Nueva licitación del Tesoro, esta vez en un contexto cambiario complejo. El Gobierno necesita una buena renovación de los vencimientos por $9,5 billones de esta semana para que un potencial sobrante de pesos no se vaya a presionar a la divisa
Por Mariano Cuparo Ortiz
El Tesoro se enfrentará este jueves a la licitación de deuda en pesos más relevante en lo que va del año. No solo porque le vencen $9,5 billones, de los cuales $6 billones son con el sector privado, sino porque eso ocurrirá en plena situación de crisis cambiaria, con lo que parece ser un claro desarme de la dinámica de carry trade, es decir una mayor demanda de dólares y caída en la de pesos. Para el Gobierno será clave, esta vez, no dejar pesos dando vueltas en la economía, razón por la cual ofrecerá, además de posibles incrementos en tasa fija, dos instrumentos dolar linked. Con depósitos en el BCRA por solo $6,1 billones, ya en la previa la exigencia de rollover tenía un piso alto.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) adelantaron: "Para afrontar vencimientos que totalizan $9,5 billones, de los cuales $5,97 billones corresponden al sector privado según nuestras estimaciones, el Ministerio de Economía optó por incluir en esta subasta instrumentos clave en un contexto de incertidumbre cambiaria. Mañana emitirá siete títulos, entre ellos dos bonos dolar linked, lo que parece una señal clara de la intención oficial de anclar las expectativas sobre el tipo de cambio y moderar la demanda de cobertura frente a la volatilidad del dólar".
Algunas lecturas recordaban que en las últimas licitaciones el Gobierno había ofrecido dólar linked, instrumentos que habían quedado sin demanda desde el mercado, lo que llegó a ser celebrado con tono de chicana desde la Secretaría de Finanzas, en la intención de desestimar la noción de atraso cambiario y de suba en la expectativa de devaluación. Esta vez, se espera, dado el clima, que puede ser diferente.
El analista financiero Christian Buteler señaló al respecto: "Que la Secretaría de Finanzas haya ofrecido instrumentos atados al dólar oficial y a muy corto plazo (con vencimiento al 30 de junio del 2025), no implica necesariamente que no se vaya a devaluar sino a que se prioriza lograr un mayor porcentaje de renovación. Es preferible pagar más en pesos mañana que perder dólares hoy".
Cierto mantra desde el oficialismo repitió que no hay pesos para una corrida cambiaria, lo que, tal como destacó la consultora PxQ, solo es cierto si se miran la base monetaria amplia quedándose inmóvil y los pasivos remunerados del BCRA ya inexistentes. Pero deja de serlo al observar que esa deuda cuasifiscal se volcó a deuda del Tesoro. Eso son potenciales pesos que podrán sumar a la demanda de divisas que por ahora el BCRA está teniendo que asistir con ventas constantes en las últimas ocho jornadas. Ecolatina y 1816 estimaron que entre M3 y deuda del Tesoro hay unos USD120.000 millones de potencial desarme de posiciones en pesos y demanda de dólares, en caso de que la confianza del mercado consolide un vuelco.
PxQ definió al respecto: "Lo que importa, en definitiva, es la demanda de pesos. En la medida en que las expectativas estén ancladas los agentes demandan pesos y activos en pesos. En cuanto se perciben posibles cambios en el esquema cambiario (como pasó las últimas semanas) el mercado se desprende de activos en pesos y demanda dólares, y aunque no haya emisión por parte del BCRA aparecen los pesos para comprar divisas".
El Tesoro ya venía afrontando un escenario desafiante. Los vencimientos de la semana debían ser encarados con unos depósitos de apenas $6,1 billones, lo que ya obligaba a buenos rollovers para evitar que el BCRA debiera emitir sobre la base monetaria amplia.
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