Por Francisco Basualdo

No hay dudas sobre el peso específico que tiene Eduardo Eurnekian en el gobierno de Javier Milei, al punto de que el presidente tuvo funciones relevantes en el holding. Durante la campaña, el empresario supo marcar un tempo de acercamiento y desentendimiento, hasta que el economista libertario llegó a la Casa Rosada.

Los contrapuntos de apoyo y rechazo se sucedieron a lo largo de la campaña electoral, mientras iba madurando un "gabinete" repleto de personal técnico proveniente de unidades de negocio del grupo empresario.

Uno de los puntos de mayor fricción fueron los comentarios de Milei sobre el papa Francisco. "El armenio", como se lo conoce en el mundo corporativo, fustigó al candidato libertario: "Sus opiniones son totalmente fuera de lugar; (Milei) no está a la altura ni para juzgar al papa, ni para opinar, ni para dar una pauta de cuáles son las actitudes que debería asumir el papa, bajo ningún punto de vista".

En rigor, los comentarios que identificaron al pontífice como el "representante del maligno en la tierra" sucedieron bastante antes de que Milei fuera un candidato competitivo, pero que la campaña electoral actualizó con su consiguiente impacto político.

Eduardo Eurnekian entre Javier Milei y Victoria Villarruel

Bien lo sabe Eurnekian que en noviembre pasado, en la recta final previa al ballotage, definió como "fallado" a su antiguo colaborador minutos después de escucharlo disertar ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), en las tertulias que organiza la entidad que conduce Marcos Pereda Born. Mediatizadas las declaraciones sobre Milei, el empresario salió a bajarle el tono, pero el título periodístico era un hecho.

Nunca jugó un pleno

Más allá de la anécdota, Eurnekian nunca jugó un pleno por su antiguo empleado y envió gestos de aprobación a Patricia Bullrich, a la vez que mantuvo un buen diálogo con Sergio Massa. El ministro candidato representó el anhelo de los grupos económicos locales de contar con un representante en el mundo político; pero, en particular, en el peronismo, que expresara sus intereses.

Esa afinidad se afianzó tras la ruptura del vínculo de esos sectores económicos con Mauricio Macri, quien al poder se inclinó por priorizar al sector financiero antes que a los grupos nacionales de servicios y de la producción. Bien lo sabe el empresario que, junto a Techint, fue uno de los holdings blanco de los ataques del macrismo que buscó disputarle la posición en el mercado, pretendiendo rescindirle las concesiones de los aeropuertos.

La relación con Massa

Cerca de Massa hablan de una relación cordial pero formal con el empresario. El último encuentro entre ambos ocurrió el 4 de diciembre, el día en que Eurnekian cumplió 92 años y cuando el tigrense transcurría sus últimos días como ministro de Economía. De hecho, el empresario lo visitó en la sede ministerial, acompañado por sus dos hijos varones.

Participantes de ese encuentro cuentan que, en tono de broma, Massa le dijo a Eurnekian: "Ahora que la Corporación América iba a pasar a llamarse Corporación Casa Rosada, espero que en tus empresas tomes a todos los funcionarios de mi equipo que se van a quedar sin laburo". Entre risas, Eurnekian le respondió: "Vos sabés que no es así...". La conformación del gabinete le dio la razón a uno de los interlocutores.

El "gabinete" de Eduardo Eurnekian

Un estudio elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la CTA y el área de Economía y Tecnología de Flacso reveló que Corporación América es el segundo grupo económico que más cantidad de personas proveyó al gobierno de Milei. Detrás de Techint, de Paolo Rocca, en términos cuantitativos, ex directivos de Eurnekian coparon los cargos de mayor importancia.

Así, la Jefatura de Gabinete fue para Nicolás Posse, ex gerente general de la unidad de negocios Southern de Aeropuertos Argentina 2000, la nave insignia del holding. El funcionario, que integra el núcleo de mayor confianza y toma de decisiones de Milei, transitó buena parte de 2023 como armador de la campaña libertaria hasta que en la empresa comenzaron a notar con preocupación un conflicto de intereses.

En el campo empresario, afirman que en su momento Posse fichó en AA2000 gracias a la confianza de Guillermo Francos, quien hasta 2023 era un burócrata vinculado a la administración de la relación entre el Estado y los organismo externos de financiación. Bendecido por Milei, Francos se convirtió en el ministro del Interior, cartera clave para la construcción de consensos legislativos. Esa función de gran relevancia política, contrasta con el perfil técnico que desplegó como director de la Corporación América, antes de convertirse en representante del país ante el Banco Interamericano de Desarrollo.

El tercer ministro que colocó el holding, es Mariano Cúneo Libarona. El abogado penalista, que conoce al dedillo el funcionamiento de Comodoro Py, también conoció a Milei en las oficinas de la Corporación América, donde el actual ministro de Justicia fue representante legal de Hugo Eurnekian, el sobrino del empresario que estuvo involucrado en la "Causa de los cuadernos" y fue absuelto.

Otro de los hombres proveniente del entorno del empresario de origen armenio y que supo pisar fuerte en el gobierno nacional de manera efímera, fue Guillermo Ferraro. Este ingeniero informático que se metió de lleno en el mileísmo en el último tramo de la campaña, al punto de llegar a ser apoderado informático de La Libertad Avanza, fue eyectado del ministerio de Infraestructura a menos de tres meses de haber asumido. El relato oficial fue que Ferraro filtró información de una reunión de Gabinete, pero lo cierto es que el ministro de Economía, Luis Caputo, quería absorber la cartera de infraestructura para controlar la caja y el parate de la obra pública. Esta hipótesis se confirmó luego cuando Obras Públicas se convirtió en secretaría y fue colocada bajo la órbita del titular del Palacio de Hacienda.

De la mano de Posse, este grupo también se garantiza presencia en el sector energético. La conformación del directorio de YPF incluyó en su nómina a José Rolandi como director clase D, en virtud de la representación que le corresponde al Estado producto de la expropiación ordenada por Cristina Fernández de Kirchner. Rolandi proviene de GCG, la petrolera de Corporación América y comparte funciones en el directorio con Posse.