En Pro hay dudas sobre la defensa al veto de Milei a la ley de financiamiento universitario y la medida podría ser revertida en el Congreso

En Pro hay dudas sobre la defensa al veto de Milei a la ley de financiamiento universitario y la medida podría ser revertida en el Congreso

El partido que lidera Mauricio Macri no garantiza hoy el respaldo de su bloque al Presidente a diferencia de lo que sucedió con jubilaciones

 

Matías Moreno

Tras el veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, en Pro, aliado clave del oficialismo, todavía no hay una postura unificada y no está garantizado que sus legisladores vayan a contribuir al blindaje de la medida en el Congreso. La posición de la bancada que conduce Cristian Ritondo es determinante para el Gobierno, que no tiene los votos suficientes para defender el rechazo a la iniciativa aprobada hace dos semanas. El tercio de 87 diputados que colaboraron con el oficialismo para acompañar el veto jubilatorio hoy no está asegurado.

“Todavía no hay una decisión”, avisó uno de los altos mandos de Pro ante la consulta de LA NACION. Sin el respaldo de Pro, el veto de Milei podría ser rechazado en Diputados.

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Fuentes del bloque macrista anticipan que intentarán coordinar posturas en la reunión del bloque prevista para el próximo martes. Impulsada por la UCR, la sesión especial sería al día siguiente, el miércoles 9, a las 11 horas. Ese día, Ritondo y Luis Juez, jefe del bloque de Pro en el Senado tienen agendado una cumbre con los gobernadores amarillos Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut) y el jefe de gobierno porteño para debatir el Presupuesto. En el partido que lidera Mauricio Macri descuentan que el tema de los fondos para la educación superior también será discutido con los mandatarios propios del interior del país. “Queremos coordinar para que no pase como el veto al aumento de las jubilaciones que votamos distinto en Diputados y el Senado”, aseguran.

Por lo pronto, Juez anticipó que piensa reiterar su apoyo a la ley y calificó como un “error” la decisión del Presidente. “Conmigo no cuenten. No voy a hacer nada para destrozar la educación pública. Y se lo voy a decir a Mauricio también. Es muy difícil que nosotros acompañemos este tipo de decisiones”, anticipó en diálogo con Radio Mitre, de Córdoba.

En el macrismo aseguran que le habían advertido al Gobierno que debía desactivar el conflicto con las universidades y lograr un acuerdo, porque los votos no estaban garantizados. Advierten que Milei fue temerario al mostrarse inflexible durante las últimas semanas, cuando la disputa con el radicalismo, la izquierda el kirchnerismo y los gremios universitarios se complicaba.

Además, deslizan que no están dispuestos a seguir pagando costos por las actitudes dogmáticas del jefe del Estado. “No les vamos a dar un cheque en blanco, somos fuerzas políticas distintas”, dijo un referente. A pesar de la insistencia del partido aliado en sus intenciones de colaborar, el Ejecutivo siempre se mostró reacio a incorporarlos a la mesa de decisiones.

Ritondo y Zago, dos aliados de La Libertad Avanza, al ingresar a la reunión con Milei

En la conducción de la fuerza temen que haya fugas a la hora de votar. Por caso, cuando la ley recibió la media sanción, cuatro legisladores de Pro se ausentaron: los laretistas Álvaro González y Héctor Baldassi, junto a Emmanuel Bianchetti y la bullrichista Sabrina Ajmechet.

En Pro asumen que el Gobierno se encamina a una derrota en la votación del miércoles próximo: el kirchnerismo, la UCR, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y fuerzas provinciales están dispuestos a votar a favor de la ratificación de la ley y en contra del veto del Presidente.

Como calculan que el oficialismo tendrá dificultades para garantizar un tercio a favor para rechazar la insistencia de la oposición, los macristas especulan que correrán el riesgo de asumir un costo político en una batalla “simbólica” para Milei contra los “degenerados fiscales”. Quienes se inclinan por no acompañar a la Casa Rosada remarcan que la ley de financiamiento universitario tendría un impacto de $738.595 millones en el presupuesto, lo que equivale a 0,14% del PBI, según estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). “Esto no le provoca un agujero fiscal, como la reforma jubilatoria. El costo es mínimo”, retrata una espada legislativa de Pro.

En ese sentido, critican la impericia del gobierno de Milei para desactivar el conflicto. Como hay visiones divergentes en la bancada, los diputados consensuaron que no adelantarán su posición personal hasta la cumbre del martes. “Desde abril les venimos diciendo que tienen que solucionar el conflicto, por lo que significan las universidades en la Argentina”, comentan en la bancada de Ritondo. En las últimas horas varios legisladores amarillos recibieron llamados de rectores de universidades del interior para pedirles que se opongan a la medida del Presidente.

Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación, activo con sigilo gestiones para convencer a los indecisos para que sostengan el veto presidencial. “Estamos complicados; esta discusión excede el tema del financiamiento a las universidades, sino que define nuestro posicionamiento frente al Gobierno”, dicen en Pro.

Pese a que el Presidente o el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, activaron reuniones con sus socios para coordinar la estrategia parlamentaria, no logran contentar al macrismo por varios motivos. En primer lugar, los altos mandos de Pro se quejan de que el Gobierno no les abre las puertas para aunar esfuerzos ni priorizó a sus gobernadores a la hora de elaborar el Presupuesto 2025. Se quejan de que la coparticipación adeudada a la Ciudad no se incluyó como transferencias automáticas del Tesoro Nacional –se colocó una partida en los giros discrecionales–, y que el reparto de fondos para reactivar la obra pública beneficiaría más a mandatarios peronistas que “ponen palos en la rueda” al Ejecutivo en el Congreso.

Además, los legisladores que responden a Karina Milei volvieron a votar la semana pasada en contra proyectos impulsados por Jorge Macri. “Acompañamos, pero no hacemos seguidismo. Ya no hay una alineación automática con el Gobierno”, insisten en Pro.

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