El legislador mestrista arriesgó quiénes debieran ser las cabezas de listas de Juntos por el Cambio en las próximas elecciones.
Mientras aceleran las negociaciones en el radicalismo y entre los aliados de Juntos por el Cambio, el legislador mestrista Marcelo Cossar lanzó lo que debiera ser, a su juicio, la dupla que encabece las boletas de candidatos a senadores y diputados nacionales.
“Me parece que Mario Negri tiene que encabezar la boleta de senadores nacionales y Mestre la boleta de diputados”, dijo Cossar en una entrevista realizada en el programa Realidad 2021 (Canal C).
Negri y Mestre formaron una sociedad política llamada Convergencia para enfrentar a la Liga Sumar en las últimas elecciones. Convergencia ganó ajustadamente y colocó al negrista Marcos Carasso como presidente del Comité Central y al mestrista Facundo Cortés Olmedo como titular del Congreso Provincial.
Mauricio Macri sacudió el tablero aliancista en Córdoba con su respaldo a la candidatura a senador nacional de Gustavo Santos. Al respecto, Cossar sostuvo que no le preocupa, porque “Macri es del PRO y Gustavo Santos es un hombre del PRO, por más que está afiliado a nuestro partido, que es una cuestión que tendrá que aclarar Gustavo”.
“A Gustavo Santos lo conozco: ha sido profe mío del colegio, de Castellano. Macri vino a Córdoba, al igual que otros referentes del PRO, porque ellos están convencidos que el mejor candidato es Gustavo Santos. Bárbaro, trabajen por Gustavo Santos”, continuó.
Más allá de estos tironeos, para Cossar “no hay margen” para poner en duda la continuidad de la alianza Juntos por el Cambio (UCR, PRO, Coalición Cívica-ARI y Frente Nuevo).
“Hay discusiones que todavía nos tenemos que dar los radicales y hay otras de las que estoy convencido que no nos pueden hacer perder el tiempo: el radicalismo sí o sí tienen que estar en una alianza”, consideró.
“Hay algún grupo minúsculo que todavía cree que no; lo respeto, pero yo estoy en la otra punta. Ahora lo que uno puede discutir es cuáles son los términos de esa alianza. Uno tiene que encabezar, uno tiene que hacer valer lo que significa el radicalismo con más de cien años de historia”, remarcó el legislador de la UCR.
“Nosotros tenemos hombres y mujeres que son muy valiosos. No vamos a ser furgón de cola, y estoy convencido de que vamos a armar una muy buena lista y que vamos a ganar en el 2021”, remató.
Por otro lado, Cossar reconoció sus aspiraciones a futuro, aunque manifestó estar muy cómodo trabajando como legislador provincial. “Me encantaría ser diputado y me encantaría ser intendente de Córdoba, y algún día lo voy a ser, pero hoy estoy abocado a ser legislador provincial”, aclaró.
“Llevo apenas poquito más de un año como legislador y quiero que mi partido se sienta orgulloso de un tipo que no se guardó nada. Seguramente debo haber cometido errores y voy a cometer errores, pero por hacer. Yo estoy las 24 horas del día pensando cómo hacer de la mejor manera mi trabajo como legislador provincial”, aseguró.
“¿Por qué dije que me gustaría? Porque algunos creen que tienen la potestad solamente ellos de decir quién debe ser candidato. A mí también me encantaría ser. Pero, ¿sabés qué? No se me va la vida. Y prefiero que otros hombres y otras mujeres que están con mejores posibilidades, más formados, sean candidatos ahora”, explicó.
Escrache
Cossar contó que ningún dirigente del peronismo se solidarizó con él por el escrache que hicieron en su casa militantes del sindicato de Luz y Fuerza, que protestaron por el proyecto del radical para que el bono extraordinario que reciben los empleados de EPEC sea por este año para el personal de la salud que enfrenta la pandemia de covid 19.
Para el radical no hubo “la calidad institucional que uno espera de la dirigencia de las mujeres y de los hombres de Córdoba”. “De Hacemos por Córdoba, del oficialismo, absolutamente nada. Ni siquiera un mensaje, pero de nadie. Así como no hay mensajes para no solidarizarse o para expresar algo que es repudiable, como la práctica del escrache, tampoco hay mensajes para dialogar, tampoco hay mensajes para consensuar, tampoco hay voluntad de escuchar. Hay una patología del poder”, reflexionó.
Por Alejandro Moreno
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