Mucho se habla de separación de residuos pero son pocas los programas que incentivan a compostar, otra parte del proceso de disminuir la cantidad de basura.
Compostar es una parte importante en el reciclado de los residuos sólidos urbanos. Es que es la pata del reciclaje que colabora en disminuir la cantidad de basura, convirtiéndola en sustrato fértil para plantas. Es una costumbre que se fue perdiendo con el paso del tiempo y el avance de los edificios, pero que se trata de recuperar por su doble beneficio. En Neuquén hay un programa preparado para mostrar desde la práctica cómo es el camino del compostaje.
Mucho se habla en Neuquén, sobre todo en la capital, de la separación de residuos en origen, para lograr reciclar los materiales que pueden tener un segundo uso. Pero poco se habla, aún, del compostaje, otra parte fundamental en el proceso de reciclado de los residuos domiciliarios.
Algunos de los proyectos de compostaje que circulan por la provincia están a cargo de la dirección de Educación Ambiental de la subsecretaría de Ambiente, encabezada por Álvaro Villegas. Desde allí se trabaja con municipios, y sobre todo con escuelas, para difundir esta práctica.
Tal como contó Villegas el trabajo con localidades del interior de Neuquén consiste en charlas y capacitaciones y también en la entrega de composteras para que puedan llevar adelante sus procesos.
«Damos una charla donde planteamos lo importante que es la gestión de los residuos que generamos. Groseramente hay un promedio de dos kilos de residuos por persona por día y de ese montó más o menos entre el 40 y el 60% son húmedos, que en general en la provincia no se trata haciendo compostaje en las escuelas o en las casas. Si eso se composta se disminuye entre un 40 y un 60% los costos de retirar la basura», contó el funcionario para ejemplificar sobre la importancia de realizar compostaje de los residuos orgánicos.
Y agregó que «por otro lado, se evita la contaminación del suelo y del agua». Es que tal como explicó los residuos húmedos «generalmente son las cáscaras de nuestros alimentos frescos que largan jugos que atacan, por ejemplo, una pila que en días empieza a liberar metales pesado que si va a una disposición final que no tiene membrana eso va al suelo y después a las napas».
Pero el compostaje no sólo es importante a la hora de disminuir los residuos sino que su realización también tiene un beneficio extra. «Otra importancia del compostaje es que la mayoría de nuestros suelos en la provincia no tienen materia orgánica. Para poner un comparativo, en la pampa húmeda o Buenos Aires tenes un 7% de materia orgánica, acá no llegamos al 1%, estamos en un 0,7% en el mejor de los casos«, contó Villegas al respecto.
Y profundizó: «en suelos arcillosos el compost separa las partículas de la arcilla y hace que la planta pueda trabajar mejor. Y en un suelo arenoso que tiene partículas separadas, las une y con eso retiene más el agua. Con esos dos atributos hay una brutal diferencia entre una planta con compostaje y una que no lo tiene».
El proceso es simple, se trata de depositar los residuos orgánicos en un contenedor o espacio de tierra, para que se descompongan por la acción de bacterias y hongos, aunque también se lo puede ayudar agregándole lombrices, y generar así un sustrato mucho más rico para el suelo.
Era una práctica habitual en los fondos de las casas hace unos cuantos años atrás, una práctica que se fue perdiendo pero que hoy tiende a recuperarse. «El compostaje se fue olvidando, 40 años atrás siempre en el patio tenías algún lugar donde depositar, ahora con los edificios todo se acumula en mayor volumen», reflexionó el director de Educación Ambiental.
Con el afán de recuperar esa práctica, desde la subsecretaría de Ambiente decidieron educar con el ejemplo. Y montaron todo el circuito de reciclado y compostaje en el Centro Administrativo Ministerial (CAM), no sólo para ponerlo en práctica ahí sino también para tener una muestrario práctico para contagiar a las escuelas que los visitan.
«Nosotros en el CAM tenemos una muestra educativa práctica de la separación en origen, el compostaje y el arbolado. En el auditorio damos la parte teórica y después inculcamos la conciencia a través de la práctica».
Allí se realiza la separación de residuos, se composta, y con ese sustrato se fortalece el suelo de los 100 árboles que ya hay plantados en el Bosque de la Memoria.
Pasos para compostar
1. Prepara y ubica la compostadora o zona donde vas a empezar la pila de compostaje.
2. Separa tus residuos orgánicos. Debes separarlos entre residuos húmedos y residuos secos. Los primeros son restos de fruta o vegetales, restos verdes de poda o desbroce, etc. Los segundos son los materiales sin humedad, como ramas u hojas secas.
3. Forma una base o lecho con los materiales más leñosos a disposición: piñas, ramas o poda de arbustos duros. Esto facilitará el aireamiento del compost, algo vital para una producción adecuada del mismo.
4. Añade una primera capa de residuos secos de los que dispongas, siempre triturados con las tijeras. A partir de aquí, hay que ir alternando las capas de residuos húmedos y secos para conseguir hacer compost casero rápido, o al menos, que se produzca de una forma lo más rápida posible. Además, hay quien recomienda que los residuos húmedos sean aproximadamente el doble que los secos. Esto no será un problema, porque habitualmente un hogar produce muchos más de estos en forma de restos de alimentos y de poda, como peladuras de verduras o posos de café.
5. Riega un poco los residuos orgánicos, siempre sin llegar a encharcarlos, para que la humedad penetre en los distintos puntos del contenedor. Será necesario regar y remover el compost de vez en cuando.
Si aparecen malos olores, puede deberse a que has añadido residuos no válidos o bien a que estás manteniendo un nivel de humedad excesivo en la compostera. Si esto ocurre, añade residuos secos y remueve.
Comentá la nota