Por Damián Belastegui

 Sobrevolando tras bambalinas el escenario político en el arranque del año electoral, Eduardo Duhalde vuelve a asomar la cabeza. Ya lo hizo en 2016, cuando le ofrendó a la entonces gobernadora macrista María Eugenia Vidal un acto con épica pejotista, liderando una línea de seis del peronismo ortodoxo en la que también se alistaban el paceño Mario Ishii, el intendente de Ezeiza Alejandro Granados y excaciques del conurbano como Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Humberto Zúccaro (Pilar) y Aldo Rico (San Miguel). También lo hizo en los primeros días de rodaje del Frente de Todos (FdT) en el gobierno, cuando intentaba mostrarse como consejero presidencial, previo a convertirse en profeta de golpes de Estado. O en 2021, cuando daba cuenta del inicio de conversaciones multisectoriales, entre las que entabló contacto con Patricia Bullrich. Menú variado.

“Eduardo es un hombre componedor, un hombre que hizo de la búsqueda de acuerdos una forma de vida”, arguye ante Letra P un dirigente de permanente contacto con el expresidente que, recientemente, anunció en las redes que en los próximos días estará presentando “Red bonaerense”, un espacio que –dijo– “convocará en la provincia de Buenos Aires a todos aquellos que se identifiquen con los postulados originales del justicialismo”.

Con promesas de gestación “en cada uno de los 135 municipios de la provincia”, Duhalde hace un convite transversal por la avenida del medio a “todos los dirigentes que estén dispuestos a dejar de lado las peleas estériles y trabajar en conjunto por recuperar nuestra provincia”.

Por lo pronto, voces cercanas al caudillo bonaerense de los ’90 admitieron a este medio que se trata de una propuesta en estado embrionario y que en los próximos días se hará “un pequeño encuentro con un grupo para darle un poco de forma”.

A priori, el perfil del pretendido armado de relanzamiento filo-duhaldista tiene como objetivo aglutinar “una cantidad muy grande de peronistas de toda la vida” que –aseguran– están “queriendo rescatar las cosas positivas que se hicieron durante los años de Eduardo y llevarlo hacia el futuro”.

Desde su alejamiento de los cargos ejecutivos, Duhalde se recluyó en el Movimiento Productivo Argentino (MPA), un espacio que pondera un ADN “sin banderas partidarias” y que agrupa dirigentes de entidades productivas, empresarias, gremiales y políticas para pensar acciones relativas al trabajo y la producción. Actualmente presidente del MPA, Duhalde tiene allí como uno de sus hombres de confianza al director Ejecutivo de la entidad, el exintendente de San Martín Carlos “Tato” Brown, nombre que suena como uno de los posibles armadores de la incipiente red.

En el entorno de Duhalde garantizan la participación de exintendentes, como así también legisladores y funcionarios de sus años en la gobernación. En suma, un reseteo de la vieja guardia duhalidista, maridada con un convite exploratorio entre peronistas no alineados al FdT y otros que interactúan en JxC.

“Hay sectores del peronismo histórico que están queriendo conformar algo, gente que ha participado con Eduardo de su vida política. Muchos están conversando y lo ven interesante al tema”, aseguran cerca del exintendente de Lomas de Zamora, a la vez que ponderan “muy buena relación con gente de JxC y de otros espacios”, entre los que también señalan al cordobés Juan Schiaretti y el salteño Juan Manuel Urtubey. “Con ellos, como con otros, Eduardo tiene una excelente relación, conversa e intercambia ideas”.

Generó ruido su reciente encuentro con el intendente lanunense y aspirante a la gobernación en representación del ala dura del PRO Néstor Grindetti, luego de sus guiños a otro halcón amarillo, Javier Iguacel. Ante esos gestos, cerca del hombre de Banfield no dan certezas del rumbo que tomará la pretendida red duhaldista. Por las dudas, el paraguas del diálogo transversal está abierto de par en par. “Hablar con todos es la única forma en que un país puede salir adelante”, recalcan