El mandatario cuestionó al intendente roquense por su "intento de negociados y prácticas corruptas que este gobierno no va permitir jamás".
La determinante respuesta de Weretilneck se generó por las durísimas censuras de Soria a su gobierno en su mensaje en el Concejo Deliberante de General Roca. La reacción de la víspera del mandatario denota dos cuestiones: su terminal fastidio con la actitud censora del intendente y la conclusión que ya no hay camino conjunto posible entre ambos.
Por la mañana, Weretilneck ordenó que las reacciones partieran de dos ministros allegados históricamente al jefe roquense, salieron en contactos radiales el contador Alejandro Palmieri y el psiquiatra Luis Di Giacomo. Esas respuestas fueron medidas y claramente quedaron desvaluadas después con la contundente ofensiva planteada a la tarde por el mandatario, a traves de un comunicado.
Soria -afirmó Weretilneck- "no está mintiendo cuando dice que no lo escucho, pero debiera decir las razones por qué no lo escuché. Lo único que me vino a proponer fue hacer negocios con el gobierno provincial en el tema petrólero, en materia de juego, en la obra pública. La creatividad la puso en esas cuestiones en vez de pensar en cosas propositivas para su ciudad". Reafirmó que las expresiones de Soria "responden a las negativas al intento de negociados y prácticas corruptas que este gobierno no va a permitir jamás".
En otro párrafo, Weretilneck machacó que el intendente no habló de "la corrupción que era uno de los ejes principales de su padre en su accionar político. ¿Cómo se explica este olvido? Claramente porque este debate no está en su horizonte, porque a lo que se ha dedicado es a tratar de hacer negocios con el Estado".
Afirmó "la única parálisis (del Estado) que existe es la del pretendido nombramiento de sus amigos y familiares en el gobierno", resaltando que "los únicos investigados son sus amigos ex funcionarios". Dijo que su confusión hace que sus opiniones del gobierno "son idénticas a las del radicalismo", que "tanto dice combatir" y "que dejaron la provincia en el estado que la encontramos cuando asumimos con Carlos".
Después de la divisoria de aguas planteada, en el oficialismo se concentró en la estrategia que su ruptura responde al permanente quiebre propuesto por Soria. El otro objetivo gubernamentel fue alentar alguna expresión contundente del justicialismo en favor del mandatario.
Por la mañana, la reacción del vicegobernador Carlos Peralta se centralizó en que forma parte del gobierno y se hace cargo con sus "errores y aciertos". En declaraciones a La Super, Peralta insistió que él no "puede enfrentarse" y "pelearme con el gobernador. Andate si no estás de acuerdo o si lo estás, entrá, discutí y peleá de adentro", resaltó. Aún así, el roquense mantuvo lazos con Soria porque "es como un hermano menor, hablamos día por medio. No hemos tenido ningún tipo de problemas. Hay declaraciones, somos hombres de la política, y nos respetamos como tal".
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