio), además del anfitrión Mariano Cascallares.
Se produce, en esa clase de diálogos, un movimiento pendular: la “masa crítica” de intendentes kirchneristas le pide al Gobierno profundizar la agenda distributiva y polarizar con el establishment, mientras los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social), dos ex jefes comunales, sugieren retornar a la senda de la moderación que el Presidente exhibió en la campaña de 2019.
Lo de Katopodis y Zabaleta es particular porque el primero perdió en San Martín, su pago chico (37% a 33%), y en Hurlingham, el distrito del segundo, hubo un “empate técnico” de 35% a 34% que no dejó tranquilo a nadie.
Otras muestras
Preocupantes para el oficialismo fueron los resultados adversos en distritos de alto perfil (y apuestas) como Morón, Tigre y Quilmes, que sin dudas justifican la “municipalización” de las campañas, con los matices de cada caso.
En Morón, a cargo de Lucas Ghi, de Nuevo Encuentro, el Frente de Todos quedó a 11 puntos de Juntos, que con 3 listas alcanzó el 43,50. En Tigre, donde el intendente Julio Zamora convive nerviosamente con Massa, Juntos presentó dos listas y le ganó al peronismo 39 a 34.
Quilmes y Mercedes fueron particularmente alarmantes para el oficialismo porque La Cámpora se juega allí su incursión territorial. En la primera, la lista de la intendenta Mendoza cayó por 7 puntos ante las dos nóminas de Juntos. Y en Mercedes, el pago chico del ministro Eduardo “Wado” De Pedro, las tres boletas del frente opositor se quedaron con el 50% de los votos.
Quiero agradecer a los y las vecinas de Quilmes que se acercaron a votar y a quienes acompañaron la lista de @TodosQuilmes en esta primera instancia electoral.
Vamos a seguir trabajando y llevaremos más soluciones y proyectos de trabajo a cada barrio. #SomosQuilmes 💙👍🏼 pic.twitter.com/joap5lAv9O
— Mayra Mendoza ☀️ (@mayrasmendoza) September 13, 2021
En cambio, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez -que fue expulsado de la toma de decisiones en el PJ Bonaerense y suele ser destratado por el gobernador Axel Kicillof-, le dio al Frente de Todos una contundente victoria 39% a 28%.
Cómo sigue
La misión por estos días es salir al territorio a buscar al 30% de votantes que no se presentó en las PASO, una diligencia a la que el Frente de Todos se aferra con uñas y dientes como si fuera la única carta sobre la mesa. Una suerte de "timbreo peronista".
Pero en el conurbano son escépticos y creen que es una empresa difícil porque la sociedad está “enojada” y “desilusionada”. Además, apuntan, esos potenciales votantes están “dispersos” en un territorio inmenso. “¿Cómo los buscamos? Es un manotazo de ahogado”, se sinceró una fuente consultada.
A pesar de las dificultades de la pandemia, el apoyo de los vecinos del @MuniJoseCPaz fue masivo, y el resultado obtenido por el @FrenteDeTodos fue el mejor de toda la provincia de Buenos Aires. pic.twitter.com/N9fsWGhzP8
— Mario Ishii (@ishiiargentina) September 13, 2021
Una medida por la que los intendentes del Conurbano siempre pujaron fue el IFE. Incluso la decisión del Gobierno de discontinuarla para enfocar los esfuerzos fiscales en la negociación con el FMI generó malestar en más de uno. En momentos en que se espera un nuevo paquete de medidas para aliviar la situación económica, la reunión de este martes con los caciques del Conurbano no deja de ser sugerente.
Pero también están los que salieron a levantar la bandera de la victoria en medio de la debacle. Son los casos de Fernando Espinoza, de La Matanza (que se había presentado como candidato testimonial para el Concejo Deliberante), y el inagotable Mario Ishii, de José C. Paz.
Espinoza anunció que en su partido se produjo la diferencia “más grande” que el Frente de Todos le sacó a Juntos: 46% contra 27%, o sea, 19 puntos de ventaja que fueron aportados por “votantes de todos los sectores de la sociedad”, según aclararon desde el municipio.
Sin perder tiempo, Ishii también salió a batir el parche: su lista, que cosechó el 47,4% de los votos, fue la que hizo la mejor elección en toda la provincia. Sumada a las otras dos listas del oficialismo, el Frente de Todos alcanzó en ese distrito 49.34%, aventajando a Juntos, a nivel global, por 24 puntos. O sea, también superó la ventaja de Espinoza.
Quedará para una posible autocrítica de La Cámpora la decisión de haber impedido internas en la mayoría de los distritos, porque Juntos supo usarlas y acumuló un mayor volumen de votos (que ahora debe retener). Después del cierre de listas, la Junta Electoral del Frente de Todos había un total de 63 nóminas, entre ellas, la de Sergio Berni para diputados provinciales por la Segunda Sección.
“La gente quiere apertura y nuestro espacio se fue camporizando”, se lamenta un jefe municipal del Gran Buenos Aires. Tal vez este tema sea parte de la conversación que los intendentes de la Tercera tendrán este miércoles en una reunión con Kicillof.
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