El actual director de Deportes, Eduardo Forte hace del exceso una rutina. No precisamente en el exceso de gestión sino exceso en la licencia que goza para no cumplir con un horario lógico en su trabajo. El director, según nos han dicho en la mismísima Dirección de Deportes se encuentra de 7 a 9. Ocurre que cuando se lo llama 7,30 aún no llegó y si se lo llama 8,30, ya se fue.

Obviamente, no se puede perder la oportunidad de dar clase en escuelas y atender su gimnasio particular. ¡Seguramente cumplirá el resto del horario los fines de semana con la cantidad de eventos deportivos que organiza en los barrios y localidades en nombre de la tan mentada inclusión. Y aquí podríamos hablar de inoperancia. Entendiendo al inoperante como ineficaz o que no produce el efecto deseado(RAE).

Decimos esto con conocimiento de causa ya que en al menos tres oportunidades le solicitamos organizar actividades en situaciones muy puntuales de vulnerabilidad y no pudo, no supo o no quiso hacerlo. Quizá aún no se dio cuenta de la importancia que tiene el deporte como agente igualador de oportunidades, o como agente para enseñar reglas, respetar un reglamento, compartir con pares y sociabilizar a niños y jóvenes.

Decimos impunidad porque el Director de Deportes responde al secretario de Gobierno quien no puede desconocer el escaso horario que cumple el profesor Forte. Indudablemente es autorizado a hacerlo. ¡Total, los contribuyentes pagamos su sueldo! Hace mucho tiempo que estas situaciones nos molesta sobremanera pero ahora además se observa el uso indebido de los bienes públicos.

El señor Forte publica en Facebook un aviso invitando a inscribirse en un curso que dictará, junto a otra profesora, en el CRESTA, y por el cual cobrará 100 pesos por sábado. CRESTA se solventa con los aportes que los contribuyentes de la ciudad cabecera y de las Localidades pagan mes a mes en sus liquidaciones de Servicios Urbanos.

Por lo tanto, si el Municipio cobra por este curso, que es impartido por el Director de Deportes está mal porque las carreras que se dictan en el centro de estudios son gratuitas. Además de considerar que en el cálculo de presupuesto y en el presupuesto ejecutado no existe una partida que contenga derechos que cobra el centro de estudios por realización de cursos. ¿Cómo ingresará ese dinero? Si el que cobra es el profesor, doblemente mal.

¿El propio director de Deportes puede lucrar con un curso dictado en una dependencia municipal? Aclaramos que nos parece correctísimo que las instalaciones de CRESTA se preste a asociaciones profesionales, a ONG, a asociaciones de pacientes de determinadas enfermedades para que realicen eventos académicos gratuitos que tienen impacto a la población en general.

Lo que no nos parece es que un particular, coincidentemente funcionario municipal cobre por un curso que realiza en un espacio que es de todos. Cuesta que los funcionarios entiendan que manejan recursos públicos, que las dependencias municipales son del pueblo y no del gobierno de turno y que hay una cuestión llamada ETICA que debe regir la vida de los funcionarios. Si ellos no lo entienden, nosotros estamos obligados a explicárselo". Firman el comunicado los concejales María Marta Naveyra y Raúl Alí.