Es común escuchar que la educación es lo más importante para el futuro del país. Sin embargo, muy poco de esto se habla en la campaña y poco se sabe acerca de qué pasará en los próximos 4 años. Clarín habló con los referentes de cuatro de los principales candidatos. Con Esteban Bullrich (Macri), Néstor Ribet e Irene Kit (Scioli), Gustavo Iaies (Massa) y Danya Tavela (Stolbizer). Todos hablan de las medidas concretas que implementarán si llegan a sentarse en el Palacio Pizzurno. Bullrich privilegia medidas que lleven a una “segunda revolución educativa” y dice que para eso se necesita garantizar la escolaridad a los 638.000 chicos de 3 años que hoy no van al Jardín; los expertos de Scioli defienden las medidas implementadas en la Provincia, afirman que en los últimos doce años se obtuvieron grandes resultados en el país y proponen una evaluación del Mercosur; Iaies pone el acento en el trabajo en las escuelas y Tavela habla de la necesidad de hacer una gran prueba de diagnóstico que permita planificar la educación. 

Todos coinciden en que hay que mantener alta la inversión en educación, que hay que trabajar en la formación docente y dicen que van a ser abiertos y transparentes con las estadísticas del sistema educativo, algo que ahora no ocurre. Aquí, un resumen de los diálogos.

Esteban Bullrich

Referente de Macri (actual ministro de Educación porteño)

-¿Cuál es su diagnóstico?

-La mitad de los chicos no termina el secundario, la mitad que termina no comprende textos, solamente uno de cada diez jóvenes llega a obtener un titulo universitario. Este es un sistema educativo que no cubre a todos, y a los que cubre los cubre mal. Y amplía las diferencias socioeconómicas. 

-Sus primeras medidas...

-Lo fundamental, en términos de igualdad de oportunidades, es que todos los chicos vayan al Jardín desde los 3 años. Los 638.000 que hoy no van son de bajos ingresos. La Primaria debe enseñar las herramientas básicas educativas: comprensión de textos, las cuatro operaciones matemáticas, y algunos conceptos de expresión oral. La única voz que hay de la educación son los gremios docentes. El ministro debe ser un vocero educativo: una voz nacional, permanente, que esté diciendo todos los días que los problemas argentinos se resuelven con mejor educación. El ministro debe defender la educación en cada provincia. Sentarse con cada gobernador y ver qué está haciendo para mejorar. Porque, por ejemplo, en la Provincia Scioli tiene 180.000 chicos de 3 a 5 años fuera de la escuela. ¿Qué están haciendo para cambiar? ¿Cómo se los puede ayudar? De eso me voy a ocupar. -¿Cómo piensa encarar el problema del ausentismo docente?

-Primero valorar al maestro. Hoy no es la figura preponderante que era a nivel social. Esto hace que haya menos maestros, que se sientan abandonados. Tengo la oportunidad de hablar con ellos en todas las provincias: lo que encontrás es frustración, abandono. Dicen: no les importa nuestro trabajo. Esto se tiene que revertir. Hay que trabajar mucho en la formación. 

-¿Qué van a hacer con el financiamiento educativo?

-Mantener el 6% del PBI y ver si se puede aumentar, por lo menos por un tiempo: para la construcción de jardines de infantes, para la capacitación docente. Por ejemplo, hacer 4 años de 7% y después volver. Vamos a ir viendo. 

-¿Van a evaluar? ¿Cómo?

-Vamos a mantener y anualizar el Operativo Nacional de Evaluación (ONE). La información debe servir para tomar decisiones, para ver qué provincia está funcionando bien o no. Y para eso tiene que ser anual. Esa información va a generar demanda por calidad educativa.

Irene Kit y Néstor Ribet

De los equipos técnicos de Scioli

-En los últimos años hubo críticas desde diversos sectores a la calidad educativa en el país. ¿Cómo ven la situación?

Ribet:- La educación argentina está atravesando un momento excepcional, de transformación profunda, por los resultados obtenidos. 

-¿A qué resultados se refiere?

-La educación técnica y la provisión de equipamiento técnico, la capacitación docente, mejoras edilicias en todo el país. El programa Conectar Igualdad y los 5 millones de computadoras entregadas. 

-¿Por qué no se refleja en evaluaciones internacionales?

-Se van reflejando. En el Terce (Unesco) hay una mejora. En Provincia está creciendo la escuela como institución de la comunidad, donde participa el docente, el alumno, los padres. Hay centros de estudiantes sin temor a que el alumno critique. Esto no se mide en las evaluaciones pero es una característica de la Provincia. 

-¿Qué van a hacer con el ONE y las evaluaciones?

-El sistema educativo necesita evaluarse. Pero nos interesaría mucho trabajar en el ámbito del Parlasur en una prueba de evaluación de calidad de la región, teniendo en cuenta que las problemáticas nos son comunes. Facilitaría la posibilidad de construir una vía y mecanismo de evaluación propio. 

-Pero que un chico aprenda o no, no depende del Mercosur...

Kit:- Hay un mundo de habilidades intelectuales, sociales, emocionales para el desarrollo que no son contemplados y hay que evaluarlos. Por ejemplo, la perseverancia es más explicativa de los desempeños exitosos que el nivel intelectual. 

-¿La información va a ser publica?

Ribet:- Sí. Hay que atreverse, no hay que tener miedo. 

-¿Llevarían a la Nación las reformas que hicieron en Provincia, como el nuevo régimen de la primaria que eliminó las notas de 1 a 3?

-Sí. Ese régimen se construyó sobre la base de los acuerdos federales. No quiere decir que no exista el reprobado, porque es del 4 al 6. Lo que no hay es aplazo. Está comprobado que cuanto menos repiten los chicos más aprenden.

-En Provincia no cumplieron con metas de escuelas con jornada doble previstas por la ley. ¿Lo van a hacer a nivel nacional?

-Tenemos 800 escuelas primarias de jornada doble cuando en 2013 eran 200. Está debajo de las metas pero se avanzó sensiblemente.

Gustavo Iaies

Referente de Massa

-Su diagnóstico del área.

-La educación hoy carece de sentido. Hay un gran desorden. No se sabe para donde va. La inclusión se comió a la calidad. Se trata de contener socialmente pero no está claro para qué está la escuela. Hay un discurso de inclusión que no llega claro a las escuelas.

-¿Cómo piensan resolverlo?

-Lo primero que haremos es conformar un consejo nacional, que fije 3 o 4 objetivos claros, y a partir de ello las metas precisas y cómo llevarlas a cabo: que los chicos aprendan, que estén en las escuelas. Además, tendremos un área de evaluación prolija, con control para volver a crecer en los aprendizajes. Y bajaremos la responsabilidad a las escuelas: las escuelas tienen que mejorar según las metas. Quedó claro que el problema de la educación no es de plata. Tuviste más plata estos años y los resultados no aparecieron.

-¿Cómo trabajarán contra el ausentismo docente?

-Controlando. Explicitando quién viene y quién falto, como en una empresa. Con los pibes, lo mismo. no puede ser que como hoy un pibe no tiene ganas de ir al colegio, entonces el padre no lo lleva. Es su obligación. 

-¿Qué harán con la formación de los maestros?

-Vamos a modificar el contenido de la formación docente para ir hacia lo prioritario. Además pondría examen de ingreso al sistema, para control de calidad de los docentes.

Danya Tavela

Referente de Stolbizer

-Su principal propuesta.

-Vamos a implementar una gran evaluación de diagnóstico. Tenemos que ver cómo están los jóvenes en cuanto a sus competencias, que no son evaluadas ahora. La educación pública argentina se ha ido deteriorando en las últimas décadas. Lo muestran las evaluaciones internacionales a los jóvenes y que cuando acuden al mundo del trabajo más de 50% no puede acceder al mundo del trabajo.

-¿Qué responsabilidad tienen los docentes en esto?

-Hay que trabajar en formación, capacitación y equiparación salarial. Discutir con todos los actores el cambio para un docente que intermedie entre el conocimiento y los alumnos, de una manera creativa. Y devolver el rol al Ministerio de Educación nacional, para que planifique, mida rendimientos y resultados. La información y la decencia son centrales. La transparencia en el gobierno, y en todos los datos que se generan. Todo la información tiene que estar a disposición para la gente.